Ensayo discontinuidad
Enviado por YOBANY • 15 de Agosto de 2021 • Ensayo • 2.151 Palabras (9 Páginas) • 411 Visitas
La discontinuidad no es, por cierto, privativa de esta historia particular, sino que es propia de la marcha general de estos países. Se retoma, pues, ahora, esa joven tradición de "modernidad propia", intentando continuar una línea histórica que enlace el patrimonio recibido con las necesidades del presente y las expectativas del futuro. Pero para unir patrimonio con modernidad era necesario acuñar un apropiado concepto de patrimonio. No podía tratarse ya meramente de un monumento, un sitio o un estilo arquitectónico.
Era necesario integrar todo aquello que hace que la obra de arquitectura pertenezca a un lugar, a un tiempo y a una comunidad, todo aquello que contribuya a definir una identidad reconocible por el habitante, que haga posible la apropiación de un lugar, de un barrio, de una ciudad, de una región, por parte de quienes deben habitarla. Por esa razón, más allá de un lenguaje o un estilo, constituyen el patrimonio la tecnología, los materiales, el saber de los artesanos y su capacidad para adaptarse a nuevos requerimientos, las respuestas al clima, al paisaje urbano o al paisaje natural, así como la traza urbana y los tipos edilicios que responden a un modo de vida vigente, sin olvidar la escala, creada y sentida, dato fundamental para la aprehensión del espacio propio. Es a partir de este modo de concebir el patrimonio cuando se desarrolla una arquitectura regionalista valiosa en el subcontinente. Se comprende que no puede haber una fórmula única, puesto que cada arquitecto pone el acento en los aspectos que le interesan más directamente, o que resultan más afines con su propia intención de diseño, o más significativos en su medio.
Aparecen así diversas líneas, que servirán de estructura a los próximos capítulos. Los procesos resultantes se contraponen a los procesos eclcXticos de Posmodernismo a la moda, que al recortar indiscriminadamente elementos del repertorio histórico deSl. Ruyen la dimensión histórica y parecen justificar la afumación de muchos pensadores acerca del "fin de la historia" que caracteriza a nuestra época22. Podría pensarse que la adhesión a la idea de patrimonio se enfrenta radicalmente a la idea de modernidad, y que con eUa el ideal de progreso queda abandonado, prefiriéndose permanecer adheridos al pasado.
Conviene recordar aquí que la idea de progreso no siempre estuvo centrada en los logros materiales. Es tan sólo a partir de la Revolución lndustrial cuando la idea de progreso queda confundida con los avances técnicos y científicos considerados como inseparables del crecimiento económico. De allí derivaría una idea de modernidad consistente en poner en obra esos ideales)!. Semejante idea de modernidad, lejos de contraponerse a la revaloración del patrimonio cultural de los pueblos, encontraría en él su soporte más sólido.
críticamente ejercido, conduce a una "arquitectura de resistencia". Por nuestra parte, hemos señalado en varias oportunidades que tales corrientes, consumada ya la crítica a la arquitectura moderna, son modos de actuar que se separan conscientemente de los caminos marcados por la coerción del aparato de la sociedad posmoderna, y de intentar abrir caminos para mantener y reforzar la riqueza del conquistado pluralismo cultural. Por esta razón, estos "divergentes"27 aparecen con mayor frecuencia y con resultados más positivos en sociedades en mayor o menor grado marginales a los grandes centros de poder como las latinoamericanas. En América Latina existe un pensamiento arquitectónico consolidado que sostiene y fundamenta esa posición.
El fin de la historia, que Gianni Vauimo advierte especialmente en la desaparición de una historia única lineal de la humanidad2S aparece, por el contrario, desde este punto de vista, como un enriquecimiento de la historia, formada ahora por multiplicidad de trayectorias, que con sus interacciones aportan al conjunto de la sociedad humana sus expectativas y sus ideales, sus conflictos y sus tragedias, sus realizaciones, con su propia grande o pequeña cuota de originalidad. Así Iberoamérica, Latinoamérica, Indoamérica, propondría una historia paralela -no una historia desgajada de algú n tronco extraño- que se imbricaria en las líneas múltiples y heterogéneas de la historia europea, a su vez anudadas y desanudadas a lo largo de los siglos. Esa coincidencia, aparentemente aleatoria --como las lineas existenciales de los protagonistas de Rayuela2l'- es el orden lógico de historias que transcurren en un mismo espacio, y confonnaría el revés de una trama que cobra su sentido y su unidad cuando, como dijimos al iniciar estas líneas, se asume su compleja diversidad. La Escuela de Arquitectura de la misma Universidad se creó en 1901 bajo la dependencia de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, para independizarse en 1948.
Algunos de los más importantes arquitectos latinoamericanos trabajaron algún tiempo con Le Corbusier, entre ellos Emilio Duhart y Rogelio Salmona. En cuantO a los arquitectos y teóricos extranjeros que se radicaron a lo largo del siglo en estos países, su lista es tan larga ~omo valioso y en algunos casos decisivo fue su peso en el desarrollo de las arquitecturas l!xales. " "La diferencia de que habla Deleuze es la 'diferencia en sí misma', que no debe confundirse con la diferencia entre dos cosas en vez de una cosa que se distingue de otra, imaginemos algo que se distingue . " La diferencia es este estado de la determinación como distinción unilateraL".
En México, para "consolidar la imagen plástica del Estado revolucionario", los sucesivos gobiernos adoptaron uno después de otro los estilos neocolonial y neoindígena, el Art Oecó, y luego el Funcionalismo, durante el gobierno de Cárdenas , cuando este "estilo" "alcanzó el valor simbólico de ser una arquitectura de transformación", En Enrique X. de Anda, Evolución de la Arquitectura en Mtxico. El caso de mayor repercusión es quizás el de Brasil, cuando el presidente Getulio Vargas y su ministro Capanema rechazaron el resultado del concurso para el Ministerio de Educación, encargando el proyecto a Lucio Costa, Oscar Niemeyer y otros, quienes luego de la intervenci6n como asesor de Le Corbusier, dieron inicio wn esa obra al brillante capítulo de la arquitectura brasileña. Juan Carlos Pérgolis, "Realidad y abstracción en la enseñanza del diseño arquitectónico", ponencia en el Encuentro citado en nota 6 del capítulo anterior. Las leyes morfogenéticas para la construcción y la percepción de una arquitectura concebida como plano, volumen y panición espacial, arrastran esta ceguera para el significadO y el rol social cultural de la arquitectura, hasta que los procesos político-económicos de las décadas 50-70 devuelven súbitamente la luz a los arquitectos latinoamericanos.
Esta representación excluye al hombre en su mecanismo y por tanto implica una teoría de la forma que es alienante, acentuando la descontextualización antropológico-cultural de todo el sistema proyectual moderno.
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