EL IDEALISMO ALEMÁN
Enviado por Sandra75 • 21 de Noviembre de 2018 • 2.382 Palabras (10 Páginas) • 342 Visitas
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Sin embargo, es preciso entender el concepto de Yo, acorde con la filosofía de Fichte. El filósofo define como “Yo”, la actividad absoluta libre y sin condiciones, con atribuciones metafísicas, que periten a cada individuo, inconscientemente, construirse a sí mismo o autodefinirse.
El sujeto, como ser pensante, es un ser dinámico, el cual busca autodefinirse. Para ello, según Fichte, el Yo se opone su antítesis, es decir el No-Yo (la naturaleza, mundo material, todo lo que esta fuera del yo, de la razón), a través de un proceso de auto concientización y contradicción, en el cual todos los condicionamientos que éste se genera son superables; en otras palabras, el mundo material no representa un obstáculo para el Yo como espíritu humano, en tanto que lo material, como realidad, es producto de la actividad inconsciente del mismo Yo absoluto.
De lo anterior se desprende, que todo aquello que es material, natural, o que no es percibido por el Yo a través de la razón, es una realidad que si bien existe, conforma el No-Yo; siendo incluso el propio cuerpo como contenedor del espíritu es considerado como materia, y no forma parte de la razón, siendo parte del No-Yo.
En este sentido, si todo lo que existe es producto de la razón, ésta tiene una capacidad “creadora” ilimitada que funciona como la única fuente de conocimiento para que el Yo pueda definirse a sí mismo y hacerse libre. Ahora bien, este mecanismo de autoconocimiento, se basa en la contraposición del Yo con el No-yo, en el sentido de que un individuo puede entenderse a sí mismo, a través del conocimiento de lo que no es, y a medida que la razón actúa reconociendo y asimilando todo aquello que no se es (el mundo exterior) y los obstáculos que ella misma se impone, el individuo va superándose y liberándose a sí mismo, a la vez que desarrolla su vida espiritual.
Por otro lado, Fichte hace una distinción entre lo que es la conciencia del sujeto y la autoconciencia. Tal distinción se basa, en que no es lo mismo ser consciente de la realidad, como mundo exterior, que ser autoconsciente de uno mismo, como ser autodefinido y distinto al No-Yo.
Una vez que el sujeto se ha autodefinido y comprendido, así como determinado su No-Yo, el filósofo plantea una “ética de superación”, es decir que el vencimiento de los obstáculos del Yo, son un mecanismo para lograr hacerse libre, en vista de que a medida que más se va conociendo el sujeto, se domina al mundo exterior, por lo que se establece menos límites y por consiguiente, es más libre. No obstante, el dominio del mundo exterior no se dirige al dominio de la voluntad del hombre por sobre las cosas, sino al medio para lograr la libertad y mejorar tanto personalmente como colectivamente.
Por otro lado, Trifonovich (1978) expone, que la filosofía para Fichte solo tiene dos vertientes fundamentales, el dogmatismo (o materialismo) y el idealismo. Cada filósofo, se inclinara por una u otra corriente, acorde con su carácter. Así, en primer lugar, el dogmatismo, teoría inexplicable para el filósofo, parte del “ser” a la conciencia, gracias a que las actividades del sujeto provienen de la experiencia anterior, es decir, que el sujeto se ve condicionado por el mundo exterior, lo que entendemos como el No-Yo, y se rige no por la libertad, sino por las necesidades objetivas. Por el contrario, el idealismo parte de la conciencia al “ser”, lo cual es posible en la medida que es factible dirigir la conciencia (la razón) a las actividades cognoscitivas que realiza el pensamiento. A través del idealismo, el hombre se construye a s mismo en la medida que vive en su propio mundo y se impone frente a la realidad producto de su inteligencia. En otras palabras, para el dogmatismo, la realidad, como naturaleza o lo material, será el factor que crea la inteligencia, mientras que para el idealismo, la realidad es creación de la inteligencia. (pág. 334)
Como se puede notar, la filosofía de Fichte, consiste en una interpretación bajo tu temperamento de la obra kantiana, que representa la necesidad y el enardecimiento por la búsqueda de la libertad, tomando en cuenta que el panorama en Europa para ese entonces, giraba en torno a la Revolución francesa. En este sentido, otros filósofos se identificaran con Fitche, pero presentando discrepancias con sus obras.
Así, encontramos a Friedrich Schelling, un filósofo alemán del siglo XVIII, que ofreció catedra de Filosofía en Jena, cuya ora fue precedida por la “inspiración” que recibe de Fichte, sobre la libertad y la interpretación de la obra kantiana, ya que se ubicaba en un ambiente donde la corrupción llegaba hasta el desarrollo del espíritu. Schelling, quien se considera hasta cierto punto seguidor de Fichte, comenzó a formular pensamientos discrepantes con respecto al fondo de la filosofía de Fichte. Era un filósofo del romanticismo, por lo que tenía un temperamento más artístico que político (a diferencia de Fichte) que se avocaba a la intuición y a la evolución del pensamiento, y se fundamentaba en la introducción de la “naturaleza” en el pensamiento idealista. (Verneaux, R. 2009, Pág. 9)
De esta forma, aplicando lo principios básicos de la filosofía de Fichte, quien establece que la naturaleza, es un producto negativo del intelecto (como actividad inconsciente del Yo), representando lo que sería el No-Yo, lo que la convierte para el Yo en un obstáculo en tanto que limita su actividad, al desenvolverse sobre únicamente en lo que simboliza su no-yo; es decir, limita la libertad del Yo. Para Schelling, la naturaleza representa vitalidad y sirve como mecanismo de creación constante independientemente de la actividad del yo pero fuertemente unidas, que por tanto, no se ajusta a la visión negativa que le designa Fichte. (Ochoa, H. 2011)
En otras palabras, Schelling considera como absoluto, coincidiendo con Spinoza, como una sustancia infinita, en la que la unidad o la correlación que existe entre la naturaleza y el espíritu (representado por el Yo), constituye una expresión de ese infinito, en la medida que el filósofo plantea, que se puede llegar a la naturaleza a partir del Yo o del espíritu y recíprocamente al revés, como un mecanismo de intercambio potencial que constituye el absoluto. Así, a través del No-Yo, se puede conocer al Yo y viceversa. (Verneaux, R. 2009, Pág. 11)
Schelling, considera la naturaleza como materia vivificada, es decir, que tiene un alma; es un microcosmos que se refleja en el hombre creando una identidad entre lo que sería el sujeto (Yo) y el objeto (la naturaleza). Sin embargo señala, que (acorde con Fichte), la naturaleza es creación (positiva) del intelecto, específicamente la actividad que se genera a través
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