Objeto nº 1 Vasija de cerámica griega
Enviado por Eric • 18 de Septiembre de 2017 • 1.224 Palabras (5 Páginas) • 501 Visitas
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Aspectos técnicos y detalles de la elaboración.
El sarcófago fue tallado en madera para luego ser recubierto por una capa de estuco. Posteriormente fue pintado en blanco, decorado con pigmentos y protegido por una capa de barniz. El estuco que lo cubre es una pasta de grano fino que se compone de cal apagada (normalmente, cales aéreas grasas), yeso y mármol molido. En el antiguo Egipto se utilizaban pigmentos inorgánicos para elaborar las pinturas que decoraban las obras sagradas como templos, tumbas o sarcófagos. Por ejemplo, la capa de pintura blanca que se menciona anteriormente se lograría con una mezcla con base de caliza o yeso. Cabe destacar el caso del azul egipcio, como el que vemos en la parte del sarcófago correspondiente a la cabeza. Este pigmento es, probablemente, el primer pigmento sintético de la historia. Se trata de un producto obtenido por fusión a muy altas temperaturas de una mezcla de arena silícea, mineral de cobre (malaquita o azurita), calcita y natrón.
Descripción de la pieza
El ataúd tiene forma antropoide masculina. El rostro está cubierto con una lámina de color dorado sobre la que se reflejan los rasgos convencionales que se le solín dar al difunto en difunto, como ojos grandes, nariz ancha, labios gruesos y orejas ligeramente despegadas. Se puede observar también un peluca dividida en tres partes y decorada con series de rayas verdes y doradas. La peluca le cubre el pecho y parte de la espalda. La barba postiza, elemento tradicional de los sarcófagos egipcios, cae sobre el collar "usej". Debajo, una diosa con las alas desplegadas sujetando dos signos anj, en forma de cruz y que significan “vida”, da paso a una inscripción que relata el capítulo 72 del Libro de los Muertos, en su versión saita, que es la primera familia de esta dinastía. En la espalda, en el pilar dorsal, se han copiado los capítulos 640 al 643 de los Textos de las Pirámides. La madera esta recubierta con una capa de estuco y otra de pintura blanca
La pieza tiene unas dimensiones bastante respetables, midiendo 1,9 metros de altura y algo más de 60 centímetros de diámetro en su parte más ancha.
Contexto histórico de la pieza
Ubicamos cronológicamente la pieza entre el 664 y el 525 antes de cristo. Eso la situaría en el período correspondiente a la dinastía XXVI. Fue descubierta en la necrópolis de Saqqara, en la ciudad de Menfis.
La dinastía XXVI transcurre del año 664 a 525 a. C. Esta dinastía tiene como particularidad haber sido la última dinastía nativa que gobernó Egipto antes de la conquista persa. Se la considera el inicio del Periodo Tardío de Egipto. Aunque se contrataron mercenarios griegos y carios y los asirios dejaron de ser una preocupación al hallarse en conflictos sucesorios, Egipto fracasó en su intento de conquistar babilonia, en la que reinaba Nabucodonosor y fue a su ver conquistado por Persia.
El sarcófago fue hallado en Saqqara, emplazamiento de la necrópolis principal de la ciudad de Menfis, en la ribera occidental del Nilo, situada a unos treinta kilómetros de El Cairo y 17 de la ciudad de Guiza. Estuvo en uso desde la dinastía I (año 3050 a. C.) hasta época cristiana (año 540).
El sarcófago, aunque tenía forma de hombre y fue construido para contener una momia masculina, terminó por ser ocupado por una mujer, Taremetchenbastet, hija de Pthairdis.
Historia de la adquisición de objeto
La pieza fue comprada por el Museo a D. Francisco Lameyer.
Figura en el inventario como la pieza 15159.
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