CONTROL CAMBIARIO EN VENEZUELA

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El gobierno ha promovido una mala asignación de divisas para la economía hacia sectores, industrias y grupos preferidos del régimen chavista que han malgastado y mal administrado dichos recursos y debido a esto es que nuestro país se encuentra en un verdadero desastre. Lo cierto es que al día de hoy, no todos los venezolanos podemos acceder a dólares debido al control cambiario impuesto por el gobierno.

Estas políticas económicas nos llevan cada día más a el desabastecimiento, la inflación, la inseguridad, el alto costo de la vida; el cual son los principales problemas que vivimos y padecemos diariamente los venezolanos sin que el gobierno pueda tomar control y sin poder encontrar una solución real y definitiva a esta situación económica y cambiaria que ahoga a nuestra sociedad llevándonos a una hiperinflación fuera de control. La población pasa gran parte de su tiempo en largas y tormentosas colas para tratar de adquirir los productos de primera necesidad, no pueden acceder en su totalidad a los productos en general porque la inflación, la especulación se consumen sus sueldos, se consumen sus logros sociales y su ya baja calidad de vida.

Esta situación económica del país es extremadamente grave, la inflación más alta del mundo, déficit fiscal de dos dígitos (por quinto año consecutivo), caída del 75 % de los precios del petróleo, el riesgo del país a la inversión internacional más alto del mundo, la cantidad de reservas internacionales más baja y una exagerada escasez de toda clase de bienes y servicios, a ello le suma la fuga de capitales más elevada del planeta, la importación fraudulenta y realizada con un tipo de cambio extremadamente sobrevaluado y la especulación financiera con títulos de deuda externa pública a pesar de obtener dólares preferenciales o no, todos los empresarios fijan sus precios de venta usando como referencia al dólar paralelo.

El Gobierno Venezolano, se enfocó en destruir la capacidad productiva del país hostigando y persiguiendo a los productores y empresarios mediante la expropiación y confiscación de sus empresas, las cuales pasaron a manos del Estado. Esto provocó el cierre de muchas de ellas, ya establecidas, y por ende, esto trajo como consecuencia la disminución de la producción, lo cual originó a su vez escasez, desabastecimiento y mercado negro de productos básicos en la dieta diaria del venezolano.