Ética para amador 1 De qué va la ética.

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Ponte en su lugar

Ningún bicho, por cariñoso que sea, puede darme tanto como otro ser humano, a los hombres debemos tratarlos con cuidado, ese cuidado es el miramiento que se mantiene al manejar las cosas frágiles porque no son simples cosas.

Quien roba, miente, traiciona viola o mata no por ello deja de ser humano, por este hecho de ser aun humano puede transformarse de nuevo en lo mas conveniente para nosotros. Una de las características principales de todos los humano es la capacidad de imitación, en todo lo que llamamos civilización, cultura, etc., hay un poco de invención y mucho de imitación.

Los que llamamos malos se comportan de manera hostil y despiadada con sus semejantes, lo hacen porque sienten miedo, o soledad, o porque carecen de cosas necesarias que otro poseen. La mayor ventaja que podemos obtener de nuestro semejantes es la complicidad y afecto de más seres libres, la aplicación y el refuerzo de mi humanidad.

Tratar a las personas como personas consiste en ponernos en su lugar, comprenderle desde dentro, ponerte en el lugar del otro es tomarle en serio, considerarle tan plenamente real como a ti mismo.

El único interés es el de ser humano entre los humanos, dar y recibir el trato de humanidad sin el que no puede haber buena vida.

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Tanto gusto

Cuando la gente habla de inmoralidad el sermón trata de algo referente al sexo. El placer nos distrae a veces más de la cuenta, cosa que puede resultarnos fatal; todo puedo llegar a sentar mal o servir para hacer el mal, pero nada es malo solo por el hecho de que te de gusto hacerlo. Los puritanos son los calumniadores del placer, ellos aseguran que la señal de que algo es bueno consiste en que no nos gusta hacerlo, por supuesto ellos se consideran las personas más morales del mundo y guardianes de la moralidad de sus vecinos.

La diferencia entre el uso y el abuso es precisamente esa: cuando usas un placer, enriqueces tu vida y no solo el placer sino que la vida misma te gusta cada vez más; es señal de que estas abusando el notar que el placer te va empobreciendo la vida y solo te interesa ese placer en particular.

La templanza es la habilidad del hombre libre que consiste en poner al placer en servicio de la alegría, es la virtud que sabe no ir a caer del gusto en el disgusto. Es la amistad inteligente con lo que nos hace disfrutar.

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Elecciones generales

La ética sirve para intentar mejorarse a uno mismo, es el arte de elegir lo que más nos conviene y vivir lo mejor posible, se ocupa de lo que uno mismo hace con su libertad, lo importante es querer bien; en cambio la política es el arte de organizar lo mejor posible la convivencia social de modo que cada cual pueda elegir lo que le conviene, intenta coordinar de la manera más provechosa para el conjunto lo que muchos hacen con sus libertades, lo que la política cuenta son los resultados de las acciones.

La ética no puede esperar a la política. El proyecto ético parte de la libertad sin la cual no hay vida buena que valga, el sistema político tendrá que respetar al máximo las facetas públicas de la libertad humana.

El principio básico de la buena vida es aprender a considerar los intereses del otro como si fuesen tuyos y los tuyos como si fuesen de otro. A esta virtud se le llama justicia y no hay régimen político que no pretenda fomentar la justicia.

Las experiencias de la vida nos presentan en carne propia, incluso a los más afortunados, la realidad del sufrimiento. Tomarse al otro en serio consiste no solo en reconocer su dignidad de semejante, sino también en simpatizar con sus dolores que le afligen como antes o después pueden afligirnos a nosotros. Hay exigencias políticas que ninguna persona que quiera vivir bien puede dejar de tener.

Epilogo

Tendrás que pensártelo

La vida tiene sentido y sentido único; va hacia adelante, no se repiten las jugadas ni puede corregirse, por eso hay que reflexionar sobre lo que uno quiere y fijarse en lo que hace .guardar el ánimo ante los fallos, procurar no fallar, luego procurar fallar sin desfallecer.

Vivir no es una ciencia exacta como las matemáticas, sino un arte; la buena vida la debe ir creando cada cual según su individualidad única e irrepetible. En o de vivir bien, la sabiduría o el ejemplo de los demás pueden ayudarnos pero no sustituirnos.