Apología de Socrates. En el año 399 a.C., en Atenas, Sócrates fue acusado por Meleto
Enviado por Sara • 19 de Julio de 2017 • 1.548 Palabras (7 Páginas) • 711 Visitas
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Meleto, a la luz.
En segundo lugar toma la segunda parte de la acusación, en la que se le acusaba de corromper a los jóvenes con otros dioses. En el mismo interrogatorio saca una contradicción de Meleto:
“Sócrates delinque no creyendo en los dioses pero creyendo en los dioses”
Con esta contradicción que saca de las palabras de Meleto, Sócrates termina su defensa contra estos acusadores, los acusadores recientes, demostrando su inocencia.
A continuación Sócrates muestra su falto temor a la muerte empezando por no saber qué es y pudiendo ser algo bueno:
“…nadie conoce la muerte, ni siquiera si es, precisamente, el mayor de todos los bienes para el hombre...”
En segundo lugar comparándose con héroes antiguos como Aquiles, deja claro que por luchar por una causa noble no se debe tener miedo a la muerte, en su caso es una fidelidad a un Dios, un Dios que le ha puesto como misión filosofar y que aunque le pusieran en libertad con la condición de no filosofar, él no haría caso, ya que vale más la voluntad de un Dios que la de los hombres.
¿Cómo demuestra Sócrates su verdadera fidelidad al Dios? Pues de dos formas muy sencillas, la primera es la de no cobrar por su servicio y la segundo es el hecho de hacerlo privadamente, ya que el que de verdad lucha por la justicia, si quiere vivir tiene que hacerlo privadamente. Sócrates sólo quiere vivir para hacer la voluntad del Dios.
Demostrando así su falta de temor a la muerte, demuestra aún más que es inocente, y que si ha causado algún mal, lo habría hecho “inconscientemente”, ya que él solo busca hacer la voluntad del Dios.
Antes de dar paso a la primera votación Sócrates deja claro que no se va a humillar y no va a suplicar perdón, que no va hacer como otros que utilizan a los hijos para dar pena al jurado. Guardando así su reputación como la del pueblo ateniense además de que no le parece justo:
“…tampoco me parece justo suplicar a los jueces y quedar absuelto por haber suplicado, sino que lo justo es informaros y persuadiros…”
Tras la primera votación Sócrates es declarado culpable. Entonces Meleto propone la pena de muerte. Sócrates continúa su defensa diciendo:
“…me dirigía a hacer al mayor bien a cada uno en particular…”
Y comienza proponiendo “la manutención en el Pritaneo”, un honor muy estimado, y lo propone porque ha hecho un bien y no un mal. Luego deja claro que no puede proponer un destierro ya que eso sería desobedecer a su Dios, pero al final lo que propone como castigo para él mismo es dinero, ya que no le hace ningún daño, llegando hasta treinta minas.
En nueva votación el tribunal condena a muerte a Sócrates cambiando su voto casi ochenta jueces en contra de Sócrates. Con este resultado Sócrates profetiza a los que le condenan:
“…después de mi muerte os va a venir un castigo mucho más duro, por Zeus, que el de mi condena a muerte…”
Con esto se despide de los que le han condenado y ahora se dirige a los que votaron su absolución. Dice que esto que para las personas es un mal, en su caso posiblemente sea un bien y que tiene una gran prueba de ello. Esta prueba es que la señal de Dios no lo ha retenido en sus palabras, no se le ha opuesto en ningún momento, con lo que Dios, ha querido que hablase así y que le condenaran a muerte.
Habla Sócrates de la vida del más allá, donde se encuentran todos aquellos que han sido juzgados injustamente como él y con los que podrá dialogar tras su muerte. Invita a los jueces en estar en esperanza con respecto a la muerte puesto que no existe mal alguno para el hombre bueno. Y que:
“Tampoco lo que ahora me ha sucedido ha sido por casualidad”.
Para terminar les pide una cosa a estos jueces “amigos” que es la siguiente:
“Cuando mis hijos sean mayores, atenienses, castigadlos causándoles las mismas molestia que yo a vosotros, si os parece que se preocupan del dinero o de otra cosa cualquiera antes que de la virtud, y si creen que son algo sin serlo, reprochadles, como yo a vosotros, que no se preocupan de lo que es necesario y que creen ser algo sin ser dignos de nada.”
Con esta petición refleja Sócrates lo que ha sido su vida, un continuo reproche a aquellos que por su materialismo no han buscado lo más importante, la verdad y la justicia. Después de esta petición Sócrates deja una cuestión en el aire, ¿Quién se dirige a una situación mejor, él a la muerte o ellos a la vida? Tras esto muere injustamente Sócrates al que se le puede considerar como el mártir de
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