LIDERAZGO: CONVIERTE UNA VISIÓN EN REALIDAD

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impulsar cambios beneficiosos para el grupo en las situaciones en que viven, implica el desarrollo de una confianza en sus propias capacidades y acciones.

Sin embargo, los líderes no pueden dar poder a las personas, pero pueden tratar de crear un ambiente en el que la gente se sienta libre para desarrollar su poder, y eliminar restricciones que las inhiben de expresarlo. Según Weber, M (1984) define el poder como: “Cada oportunidad o posibilidad existente en una relación social que permite a un individuo cumplir su propia voluntad.” Un líder con poder nace de las ansias de tener más para ser mas, expresa la fuerza, se fortalece en el menosprecio y la exclusión, ejerce mediante la imposición, inspira temor, rechaza la diferencia, y paraliza la proyectividad. El Liderazgo inevitablemente requiere del uso del poder para influir en los pensamientos y en las acciones de otras personas.

Tal como se observa, el poder en las manos de una persona, supone riesgos humanos: primero, el riesgo de equiparar poder con la habilidad para obtener resultados inmediatos; segundo, el riesgo de ignorar los diferentes caminos por los que se puede acumular legítimamente poder, y caer en la ilegalidad; y tercero, el riesgo de perder el control por el afán de obtener más poder. La necesidad de acotar estos riesgos, implica el desarrollo de un liderazgo colectivo y un manejo ético.

Por otra parte un líder con autoridad, expresa trascendencia, escucha a la empatía, se ejerce mediante el diálogo, inspira respeto y confianza, acepta la diversidad y promueve el crecimiento. Según Weber, M (1984) expone que: “La autoridad es el ejercicio del poder delegado por la comunidad en aquellos que considera capaces de interpretar su voluntad y realizar lo que conviene para el bien común.” Un líder con autoridad, nace entonces de la voluntad de la comunidad o grupo de personas que quiere ser regida por los mejores.

Se puede comprender entonces, que el poder es la capacidad de forzar a alguien, para que éste, aunque preferiría no hacerla, haga nuestra voluntad debido a nuestra posición o fuerza, mientras que la autoridad es el arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que uno quiere debido a su influencia personal.

Por tal motivo no se puede olvidar que dentro de una organización, lo que se lidera es a personas, seres emocionales y pensantes, lo que debe llevar a un liderazgo vinculado totalmente a la autoridad y no al poder.

Si bien es cierto, el mando y la autoridad están siendo reemplazados por los principios del liderazgo, entendiéndose el liderazgo no como el otorgarle poder a un único líder sino, más bien, generando en cada uno de los empleados líderes que compartan objetivos y trabajen juntos para alcanzarlos.

Cabe agregar que las personas pueden convertirse en lideres adquiriendo destrezas de liderazgo mediante un proceso interminable de auto- estudio, educación, capacitación y experiencia, cualquiera que tenga la disposición y motivación puede ser un líder, lo cual depende básicamente del desarrollo personal y de la actitud que se tome, cabe destacar que las investigaciones de las ultimas décadas han señalado que en efecto existen personas, que dado su carácter, muestran dotes de liderazgo, sin embargo la mayoría de las personas necesitan aprender y experimentar para llegar a ser unos buenos líderes, por lo cual no existe una única forma de liderazgo eficaz, ya que ello va en función de la organización en la que se desenvuelven.

Finalmente se puede decir que tanto las organizaciones como la sociedad necesitan de una guía que lleve a la realización de objetivos planteados en común, con el fin de satisfacer necesidades; la persona que desempeña este rol recibe el nombre de líder; el liderazgo por su parte es la interacción entre este y los miembros que conforman el grupo social. El líder se forma y tiene a su vez ciertas cualidades básicas como: capacidad técnica, inteligencia social o habilidad para motivar, entender, conducir e influenciar a la gente, saber en qué momento y de qué manera actuar, conocer cuáles son las personas correctas para apoyarse, y la responsabilidad en la transformación y crecimiento interior al educar a otros. Un líder sin valores es un líder vacío y su permanencia está totalmente ligada a los objetivos que persigue, este a la larga se convierte en líderes de líderes y su fuente más valiosa de aprendizaje es la retroalimentación es decir pedir a otros que evalúen su actuación o solicitar una opinión de ello, todo ello en conjunto constituye una fortaleza y que el nuevo entorno empresarial demanda hoy en día de los