ANALISIS DEL “FEDÓN” IDEAS PRINCIPALES

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Un tema que sobresale en este dialogo, sin duda es el de la inmortalidad, por lo que en el desarrollo del texto se nos brindan los argumentos sobre esta (la inmortalidad), encontrando como principales los siguientes: la compensación de los procesos contrarios; el argumento de la reminiscencia; la afinidad del alma con las Ideas, argumentando que el alma es semejante a ellas; además de que el modo de vida condiciona el destino futuro del alma. (69e-84b.)

La reminiscencia (74a-75c) ocurre cuando al ver a recordamos b (p. ej. el retrato de Simmias despierta el recuerdo de Simmias), cuando se da este proceso, somos capaces de decidir si falta mucho o poco para la igualdad perfecta entre a y b (p. ej. entre el retrato de Simmias y Simmias mismo), pero esta decisión sólo es posible si conocemos a (el retrato) y conocemos b (a Simmias mismo). Este fenómeno ocurre también en relación a la igualdad vemos una igualdad concreta (dos árboles que se parecen) y se despierta en nosotros la noción de igualdad perfecta, y podemos decir que esta igualdad concreta no es idéntica a la igualdad perfecta (pues la primera es imperfecta y mera semejanza o parecido); pero esto exige que ya conozcamos de antemano la igualdad en sí o perfecta (la Idea de igualdad). Si conocer es recordar, debemos saber antes de nacer cuando utilizamos los sentidos ya hacemos uso de este conocimiento (del conocimiento de "lo que es en sí", de las esencias); desde que nacemos utilizamos nuestros sentidos; luego este conocimiento debe ser anterior a nuestro nacimiento.

De igual modo se habla de la existencia de algunos destinos del alma (80c-82c), pudiendo clarificar tres:

Almas purificadas (80d-81a) entendiendo por purificación, no tener comercio o trato con el cuerpo, recogerse el alma en sí misma, dedicarse a la meditación, a la filosofía (aprender a morir). Estas tienen como destino marchar al Hades para unirse a los dioses, gozar de la sabiduría y la felicidad y vivir eternamente libres de temores, pasiones desbordadas e ignorancia. Entendiendo que Sócrates espera tener este destino tras lo que inmediatamente le va a ocurrir.

Almas no purificadas (81b-82a), un alma impura (81b) es la sierva del cuerpo y sus pasiones, engañada por él creyendo que lo único real es lo perceptible y sensual y aborreciendo lo invisible e inteligible, tiene como destino (81d) vagar por los cementerios, manteniendo algo de la materia visible de los cuerpos a los que se unían, y reencarnarse en cuerpos afines al carácter y conductas de su vida pasada, se nos brindan dos ejemplos de reencarnación (81e6-82a), los glotones y lujuriosos (inmoderados): en asnos; y, los amantes de lo injusto y la rapiña: en lobos y halcones.

Almas de los hombres virtuosos (82b-82c), de los que son virtuosos únicamente por costumbre: encarnarse en animales pacíficos y sociales como las abejas y las hormigas y humanos de bien. De los que son virtuosos, puros y practicantes de la filosofía: se parecen a los dioses, vivirán con ellos y gozarán de la felicidad; los verdaderos amantes del saber (filósofos), ya que estos: renuncian a los deseos y pasiones del cuerpo, no tienen apego por las riquezas y no persiguen las dignidades y honores.

Otro tema que es necesario mencionar es el tener a la filosofía como guía de la vida (82d-83e), ya que los verdaderos filósofos (82d) tienen interés por su alma y no tienen apego por su cuerpo; no siguen el camino de la mayoría; y, viven más libres y puros, se habla de las enseñanzas de la filosofía (82e), destacando que en esta vida el alma está ligada al cuerpo; el cuerpo es una prisión del alma; la fuerza de las cadenas que atan el alma al cuerpo es la pasión y el deseo; y que la filosofía consuela al alma y la libera, entendiendo así a la filosofía como método de liberación (83a-83d) ya que la filosofía enseña la verdad, que los sentidos muestran únicamente apariencias o ilusiones; que debemos utilizarlos con moderación y sólo para lo que sea estricta necesidad; aconseja al alma que se recoja en sí misma, y crea únicamente en lo que ella misma vea o demuestre, en las esencias o cosas en sí.

La filosofía propone la ascesis o moderación, esto es la renuncia a los placeres, deseos y pasiones del cuerpo pues sabe que si estos se viven intensamente, tras ellos vienen los males sensibles y, más importante aún, el mayor mal: creer, erróneamente, que lo que causa placer y dolor es real.

El alma se encadena al cuerpo al experimentar las pasiones ligadas al cuerpo, pasiones como el placer y el dolor tienen algo parecido a un clavo con el que sujetan el alma al cuerpo y la hacen corpórea; esto lleva al alma a creer que únicamente es real lo que el cuerpo dice que es real y conduce al alma a: tener las mismas opiniones que el cuerpo, y las mismas costumbres e inclinaciones; hacerse impura, y tras la muerte y, tras la muerte, entrar en otro cuerpo, y apartarse de lo puro, simple, y divino. Es por miedo a este destino por lo que los filósofos quieren adquirir la fortaleza y la templanza.

Este dialogo concluye con la narración de los últimos gestos de Sócrates (115b-118c). Aquí se nos hace una descripción de su actitud, ante la muerte. Una imagen serena de la despedida del filósofo y de cómo murió, por efecto de la cicuta, «el mejor hombre... de los que... conocimos, y, en modo muy destacado, el más inteligente y más justo».

CONCLUSIÓN

Como queda de modo evidente, el pensamiento de Platón es muy extenso y para poder entenderlo bien creo que se requeriría de amplios márgenes; sin embargo, del breve análisis realizado, puedo concluir lo siguiente: en primer lugar creo que es importante que el modo en el cual se desarrolla el diálogo es fácil de leer y por ende de entender.

De igual modo creo que este dialogo lejos de brindar conceptos, o abordar temas tan fundamentales como lo es la muerte, me brinda una visión nueva sobre la actitud que ha de tenerse ante la muerte, inclusive podría atreverme a decir que se brinda una teoría del buen morir, en donde puedo percibir la necesidad o importancia de como la capacidad racional de la persona es capaz de disipar los temores.

También descubro la concepción del alma en Sócrates, la teoría del Ideas, la teoría del conocimiento y se manifiesta un exagerado dualismo del alma.