OBJETO Y RAMAS DE LA ANTROPOLOGIA

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Fuera de la diversidad de estudios etnográficos que han permitido el desarrollo de la etnología, la antropología cultural tiene dos ramas fundamentales: la arqueología y la lingüística.

La arqueología busca reconstruir las formas culturales del pasado y señalar su crecimiento con apoyo de testimonios escritos, pero privilegiando otras huellas o rastros dejados por los grupos humanos ya desaparecidos, tales como albergues, utensilios, herramientas, recipientes, pinturas etc., elementos estos que permiten la reconstrucción de la cultura de un pueblo, incluyendo aspectos no materiales, como formas de organización social, o creencias religiosas. Sobre estos aspectos adelanta hipótesis e inferencias teóricas explicativas. En este sentido, la arqueología es el sustento central de la prehistoria en los estudios antropológicos. No sólo nos muestra el pasado sino, además, los modos como cambian y evolucionan las formas culturales.

La lingüística, estudia el origen, composición, estructura y funcionamiento de las lenguas, incluidas las que hoy se hablan, las que sólo se conocen por textos escritos o aquellas que no tienen representación escrita. Reconstruye la historia de las lenguas y de los grupos de lenguas, y a través de comparaciones determina los rasgos comunes entre las lenguas y sus aspectos específicos. La antropología considera que para estudiar una cultura concreta es indispensable conocer a cabalidad su lengua, no sólo para entenderse con los Individuos que la integran, sino por las múltiples relaciones que hay entre la lengua de un pueblo y los demás aspectos de su cultura.

También la lingüística antropológica intenta comprender el proceso del pensamiento y la organización de la estructura conceptual que se expresa en el lenguaje, e interpretar el papel del lenguaje en las sociedades humanas.

El panorama, pues, de la antropología cultural es muy vasto, como vasta y compleja es la empresa humana. Nanda, muy descriptivamente, nos aclara que los antropólogos "estudian tanto los pequeños aspectos de la vida diaria como los eventos dramáticos. Estudian las maneras las madres sostienen a sus bebés, o como se dirigen los hijos a los padres. Desean saber no sólo como un grupo consigue se comida, sino las reglas para comerla. Los antropólogos están interesados en lo que piensan las sociedades humanas sobre el tiempo y el espacio; cómo ven los colores y cómo los nombran. Se interesan en la salud, la enfermedad, en el cuerpo humano y en el significado cultural de la variación física. Los antropólogos están interesados en el sexo, el matrimonio, el nacimiento y la muerte. Se interesan en el folklore y los cuentos de hadas, en los discursos políticos y en la conversación cotidiana. Para el antropólogo, las grandes ceremonias y los rituales ordinarios para saludar un amigo son dignos de ser investigados. Cuando están fuera de su contexto, algunas de las cosas que estudia el antropólogo pueden parecer extrañas o tontas, pero cada aspecto de la humana es significativo como parte del intento de entender la vida humana y la sociedad" [3].

Muchos manuales y estudiosos incluyen, como precedente a la antropología física y cultural, una rama que se interesaba y se interesa teóricamente por el hombre, por su puesto en el mundo, por su sentido y destino y que no es otra cosa que la antropología filosófica. En sus orígenes, los temas de la antropología filosófica fueron objeto de la especulación de los filósofos Griegos, quienes consideraban al hombre en su dimensión de espíritu pensante. Durante la época moderna, especialmente en el siglo pasado, los pensadores profundizaron en la reflexión filosófica sobre los datos biológicos y culturales que empezó a ofrecer la naciente antropología científica. Se quería estructurar una teoría unitaria sobre el hombre en su género universal. En la actualidad, la antropología filosófica es una reflexión globalizante sobre los resultados obtenidos por las distintas disciplinas sociales y humanas. Esta reflexión filosófica no interfiere la investigación científica, la puede complementar. Además, se sitúa en otro nivel y tiene un estatuto epistemológico propio, es decir, no tiene pretensiones de conocimiento científico, pero, posee sus propias condiciones de validez como conocimiento interpretativo sobre los fenómenos humanos.

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LECTURA COMPLEMENTARIA

Guía de lectura

La antropología, generalmente, no actúa sola sino en estrecha relación con otras disciplinas afines. 0pta, con regularidad por un enfoque interdisciplinario intentando superar los marcos aislacionistas en que comúnmente caen los apologistas de la especialización.

En esta lectura (aparte de un escrito más largo) intentamos abordar la temática interdisciplinaria, desde el punto de vista de la antropología.

"Unidad de las disciplinas sociales" [4]

Trabajo interdisciplinario

El tema de la interdisciplinariedad está al orden del día; particularmente entre lo cultores de las Ciencias Humanas. Numerosos eventos como seminarios y talleres giran alrededor de este lema. Evidentemente la realidad no es antropológica, no sociológica ni histórica, sino realidad compleja, y todas las disciplinas y los métodos no representan mas que aproximaciones más o menos imperfectas a ella, a diferentes niveles de abstracción y aproximación.

Entre las razones para que existan vínculos necesarios entre Historia y Antropología es la necesidad y la lucha de los pueblos por rescatar y crear su historia y su cultura. Existe la tendencia en algunas escuelas antropológicas a tener en cuenta la Historia y utilizar entonces sus conceptos y metodologías. La Historia por su parte, se ha enfrentado no pocas veces a problemas que se consideran propios de la Etnología.

En el estudio metódico de los mitos y las ideologías, la antropología ha debido acopiarse de las herramientas de la lingüística y la semiología, de las interpretaciones y criterios de la psicología y el psicoanálisis, y de los aportes de la historia de las religiones. Por su parte los historiadores no han dejado de lado lo que los etnógrafos y etnólogos, así como los sociólogos y economistas han ofrecido en numerosos estudios sobre las sociedades pasadas y presentes.

La sociología y la Antropología, desde finales del siglo XIX y en todo el transcurso del XX, han discutido sobre los alcances y el campo especifico de cada una;