El término “Globalización” es utilizado en diferentes sentidos y se interpreta de diferentes maneras

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El proceso de globalización se da al incluir los mercados a una escala mundial por lo es indispensable la formación de bloques económicos orientados bajo la lógica del libre comercio, esto ha implicado la creciente conexión entre distintos comercios internacionales, de este modo los eventos y las crisis cada vez afectan más y con mayor fuerza a la mayoría de los países.

Ese proceso ha tomado mayor fuerza a partir del fin de la guerra fría, hecho que permitió que el poder y las relaciones económicas estén dominadas por los Estados Unidos, pero esta hegemonía se enfrenta hoy a bloques como la Unión Europea, y otros bloques en Asia, América Latina y África.

¿En qué países de da?

El artículo de el periódico El país (2007) “España, puesto 29 en globalización” nos dice que “Los 20 países más globalizados del planeta son, según este informe: Singapur, Hong Kong, Holanda, Suiza, Irlanda, Dinamarca, Estados Unidos, Canadá, Jordania, Estonia, Suecia, Reino Unido, Australia, Austria, Bélgica, Nueva Zelanda, Noruega, Finlandia, República Checa y Eslovenia” lo que es una muestra clara que la globalización hace mención a su nombre y nos demuestra que más temprano que tarde todos los países del mundo estarán integrados a este proceso, que si bien ha sido rápido ha afectado a muchos que lo integran, dando riqueza y centrando el poder económico mundial en unos cuantos.

Señalados, pues, los factores de la globalización, procede ahora preguntarse si los efectos del fenómeno han sido y, previsiblemente, serán beneficiosos para las comunidades afectadas y, en definitiva, para las personas individuales que las integran o, por el contrario, éstas resultarán perjudicadas en su dignidad y en su nivel de bienestar material y espiritual.

Son muchos, aunque no sé si los más competentes, los que piensan que la globalización ha sido la causante del aumento de la pobreza en el mundo y del ensanchamiento de la distancia relativa entre países ricos y países pobres. Para aceptar o rechazar esta opinión es necesario, en primer lugar, elegir adecuados indicadores del nivel de riqueza o pobreza, a fin de que, vista su evolución a lo largo de los procesos de globalización, podamos asentar algunas conclusiones, sin olvidar que en este caso, como en tantos otros, la coexistencia de dos hechos no implica que el uno sea causa del otro.

¿A quienes afecta?

Como a todo orden de las cosas, la globalización no afecta a todos los países por igual, ante este hecho la pregunta es, ¿tiene la culpa la globalización de lo que sucede con los países pobres? Mi respuesta es francamente Negativa. La globalización es un proceso imparable que está produciendo resultados favorables en todos los países que participan en él, no solo en los países desarrollados, sino también en países en vías de desarrollo. El estímulo de las altas tasas de crecimiento económico es la integración de las economías de distintos países, lo que ha provocado sustanciales mejoras en el bienestar social, no obstante se necesita madurar en cuanto a leyes que regulen la explotación de las potencias ante países sub-desarrollados, que al final terminan afectados por falta de estas.

En conclusión hoy nadie se cuestiona la ley de la gravedad, como tampoco se cuestionaría la existencia de la Globalización vista como un proceso real, que aunque a alguien no le guste tendrá que aceptarla; de lo que se trata es de ver cómo se aprovecha al máximo sus beneficios y se puede minimizar sus tendencias y efectos negativos.

Referencias

Banco Mundial. (1997). Perspectivas económicas globales y los países en desarrollo 1997

Dabat, Alejandro. El Mundo y Las Naciones. Ed. Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, UNAM, México 1993

Méndez, Elier, Lloret, María del Carmen (2007) Globalización: Interrogantes y dimensiones 2007