Igualdad de genero en el transporte publico

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- Conclusión:

La solución a los problemas de acoso en el transporte público no están en seguir separando, ni esforzarse por hacer esta division más efectiva. Sino que se trata de orientar la seguridad existente a la protección de todos los usuarios del acoso de cualquier otro pasajero, independientemente de su sexo. Es por ello que es necesario dar una capacitación a los elementos de seguridad de los sistemas de transporte público, así como implementar campañas tanto en el transporte como en recintos educativos, espacios públicos e instituciones educativas para informar acerca de estas situaciones y de cómo enfrentarlas en un esquema de colaboración comunidad–autoridad y así hacer del transporte público un espacio seguro para todos y libre de binarismos discriminatorios e ineficaces.

El problema hay que enfrentarlo desde raíz, si desde casa se enseñara a hombres y mujeres por igual el significado de la palabra respeto, el camino en el transporte público seria más ameno, es decir, la primera problemática que se debe de atacar es desde casa, posteriormente en las escuelas, de manera en la que los niños se vayan convirtiendo en adultos, tengan la debida educación y respeto que se requiere para viajar en dicho transporte.

Una vez que esté implementada esta acción tanto en casas y escuelas, por medio de infomerciales habría que educar a la sociedad que actualmente ocupa el transporte para que poco a poco se vea una diferencia en la ciudadanía.

Por ultimo, cuando la generación actual, como tanto la nueva esté prácticamente informada y educada por los diversos medios que se han mencionado, ahora es implementar la práctica de toda la teoría que se vería a través de estos medios, proponiendo un ejemplo, en la Ciudad de México existe un horario en el que los primeros vagones del sistema colectivo metro son exclusivamente ocupados por mujeres y niños, al implementar poco a poco esta nueva política podría ser, o reducir los vagones solo utilizados por mujeres, o reducir los horarios en los que estas medidas se han utilizado, para que de esta manera y siendo positivos en el cambio que se generaría las mismas personas estén abiertas a la posibilidad de compartir el espacio con personas del género contrario.

De esta manera puede crear el compartimiento de espacios con personas de género distinto, no habrá razón para dividir al transporte público, y de esta manera existiría de forma real una igualdad de género sin los problemas que existen actualmente en la sociedad mexicana.

Esta se consideraría una política pública a largo plazo para que, como ya se ha mencionado, la diferencia se vaya haciendo notar gradualmente gracias a los informes que se darían acerca de las pequeñas diferencias que esto causaría, para que de esta manera las personas que conforman la sociedad de una manera no escolarizada o tan teórica puedan pasar estos conocimientos sobre el respeto y educación a generaciones futuras y la Ciudad de México- por lo menos- sea una ciudad en la que existe una igualdad sin necesidad de barreras u horarios.