LA GLOBALIZACION, ACIERTO O DESACIERTO PARA LOS PAISES EN DESARROLLO

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El sueño de la liberalización comercial y la globalización era que se desarrollara como una fuerza positiva que beneficiara a los pobres del mundo, pero la forma en la que se estaba gestionando la cual no era la más correcta la había convertido como una nueva manera para que los ricos y poderosos explotaran a los débiles y pobres.

Pareciera que Estados Unidos con la liberación comercial en lugar de buscar el beneficio económico para todos, buscara el benéfico económico para ellos solos. Cuando un país entraba en crisis y liquidación total, empresas financieras occidentales compraban las sociedades anónimas de los países en crisis a precio de ganga, las mantenían hasta que llegaba la recuperación económica y luego las revendían a precios superiores.

La liberalización comercial promovida en Latinoamérica se centraba en abrir sus mercados a las importaciones en lugar de promover las exportaciones, lo cual significaba un grave error que con frecuencia destruía más puestos de trabajo que los que creaba; una política completamente diferente a la adoptada por la región más exitosa del mundo (Asia Oriental), en la cual el crecimiento había sido impulsado por la gran cantidad de exportaciones.

A pesar de todo, los países de América Latina siguen buscando alinearse con los grandes bloques comerciales como estrategia preferida para salir de la pobreza. Parece que ahora no hay mucho interés en asociarse con países vecinos o con otros países pobres, con la posible excepción del MERCOSUR, sino con países adinerados. La razón que se expresa no es que crean que se abrirán los mercados a los productos colombianos, sino que de este modo, el campo colombiano estará abierto a la inversión de capital por parte de las empresas multinacionales y, a lo mejor, estas nuevas empresas se organizarán para crear nuevas exportaciones.

Determinar si la liberación comercial es un acierto o desacierto para los países en desarrollo no se puede determinar, Es probable que las sociedades menos desarrolladas serán las menos preparadas para enfrentar todos los cambios bruscos e imprevisibles que promete la globalización con seguridad. Si un país no disfruta de un sistema democrático sólido, bien definido y apoyado por la población, es probable que sea más vulnerable a las influencias del exterior que los con sistemas democráticos más fuertes y estables. Lo mismo para la economía. Un país que no tiene una economía generalmente fuerte, equilibrada y estable, se encontrará probablemente muy vulnerable a la imposición de expectativas de la comunidad internacional. Cada país dependiendo de las políticas adoptadas, de la preparación de su sistema financiero interno, de las buenas negociaciones que haga, de la cultura de su pueblo, tendrá una perspectiva diferente de éxito o fracaso frente a la globalización.

Aunque indudablemente hay que afrontar como una oportunidad de crecimiento económico, de generación de empleo, de industrialización y en general de beneficios para la sociedad y los más pobres y no como una amenaza exterior. Hay que trabajar para tener preparado al país para los retos que implican la globalización y lograr la mejor tajada.

REFERENCIAS:

[1] “LOS FELICES 90”. Capitulo 9 La globalización: Primeras Incursiones. JOSEPH STIGLITZ.

[2] “LA GLOBALIZACION: EFECTOS Y BONDADES”. Fundación Universitaria Autónoma. JULIÁN RAMIRO MATEUS, DAVID WILLIAM BRASSET.

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