Tercer libro de charm
Enviado por Gilma Muñoz Gómez • 11 de Agosto de 2018 • Reseña • 8.827 Palabras (36 Páginas) • 504 Visitas
Tercer libro
Caminaba perdida por el jodido aeropuerto, con una mano arrastraba mis maletas y con la otra intentaba escribirle un mensaje a mi hermano, darren, un tipo mayor que yo por dos años, estúpidamente atractivo y que amo aunque en momentos quisiera quitarle los ojos y dárselos de comer
Acababa de llegar a porland y el muy hijo de mi madre se supone que estaría en la sala de espera esperando pasiente a que la razón de su existencia llegara, osea yo, pero el muy estupido no estaba
Hey imbécil, ya llegue, te olvidaste de tu hermanita querida o que verg……
El celular se apago justo cuando iba a mandar el puto mensaje, genial, perdida en un puto aeropuerto, sin teléfono y sin que mi estupido hermano se acordase de mi
Luego de varios minutos caminando en círculos como loca logre dar con la salida del aeropuerto, habia unos 5 taxis estacionados por lo que me subi al que estaba mas cerca, tire las maletas dentro y subi yo detrás
Entonces un señor como de unos 50 años se giro a mirarme con cara de violador sonriendo como psicópata mientras me recorria con la mirada descaradamente hasta que paro en mis ojos
-a donde te llevo hermosa? –pregunto el hombre
-a la estatal –respondo cortante fingiendo hacer algo interesantísimo en mi teléfono muerto, en estos momentos me arrepentia de haberme puesto los shorts que llevaba puestos y no un jean
-claro –volvio a girarse y puso el taxi en movimiento mientras me miraba de reojo
Minutos después estaba bajándome del taxi luego de haberle pagado al taxista violador, me dejo enfrente a un edificio gigante, los ladrillos que lo formaban eran rojizos y habían muchísimas ventanas por todo el lugar, habían unas escaleras que iban a unas puertas de madera oscura que estaba abiertas de par en par
Camine arrastrando las maletas tras de mi hasta entrar, una placa dorada que decía “oficinas” junto con una flecha apuntaban a una escalera, junto a la ancha escalera habia un ancho pasillo que iba a no se donde pero según la plaquita que estaba a su lado iba hacia el campus, del lado contrario estaba una puerta que según decía la plaquita allí colocada eran los archivos y junto a esta habia otra puerta que según la plaquita era la oficina del psicólogo Hawkins
Subi las escaleras y entre en la primera oficina que vi, detrás de un escritorio estaba una señora de unos 40 años sentada tecleando algo rápidamente en un computador, esta cuando se percato de mi presencia me sonrio amable
-que necesitas linda? –pregunto la señora
-vengo a buscar mis horarios y todas las cosas que sea que me tengan que dar –respondo acercándome a ella arrastrando las maletas detrás de mi
-claro linda, como es tu nombre?
-camille gibbs –ella asintió y volvió a teclear, minutos después me paso varias hojas –gracias
-de nada linda, que tengas un buen dia –se despide mientras yo voy a la puerta
Cuando estoy en la primera planta voy por un pasillo que según dice el mapa del campus que me dio la secretaria lleva al campus y efectivamente salgo del pasillo y delante mio hay un monton de jóvenes hablando entre si llendo de aquí para alla, según el mapa si doblo la siguiente esquina a la izquierda empezare a encontrar las fraternidades
Unos minutos después estoy llegando delante de una casa enorme y bastante bonita a decir verdad, estuve vagando de un lado a otro como loca con todo el mundo mirándome hasta que le pregunte a un grupo de chicos y me dieron indicaciones de como llegar, una vez enfrente toco el timbre, mientras abren la puerta yo reviso todas las cosas que me dieron en la oficina, son papales importantes, el reglamento, el mapa que no me sirvió de una mierda porque antes termine por perderme mas, mis horarios y algunos papeles con mis documentos además de uno que dice donde esta mi casillero y donde esta cada clase, entonces abren
Un chico castaño de lindos ojos color miel y con muy buen cuerpo esta apoyado en el marco de la puerta mirándome de arriba-abajo descaradamente y por segunda vez desde que llegue a este lugar me arrepiento de tener unos shorts puestos en lugar de un jean, cuando ya me mira completa me mira a los ojos sonriendo travieso
-te perdiste guapa?, si quieres te doy un tour por el lugar y me muestras donde vives –dice el castaño
-no gracias, esta es la fraternidad omega betta?
-claro nena, la que hace mejores fiestas y tiene a los mejores chicos del lugar –me guiña un ojo
-okay, ahora dejame entrar y llama al bastardo de darren –digo haciendo ademan con mi mano de que se corriera, el me mira divertido sin apartarse de la puerta
-por que quieres a darren? Yo soy mejor preciosa
-lo siento, darren es al único al que quiero romperle la nariz en estos momentos
-que te hizo darren? Eres alguna ex suya o que?
-ya quisiera el una ex como yo, será que dejas de ser tan sapo, llamas al jodido imbécil ese y me dejas entrar?
-aquí no entra ninguna chica si no es para jugar con alguno de nosotros y hasta que no me digas que quieres con darren ni te dejo entrar ni lo llamo
-escuchame idiota, no me aplaste el culo por horas en un puto avión, me aguante a un monton de pervertidos y estúpidos críos gritando para perder tiempo en un mono sin cerebro como tu, asi que o te quitas de la jodida puerta y llamas a ese imbécil o yo te quito y busco al imbécil por mi cuenta –el sonríe divertido
-no puedo dejar a un extraño entrar aquí –me sonríe arrogante, entonces es cuando dejo todos los papeles que tengo en la mano sobre una de las maletas, me acerco al chico y le meto un puñetazo en el estomago provocando que el se doble abrazandose a si mismo, tomo mis cosas y rápidamente entro dentro de la casa
-no tenias que ser tan agresiva preciosa –murmura este volviendo a pararse frente a mi –ahora salte o si tanto quieres entrar puedes pasarte por mi habitación
-no gracias pero tengo la regla de no involucrarme con idiotas críos egocéntricos como tu –digo
-y entonces porque buscas a darren?
-eso a ti no te importa
-alex porque tanto grito?! –dice un chico bajando por la escalera, me giro para mirarlo, es un castaño de ojos verdes también con un buen cuerpo, al igual que su amigo me recorre con la mirada descaradamente, luego me mira a los ojos sonriendo con esa típica sonrisa que usan los chicos para derretir a las chicas
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