Cosmovición del hombre

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De La Mirandola: Ve al hombre como la suprema realidad de la naturaleza, como un microcosmos que reprouce elementos; el material, la orgánica y el celeste del macroscosmos. Imbuido de dignidad y nobleza, el hombre debe esforzarse para responder a la alta misión a la que ha sido creado, que es la de comprender la unidad del principio divino.

Descartes: Definio al hombre como un ser corporal solo como "UNA COSA QUE PIENSA".

Pascal:- Pascal por encima de todas las cosas ve al hombre como algo pensante, siendo esta la cualidad indispensable que hace al hombre ser hombre. “El hombre es una caza, la más débil de la naturaleza; pero es una caña pensante. No hace falta que el universo entero se arme para aplastarla: un vapor, una gota de agua basta para matarla. Pero aunque el universo lo aplaste, el hombre sería todavía más noble que lo que lo mata, puesto que sabe que muere y el poder que el universo tiene sobre él ; el universo, en cambio, no lo sabe.

Nietzsche: El hombre no es más que una etapa entre el mono y lo que se llama "súper hombre":

Kant: Según Kant, lo que caracteriza al ser humano es su racionalidad y, puesto que la razón implica universalidad y comunidad, también forma parte de su naturaleza la sociabilidad. Por su racionalidad, el ser humano es autónomo y libre. a pesar de ello, sus acciones pueden estar aún dominadas por el instinto, lo cual indica su dependencia respecto al mundo exterior y su dependencia biológica, lo que constituye su tendencia heterónoma. Lo que une a los hombres en una comunidad aún imperfecta es:

- Las formas apriorísticas y, por ende, universales (espacio y tiempo, y las categorías a priori del entendimiento).

- El imperativo categórico.

-El juicio estético (en parte material y en parte formal). Lo que los separa es la materia sensible, y lo a ella asociado: sensaciones, tendencias, e intereses egoístas.

Hegel: Hegel determina el mal desde la idea de lo infinito y lo finito. Para ello se aproxima al concepto que tiene el hombre, creyente o no, de Dios y descubre que se le representa como un ser infinito que trasciende la realidad y los seres por Él creados. Es decir, Dios, aparentemente, se le entiende como el Ser radicalmente distinto de la creatura. Sin embargo, al filósofo de Stuttgart esta concepción que separa de manera neta lo finito y lo infinito no le convence: “debemos preguntarnos si la antítesis entre finito e infinito posee alguna verdad, es decir, si ambas contrapartes se separan y subsisten en forma independiente”

Marx: en oposición a la mayor parte de la tradición filosófica (y especialmente a Aristóteles, que había visto la esencia del hombre en la razón teórica en donde la meta es la pura contemplación), concebirá al hombre un ente que se produce a sí mismo (erezeugend). Y este acto autogenerador del hombre, es, el trabajo.

Para Marx, lo que el hombre es, no puede determinarse a partir del espíritu ni de la Idea sino a partir del hombre mismo, de lo que éste es concretamente, el homber real, corpóreo, en pie sobre la tierra firme y aspirando y exhalando todas las fuerzas naturales. El hombre no es un ser abstracto, fuera del mundo sino que el hombre ES en el mundo, esto es el Estado y la sociedad.

Esto significa que, en vez de buscar la esencia del h ombre como determinación interior, Marx buscará relaciones 'exteriores' en virtud del intercambio que cada hombre mantiene con la naturaleza y con los otros hombres: "La esencia humana no es algo abstracto e inherente a cada individuo, es en realidad, el conjunto de las relaciones sociales" Marx

Sartre: Según Sartre, el hombre está CONDENADO A SER LIBRE. Condenado, porque no se ha creado a sí mismo, y sin embargo, por otro lado, es libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace.

Sartre también afirma que el existencialismo no cree en el poder de la PASIÓN en el sentido de que ésta actúe como un torrente devastador que conduce fatalmente al hombre a ciertos actos. Según Sartre, el hombre es el responsable de su pasión ya que, sin ningún apoyo, está condenado a cada instante a inventar al hombre.

Al mismo tiempo, el hombre es un ser DESAMPARADO ya que tiene que asumir sus propias responsabilidades sin esperar ayuda del más arriba.

Darwin: según Darwin el hombre es un animal más, ha evolucionado a través del tiempo, tiene descendencia del mono hasta llegar a la categoría de Homo Sapiens y es diferenciado del resto por su capacidad racional.

Para las culturas mesoamericanas era diferente, pues en cada una habían creencias diferentes:

Cultura Maya: Creían que el hombre fue hecho tres veces: la primera vez de barro, la segunda de madera y finalmente de maíz, pero al final lo acreditarón como una críatura racional.

Cultura Azteca: Esta cultura sostenía que el hombre era la encarnación de una partícula de espíritu celeste, su alma proviene del sol, además el hombre es un espejismo en la tierra cuya alma está atrapada en una cárcel de sangre que le impide el conocimiento pleno de la verdad.

Cultura Inca: Veían al hombre como un ser totalmente capaz de mejorar todo lo que ha hecho.

Edad contemporánea: La concepción antropológica de la edad contemporánea tiene como trasfondo las ideas teológicas de las iglesias; así pues la concepción del hombre que va a predominar durante gran parte del Medioevo va a ser la concepción cristiana.

Conclusión:

El hombre es el objeto de estudio propio de la humanidad, es decir, lo principal es conocerse así mismo.

Cada filósofo tiene su propia opinión respecto al concepto del hombre, pero están relacionados entre sí porque hablan sobre el cuerpo y alma del hombre. Desde el punto de vista filósofico, el ser humano no se puede confundir con un objeto, porque es un espíritu encarnado que se encuentra relacionado con otros por medio de su cuerpo. Por lo tanto, el hombre es un ser abierto al ser trascendente y está en situación de poder reconocer que su esencia es un don; pero por otra parte, a partir de este don fundamental puede y debe mostrar que el don actualmente consiste para el hombre en encontrar el sentido de lo eterno y oponerse a todos aquellos que pretenden orientar su vida en sentido de su historia, es decir nuestro mundo actual, es llevado por la fascinación