LA CIENCIA Y LA EDUCACIÓN

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educación ésta situación es particularmente palpable, por ejemplo menciona Durkheim que “en las ciudades griegas y latinas, la educación preparaba al individuo para subordinarse ciegamente a la colectividad, para llegar a ser la cosa de la sociedad” “el standard of life” “en la edad media la educación era ante todo cristiana; en el Renacimiento toma el carácter más laico y literario; hoy día la ciencia tiende a tomar el lugar que antiguamente tenía el arte en la educación. ¿Se dirá que el hecho no es el ideal; que si la educación ha variado es porque los hombres se han equivocado sobre lo que ella debía ser? Pero si la educación Romana hubiera tenido impreso un individualismo comparable al nuestro, la ciudad romana no habría podido mantenerse; la civilización latina no habría podido constituirse ni, por consiguiente, nuestra civilización moderna, que en parte deriva de ella. Las sociedades cristianas de la Edad Media no habrían podido vivir si hubieran dado al libre examen el lugar que le damos hoy en día. Hay, pues, en todo ello necesidades inevitables de las cuales es imposible abstraerse. ¿Para qué puede servir el imaginarse una educación que sería mortal para la sociedad que la pusiese en práctica?”

Sin embargo menciona Thuillier que aunque la objetividad constituye un ideal lejos de alcanzarse, “el investigador se ve obligado a correr riesgos, a apoyarse sobre determinada concepción de la naturaleza, a postular relaciones que tal vez sean inexistentes, a formular conjeturas audaces e incluso temerarias, a manipular los hechos de forma a veces demasiado hábil” y es precisamente ésta actitud la que ha proporcionado los más notables avances en las ciencias, no siendo el área educativa una excepción. Al respecto Durkheim afirma que “si empezamos preguntándonos cuál debe ser la educación ideal, abstrayendo toda condición de tiempo y de lugar, es que admitimos implícitamente que un sistema educativo no tiene nada real en sí mismo. No vemos en él un conjunto de prácticas y de instituciones que se organizaron lentamente en el curso del tiempo, que son solidarias de todas las otras instituciones sociales y que son expresión suya, y que, por tanto, como ocurre con la estructura misma de la sociedad, no pueden cambiarse cuando se quiere. Nos figuramos que los hombres de cada tiempo lo organizaron voluntariamente para realizar un fin determinado, no tenemos que solidarizarnos con los errores de observación o de lógica que hayan podido cometer los que vivieron antes de nosotros; pero podemos y debemos ponernos el problema, sin ocuparnos de las soluciones que se le hayan dado, no debemos preguntarnos sino lo que debe ser. Las enseñanzas de la historia pueden servir para ahorrarnos la reincidencia en los errores que se cometieron antes”.

Como conclusión a éste análisis podemos afirmar que en las ciencias de la educación y particularmente en el desarrollo histórico propio de la educación se pueden observar claramente las cuestiones inherentes a la ciencia que Thuillier establece.

En la segunda parte de éste trabajo analizó brevemente el enfoque que se le da a la enseñanza actual de las ciencias, particularmente en la educación básica.

Los programas de estudio 2011 mencionan como dos de los propósitos de la enseñanza de las ciencias:

• Reconocer la ciencia como una actividad humana en permanente construcción, con alcances y limitaciones, cuyos productos son aprovechados según la cultura y las necesidades de la sociedad

• Desarrollar habilidades asociadas al conocimiento científico y sus niveles de representación e interpretación acerca de los fenómenos naturales.

De acuerdo al análisis que realiza Thuillier de las ciencias, el primer propósito mencionado reconoce adecuadamente el carácter infinito de la construcción científica, así como sus limitaciones. Un aspecto a considerar es la aclaración de que el aprovechamiento de los productos de la ciencia están en función de la cultura y las necesidades de la sociedad, lo que nos lleva nuevamente al aspecto social y cultural que no permite el trabajo realmente libre del científico y que abiertamente predispone al estudiante de ciencias a que su trabajo debe estar al servicio de... En cuanto al segundo propósito mencionado consideró que con toda la complejidad que implica el conocimiento científico, es importante el desarrollo no solo de habilidades sino de igual manera de actitudes respecto a la actividad científica ya que debemos evitar lo que el propio Thuillier afirma al decir que “las sesiones de los trabajos prácticos de nuestro sistema de enseñanza contribuyen a falsear las perspectivas, los estudiantes experimentan la mayor parte de las veces sin acabar de darse cuenta de la amplitud del trabajo que ha sido necesario para perfeccionar las nociones y los instrumentos que utilizan”.