La empresa TEMUSA había comenzado sus operaciones de fabricación

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El señor Barrantes se preocupaba para que las condiciones de trabajo en la fábrica fueran superiores a las del promedio de las industrias locales. La fábrica ocupaba un solo piso y la planta estaba construida de tal manera que todas las áreas permanecían ordenadas, sin mucho ruido y fácilmente accesibles. Las áreas de trabajo eran limpias, bien iluminadas y razonablemente bien ventiladas. Esperaba en un futuro cercano, instalar un sistema de aire acondicionado. Como era característico en las textileras, el ruido en el salón de telares dificultaba la conversación.

Sindicato

El señor Barrantes afirmaba que el sindicato era más bien débil. Citaba como ejemplo que solamente entre 15 a 20 trabajadores se presentaban a las sesiones del sindicato a pesar de que la empresa tenía una oficina sindical que podría albergar a todos los sindicalizados. Solo en dos ocasiones se tuvo que llamar a un árbitro para que mediara en la resolución de quejas entre la compañía y el sindicato. Aunque la compañía ganó los dos litigios, una vez que quedaron establecidos los principios que defendía la compañía en cada caso, el señor Barrantes estuvo dispuesto permitir que las personas implicadas en los casos fueran sancionadas menos severamente de lo que habían sugerido los árbitros.

En el año 2000 se negoció un contrato de dos años. La mayoría de las secciones del contrato anterior no se cambiaron, pero se hicieron dos modificaciones importantes:

- El periodo de prueba durante el cual la compañía podía despedir los nuevos empleados se aumentó de 30 a 60 días.

- El reajuste de salario no obligatorio se realizaría cada año y no cada año y medio.

Comunicaciones

La comunicación con los empleados de la empresa era generalmente de rutina. Los anuncios de vacaciones (anexo 1), días feriados y reuniones sindicales eran colocados en los tableros de noticias en el taller. Estos tableros también se utilizaban para dar algún aviso. Cada año se celebraba la fiesta navideña en las instalaciones de la fábrica, o un local tomado en alquiler para la ocasión, y en agosto se realizaba un paseo a una de las playas cercanas.

Aunque durante los cuatro años anteriores se concedieron tres semanas de vacaciones para los empleados con más de cinco años de laborar, para el año 2008 el gerente pidió a la señora Paz anunciar que el tiempo de vacaciones sería de dos semanas, tal como lo estipulaba el contrato de trabajo. Algunos clientes importantes le habían indicado a la gerencia que ellos no podrían seguir comprando por adelantado la cantidad necesaria para tres semanas para mantener su suministro de telas, mientras que TEMUSA cerraba por motivo de vacaciones. El señor Barrantes consideraba que los empleados estarían satisfechos con dos semanas de vacaciones, si le compensaban con un pago mayor para ellos. Sin embargo, algunos de ellos manifestaron que consideraban este cambio como una reducción en su periodo de vacaciones.

El señor Barrantes explicó que, a pesar de los tiempos difíciles que la empresa había tenido que enfrentar recientemente, era casi imposible convencer a los empleados de que la compañía había estado perdiendo dinero, ya que la empresa no publicaba sus estados financieros. Recordaba que desde su ingreso, había sido difícil demostrar la necesidad de reemplazar el equipo por modelos más nuevos y eficientes. Para los trabajadores, especialmente los más antiguos, les parecía una pérdida de dinero comprar una máquina nueva, cuando a su juicio, la vieja estaba buena y seguía produciendo.

Desde la discusión de los casos en la universidad, el señor Barrantes había considerado que la manera de aumentar y conservar la productividad en la empresa era tratando a sus trabajadores con justicia, y dándoles motivos para sentirse seguros. Sin embargo él admitía que ganar el apoyo de los trabajadores era un proceso lento. Estaba seguro que en esta dirección “las acciones hablan más que las palabras”.

Los participantes en la reunión coincidían completamente con el señor Barrantes de que la seguridad y la justicia eran básicos para crear una cultura y un sistema de valores en la empresa. La pregunta que quedaba en el ambiente era si las comunicaciones con los trabajadores podrían servir para motivar a los empleados a contribuir con entusiasmo en el logro de las metas establecidas por la gerencia.

El señor Barrantes presentó el siguiente desafío a los ejecutivos presentes en esa discusión: “Les pido preparar una propuesta de comunicación explicando a los empleados que ahora estamos obteniendo ganancias, pero que sin embargo, la situación todavía no nos permite subir los salarios. Podríamos enviar una carta, justo ahora antes de comenzar las vacaciones, de este modo podemos incluir los deseos de la gerencia por una feliz navidad y de prosperidad para todo el personal para el nuevo año.” Para terminar la sesión, el señor Barrantes pidió a los asistentes que se volvieran a reunir al día siguiente para revisar cuidadosamente las propuestas, así como la conveniencia de enviar esa carta, determinando si ésta sería de algún valor en este momento, y de serlo, qué cuidados observar para conseguir el resultado esperado.

Anexo 1

TEMUSA

Gerencia de Recursos Humanos

Fiesta anual de la empresa

DE: Gerencia de Recursos Humanos

PARA: Todo el personal

ASUNTO: Invitación a la fiesta de la empresa

Esta gerencia extiende una cordial invitación a todos los empleados de la empresa y a sus familiares, a participar en una reunión de esparcimiento, programada para el primer sábado del mes de agosto próximo. Este tendrá lugar en el Parque Centenario de nuestra localidad, el cual hemos alquilado para esa reunión. Hemos planeado un gran programa deportivo que incluirá un partido de fútbol. En los próximos días les daremos más detalles, pero desde ahora les pedimos que reserven ese día para pasar todos un rato de feliz esparcimiento. Estaremos indicando igualmente, los nombres de las personas que formarán el comité de festejos.

En la tarde de ese día realizaremos unos cuantos concursos y repartiremos los premios a todos los felices ganadores.

Cordialmente,

Gerencia