Cultura Fiscal. NORMATIVA FISCAL
Enviado por Ensa05 • 4 de Febrero de 2018 • 26.260 Palabras (106 Páginas) • 486 Visitas
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En aras de aprender de quienes ya han recorrido un camino en este interés por la educación fiscal, revisaremos las experiencias exitosas de otros países latinoamericanos en el tema y tomaremos como referente el programa desarrollado por la SUNAT de Perú, por ser un país muy cercano a nuestra realidad y por la madurez en su programa, de modo que pueda aportarnos herramientas para la construcción de nuestro propio programa de cultura fiscal.
De antemano es importante aclarar que es indispensable considerar la cultura fiscal, fundamentalmente como una formación en valores sociales y ciudadanos, pues sólo con la interiorización de los mismos puede concebirse la obligación de tributar como un comportamiento imprescindible para un individuo inmerso en una comunidad, y que puede asimismo ejercer sus derechos basados en obligaciones para con los demás miembros de la misma.
Asimismo, será necesario para definir una propuesta acorde con la normativa vigente, estudiar los parámetros legales bajo los cuales se desarrolla la educación en nuestro país, para así ubicar nuestro programa en el tipo de formación idónea o más asequible (formal, informal o no formal) y nivel más adecuado, determinando la necesidad de alianzas estratégicas con las autoridades educativas colombianas, en aras de lograr el objetivo final del aprendizaje temprano de la cultura fiscal.
2. IMPORTANCIA DE LA CULTURA FISCAL
2.1. EL POR QUÉ Y EL PARA QUÉ DE LOS IMPUESTOS
2.1.1 Antecedentes históricos de los impuestos
Los impuestos existen desde el inicio mismo de la vida del hombre en sociedad, por cuanto desde épocas paleolíticas el ser humano ávido de protección frente a los fenómenos naturales, entregaba ofrendas a los dioses, que le permitieran, según su creencia obtener de ellos sus favores. De esta manera una vez surgen las religiones y con ellas las clases sacerdotales que viven de dichas ofrendas.
En los antiguos imperios egipcio y romano, era necesario el establecimiento de impuestos para sostener a las clases dominantes y financiar la guerra que les permitía continuar con el poderío sobre vastos territorios, asimismo se fueron generando diversos tipos de impuestos a las actividades productivas, considerándose incluso según algunos tratadistas como una de las causas de la caída del imperio romano , la corrupción política y los altos impuestos, especialmente sobre la producción agrícola (GONZALES, C. y ARROYAVE M.L., 1997: 33).
Más adelante, en la Edad Media y como reflejo de la primacía de la iglesia, ésta contaba con sus propias instituciones tributarias, así como el feudalismo como sistema económico de la época determinaba la exigencia de impuestos, especialmente en especie de parte de los siervos sin tierra a favor del señor feudal. Posteriormente, y con el surgimiento del comercio y las ciudades, los tributos eran determinados por las éstas a la entrada y salida de la mercancía, y cada gobernante creaba los impuestos que consideraba convenientes.
En la Edad Moderna, por su parte, donde los Imperios europeos vivían su apogeo, no se presentó mayor desarrollo de los impuestos ya que su economía ya estaba basada en parte en los impuestos y el comercio con sus colonias en otros continentes, entre ellos el americano, en donde antes de la llegada de los conquistadores europeos también se desarrollaron figuras impositivas en las culturas incas, chibchas y aztecas, donde se debían pagar tributos en especie a los Dioses y a las autoridades religiosas. Incluso en estas colonias americanas se replicaron instituciones tributarias de los países colonizadores, en el caso español, se destacaron algunos como: el almojarifazgo (introducción de mercancías), los diezmos (10% para culto católico), la alcabala (por ventas de muebles e inmuebles) y los derechos herenciales, entre otros (FINO G, y VASCO R, 1999: 48-50).
Y más recientemente en la época contemporánea, ya con una cantidad considerable de países independientes en el marco americano, han surgido diversas figuras impositivas, conforme con las necesidades de cada estado, estructurándose de manera generalizada los impuestos directos, es decir, aquellos que gravan las propiedades y la renta o ingreso del ciudadano y que pretenden que quien más tenga, también aporte más, por tanto son regresivos; y posteriormente, han ido desarrollándose los impuestos indirectos que afectan a todos por igual (independiente de su renta) y que gravan el consumo (similar a la alcabala). Hoy en día tenemos un sinfín de impuestos de carácter nacional o local que de alguna manera se han generalizado en todos los continentes, gracias a la ayuda de la investigación de los diferentes sistemas fiscales y a la política económica comparada.
Y una vez desarrollada una somera evolución cronológica de los impuestos, podemos concluir que en todo caso siempre la contribución ha sido necesaria para la vida en sociedad del hombre, pues de una u otra forma, los tributos eran la manera de satisfacer las necesidades sociales comunes y el “coste” de una vida en comunidad.
2.1.2 Necesidades actuales del hombre en sociedad
En nuestra época, las necesidades del hombre son de diversa índole y cada vez más complejas de modo que es imposible prescindir de una sociedad que impida la satisfacción de las mismas. Para ello, haremos a continuación un pequeño recuento de lo que hoy desea el hombre satisfacer en su vida en sociedad y por qué es tan importante el papel de los impuestos.
Según el tratadista Abraham Maslow son diversas las necesidades del hombre, y todas ellas las plasmó en su conocida teoría psicológica de “la pirámide de Maslow” o de “la motivación humana”.
La pirámide de necesidades de Maslow consta de cinco niveles así:
- En primer lugar, se encuentran las necesidades fisiológicas o necesarias para mantener la salud (beber, comer, abrigo, no dolores etc);
- En un segundo nivel, vienen las necesidades de protección y seguridad (salud, familia, seguridad física, propiedad);
- Posteriormente, las necesidades de afiliación y afecto (pertenecer a una comunidad, entretenimiento, cultura, deportes);
- Y por último, están las llamadas necesidades de estima, que tienen que ver con el respeto por sí mismo: su autoconfianza y autovalía, y también el respeto que los demás le tienen así como el reconocimiento.
El ser humano, a lo largo de su vida, busca satisfacer sus
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