EUROZONA Ó ZONA DEL EURO.

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El euro se ha visto sometido a los ataques de los mercados financieros este año debido a los problemas de deuda y déficit de los miembros de la periferia de la zona euro, especialmente Grecia, España y Portugal, así como por los crecientes desequilibrios económicos entre sus 16 países.

Las ventajas que han tenido los países por el euro:

Se facilitó el incremento de las exportaciones, al no tener devaluaciones o revaluaciones de la moneda de cada país, ya que los Estados han perdido las competencias en política monetaria.

Desapareció la incertidumbre relativa a las oscilaciones de las divisas. Con ello, se ha conseguido que el dinero se mueva a más velocidad entre los países, y con ello, entre un mayor número de población.

Desaparecieron los costes de transacción entre los países miembros, uno de ellos, las comisiones por cambio de divisas.

Se incrementó la competencia dentro de la Eurozona, ya que al estar expresados los precios en la misma moneda, es mucho más fácil comparar los precios existentes en los países, hay más transparencia, con lo que se consigue que el mercado tenga más competencia.

El euro, al ser utilizado por muchas más personas que si cada país tuviera su propia moneda, consigue tener mucha más fuerza y presencia dentro del Sistema Monetario Internacional, al abarcar un mercado de gran tamaño dentro del sistema.

En los primeros años de vida del euro, la moneda ha sido muy deseada y atractiva para los inversores internacionales, quitando gran parte del protagonismo al dólar estadounidense, consiguiendo que parta de los precios internacionales se fijen en euros, algo que es beneficioso para los países y habitantes de la Eurozona. Con esto, también se ha conseguido que las principales Bolsas europeas amenacen el trono de la Bolsa de Nueva York.

El turismo se puede alcanzar más. El vigor del euro abarata tanto hacer turismo en EEUU como comprar productos cuyo precio esté en dólares.

Así como ventajas al igual existen las desventajas de contar con una eurozona:

La exportaciones son más caras. Disminuye los productos europeos en EEUU y los países con divisas vinculadas al dólar. Y eso, en un contexto en el que la recuperación todavía es demasiado incipiente en el conjunto de la región, supone una traba adicional. A un cambio de 1,25 dólares, un coche de 15.000 euros costaría 18.750 dólares; ahora, a 1,48 dólares, el precio asciende 22.200 dólares.

Entre más dólares, obtenemos menos beneficios. La ascensión de la moneda única tampoco favorece a aquellas empresas que generan parte de sus resultados en dólares. A la hora de repatriarlos, esa cantidad mermará cuando se haga el cambio a la divisa europea.

Menos confianza. La fortaleza del euro suele perder la confianza de los empresarios, una consecuencia que perjudicaría a sus decisiones de inversión y empleo y, por tanto, también podría frenar la recuperación.

Tener tensión política. El cóctel de un euro fuerte y un proceso de subidas de los tipos puede alentar las tensiones entre los políticos europeos y el BCE en un contexto ya sensible