Inversiones directas en europa
Enviado por Mikki • 4 de Mayo de 2018 • 1.919 Palabras (8 Páginas) • 303 Visitas
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Hasta 1995, la inversión extranjera acumulada en el sector de electricidad, gas y agua ascendía a sólo dos millones de dólares y representaba una porción marginal de la inversión directa acumulada en ese país. Algunas de las empresas más activas en el sector de los servicios han sido Telefónica de España, Portugal Telecom, e Italia Telecom en el sector de telecomunicaciones; Carrefour Supermarché y Casino—Guichard en el sector del comercio minorista; ENDESA España, Iberdrola y Tractebel en el sector de energía eléctrica y gas natural, y los bancos Bilbao Vizcaya Argentaria y Santander Central Hispano en el sector banca y seguros
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Dada la calidad de la información de que se dispone y sólo como referencia genérica, es posible afirmar que es probable que la participación de algunos países miembros de la Unión Europea en el acervo de inversión directa haya disminuido de modo importante, pudiendo ser éste el caso de Alemania, Italia y el Reino Unido, cuyas empresas no han estado especialmente involucradas en la privatización de las empresas de servicios públicos ni han protagonizado las tomas de control más relevantes. En contraste, los países que exhiben un incremento importante de su participación en la afluencia más reciente de inversión directa en Brasil corresponden, en general, al origen de las empresas extranjeras que han liderado este proceso (España, Francia, Países Bajos y Portugal), lo que de alguna manera ha estado asociado, además, con el ingreso de empresas transnacionales hasta entonces ausentes en la economía de Brasil, cuando no con el inicio de su expansión internacional.
III.- CHILE
Durante los últimos 20 años, chile ha sido uno de los países más importantes que posee una gran cantidad de inversiones extranjeras directas. Este gran aumento de IED ha involucrado una creciente participación de inversionistas no solo nacionales, sino también extranjeros.
Todo este interés se produce ya que el principal objetivo de los inversionistas extranjeros ha sido adquirir el control de empresas ya consolidadas en sus mercados respectivos y suficientemente internacionalizadas, con la excepción de las inversiones realizadas en la minería, actividad en la cual el objetivo de la inversión es el acceso a recursos mineros de mejor ley y a costos de producción más bajos que en el país de origen. Asimismo, en el caso de las empresas filiales de empresas transnacionales ya localizadas en la economía chilena, el grueso de la inversión extranjera se relaciona con el aumento de la capacidad y/o eficiencia productiva de las empresas filiales de inversión directa y, por tanto, con el propósito de consolidar o mejorar la posición de mercado que se ha alcanzado.
El comportamiento de los principales sectores económicos receptores de la inversión directa en el último período consolida la tendencia observada en años anteriores respecto a una mayor diversificación sectorial de la inversión extranjera en Chile y a la creciente participación de los sectores de servicios en las corrientes de IED que habían empezado a quedar de manifiesto ya en
1996 y 1997 (CEPAL, 1998). Las empresas más dinámicas de este proceso han sido empresas de procedencia europea tales como Endesa España, Repsol, Iberdrola y Tractebel, así como de origen estadounidense tales como PSEG Global, Sempra Energy, PP&L Global y Southern Energy Industries, las que han realizado numerosas inversiones destinadas predominantemente a la compra de empresas y activos del sector energía, especialmente del subsector electricidad. Más recientemente se ha producido la incursión de empresas españolas (Endesa España, Aguas de Barcelona e Iberdrola), e inglesas (Anglian Water y Thames Water) en el subsector sanitario, nueva área de interés de las empresas europeas en la economía chilena luego de su apertura al capital privado decretada por el gobierno chileno. Uno de los principales orígenes europeos de la IED en Chile es España. Otros países que también pertenecen a grandes puntos de inversiones europeas son Reino Unido, Holanda y Francia, aunque con participaciones bastante menores a la española (entre 5 por ciento y 2,7 por ciento del acervo total).
La concentración de la inversión directa española en un reducido número de proyectos contribuye fuertemente a que los flujos de inversión que provienen de ese país se concentren sectorialmente en el sector de servicios de utilidad pública (específicamente, en electricidad, gas y agua), por una parte, y en el sector servicios financieros, por la otra. Esta misma concentración de la inversión española en un reducido número de operaciones contribuye a que su importancia sea diferenciada según el sector de destino en el contexto de la inversión extranjera directa en su conjunto.[pic 4]
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