Reflexión sobre contingencia del yo (Rorty).

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Esta dicotomía que se origina por la identidad individual y colectiva hace que Rorty nos lleve un poco hacia atrás en la historia para confrontarnos con Immanuel Kant, con una postura que luego se vería contrastada con la de Nietzche. Para Kant la experiencia, los valores y la vida misma están supeditadas a la razón pura. Su posición frente a la construcción de identidad estuvo marcada por el concepto de consciencia moral en la que la búsqueda de la rectitud antecede a la búsqueda de la verdad.

Sería con la llegada de Freud que al fin estos dos planteamientos encontrarían una concertación. Si bien Freud afirma que la represión de los deseos sexuales en la infancia del ser humano a causa de la moral filosófica y generalizada ha hecho que las contingencias individuales no pasen a la experiencia afectado así el desarrollo natural en la construcción de identidad de cada ser, también expone que esta situación ha logrado establecer una sociedad en la que cada persona, de acuerdo a su propia experiencia, desarrolla la compasión por sus semejantes. En otras palabras, la postura de Freud, ha influenciado la mirada de la humanidad hacia lo que está “bien” o “mal” haciéndonos comprender que la moral no tiene que ser una imposición de la sociedad sino más bien, dependiendo de la mirada individual, una convicción que cada quien posee y a la que se sujeta.

Cerrando su análisis Rorty nos reta a reflexionar sobre si el ser humano decente, que encaja muy bien en el sistema social, es en realidad un ser independiente con la fuerza necesaria para romper esquemas. Sobre esto el autor menciona que Nietzche es radical en su concepción del “hombre decente” a quien considera obtuso y lo llega a comparar con los animales por su falta de tenacidad y su falta de deseo por lograr una identidad. También aclara que Freud es un tanto más flexible en este concepto pues considera que todo ser humano tiene un inconsciente creativo que le permite construir sus particularidades a pesar de estar inmerso en una sociedad uniforme con un concepto moral inamovible.

En conclusión, es mucho lo que hay que discutir sobre este tema tan denso y sobre el cuál es tan complejo dar una última palabra. Sin embargo es enriquecedor el escrito pues reta al lector a encontrar su esencia y a crear consciencia sobre la dirección de sus acciones a lo largo de su vida ya sea para cumplir sus personales motivaciones o para dejar huella en la vida de quienes le rodean.