COMO ES QUE SE DA UN BUEN concepto de lo político

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Al haber identificado tanto el enemigo como el conflicto político, se sustenta la existencia de “lo político” en el antagonismo del movimiento indígena y la “revolución ciudadana”, ya que como expone Schmitt:

“Todos los conceptos, las expresiones y los términos políticos poseen un sentido polémico; tienen presente una conflictividad concreta, están ligados a una situación concreta, cuya consecuencia extrema es el reagrupamiento de la polaridad amigo-enemigo.” (Schmitt, 1984, pág. 27)

De esta manera se determina la existencia de “lo político” sin embargo para cumplir con el objetivo trazado en la introducción de este ensayo será necesario determinar la intensidad del concepto, meta para la cual se propone un análisis a fondo del “antagonismo político” que recaerá en la lógica del ya descrito e identificado “conflicto político”.

El “Antagonismo Político” como “Política Interna” en el conflicto Movimiento Indígena- “Revolución Ciudadana”.

Schmitt definirá un antagonismo específico que servirá para precisar conflictos al interior de un Estado, mismo al que cataloga como “Política Interna”, expresando que este concepto poseerá viabilidad mientras el Estado pueda presentarse como una unidad política organizada que ha perdido su fuerza y como consecuencia a esto las contraposiciones al Estado han adquirido una mayor intensidad que los enfrentamientos externos, haciendo “que se contraponga un comportamiento ‘político-estatal’ a uno ‘político-partidario’(…) aquí continua siendo esencial para el concepto de ‘lo político’ una contradicción o un antagonismo en el interior del Estado” (Schmitt, 1984, pág. 27)

Entonces, “el antagonismo político es el más intenso y extremo de todos y cualquier otra contraposición concreta es más política mientras más se aproxime al punto extremo” (Schmitt, 1984, pág. 26), esta referencia será esencial para la identificación de la intensidad del conflicto movimiento indígena- “revolución ciudadana” como antagonismo en cuanto a “política interna” ya que Schmitt argumenta que el punto extremo de la política interna se da cuando “en el interior de un Estado las contradicciones entre partidos políticos se convierten en ‘las’ contradicciones políticas” (Schmitt, 1984, pág. 29) este grado extremo de la política interna se verá expresado en la posibilidad real de lucha.

“Los conceptos de amigo, enemigo y lucha adquieren su significado real por el hecho de que se refieren (…) a la posibilidad de eliminación física” (Schmitt, 1984, pág. 30), señalando así a la eliminación física no como un fin o una meta, sino que esta debe existir como una posibilidad real para que el concepto de enemigo pueda mantener su significado ya que “determina de modo particular el pensamiento y la acción de un hombre, provocando así un comportamiento específico. (Schmitt, 1984, pág. 31)

En el levantamiento y paro nacional convocado en su mayoría por dirigentes indígenas la posibilidad de eliminación física se ve expresada en la violencia, Jorge Herrera presidente de la CONAIE hace referencia a esto manifestando que “En este tiempo de gran levantamiento del pueblo, el Gobierno, en vez de dar respuesta a los problemas reales, se nos está dando respuesta con violencia” (La Hora, 2015b), de la misma forma varias fuentes dan cuenta de este antagonismo llevado a su extremo mediante el uso de la violencia como el diario “El Universo” quien declara que:

“Se realizó una evaluación de la violencia que utilizó la policía y los infiltrados, donde Severino Sharupi, dirigente de la CONAIE explica fue atacado por civiles (…) al igual que la hija del presidente de la CONAIE , apresada y golpeada por policías: ‘la golpearon y le sacaron un diente’, aseguró (…) además en la tienda médica de El Arbolito cerca de 50 indígenas recibieron atención médica por golpes, contusiones y otros problemas causados por la violencia, comentó el médico Carlos Figueroa.” (El Universo, 2015b)

Así también, como manifiesta el diario la Hora en uno de sus artículos, las mujeres indígenas llevan un pedido ante el sistema de las Naciones Unidas, demandando se realice un seguimiento a la violación de los derechos humanos por parte del Gobierno ecuatoriano asegurando que “la represión del Estado sobre estas medidas (levantamiento y paro) ha sido desproporcionada” añaden también que “con el Decreto de Estado de Excepción, policías y militares han allanado viviendas en Saraguro, zona lejana al ámbito de posibles repercusiones de la actividad del Cotopaxi.” (La Hora, 2015a), este medio expone a su vez que “La organización Human Rights Watch (HRW) denunció hoy (17 de agosto del 2015) el uso excesivo de fuerza de parte de la policía ecuatoriana durante las protestas que se registraron el pasado “jueves (13 de Agosto del 2015) en Quito.” (La Hora, 2015c)

Asimismo el mandatario expresó, tras una semana de protestas, en su tradicional enlace ciudadano que “Los violentos serán sancionados con todo el rigor de la ley” refiriéndose a los 437 “actos vandálicos” que se suscitaron con motivo del paro de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), al que se sumaron políticos de oposición y dirigentes identificados con el desaparecido MPD asegurando que:

“Si bien durante la mañana y parte de la tarde la jornada (…) se desarrolló con relativa normalidad en el país, desde las 18:00 hubo actos violentos de grupos (…) que arremetieron contra policías (…) incluso, en imágenes se observó cómo otros causaron destrozos en los bienes públicos de la capital (…) tuvimos más de 80 policías heridos, esta gente es muy violenta, nunca los he visto tan violentos, esta gente quería un muerto (...), fracasaron totalmente.” (El Telegrafo , 2015)

Frente a lo presentado, claramente en Ecuador “lo político” se pone de manifiesto en “la política interna” ya que las contraposiciones al interior del Estado son de mayor frecuencia e intensidad que aquellas externas, como claro ejemplo está el ya mencionado paro nacional dirigido por el movimiento indígena entre el 10 de Agosto hasta el día 15 del mismo mes, donde las contradicciones entre el gobierno de alianza país y las organizaciones sociales encuentran su “grado extremo” expresado en la lucha y la posibilidad real de eliminación física exteriorizada en la violencia, ejercida tanto hacia los movimientos de protesta como hacia la fuerza pública pro gobierno, donde como ya ha expresado Salvador Quishpe, en su periodo de prefecto de Zamora