TEMA DEL CAPÍTULO 2. MARCO CONCEPTUAL

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2.1.1.1 ESTUPEFACIENTES

De acuerdo al Código Penal Federal, en su artículo 193 que a la letra dice: “Se consideran narcóticos a los estupefacientes, psicotrópicos y demás sustancias o vegetales que determinen la Ley General de Salud, los convenios y tratados internacionales de observancia obligatoria en México y los que señalen las demás disposiciones legales aplicables en la materia.”

Considerando a los narcóticos como sinónimo de droga, el autor Sergio García Ramírez nos menciona que los estupefacientes “son la clasificación desde el punto de vista legal, que se le da a las drogas en estado natural.”[5]

La palabra estupefaciente proviene del latín stupefactioi que significa “espasmo, estupor, embotamiento, adormecimiento, es una sustancia narcótica que hace perder la sensibilidad.”[6]

Con la referencia del Código Penal Federal, se consulta la Ley General de Salud en la cual se dedica todo un capítulo para la clasificación de los estupefacientes, sin hacer mención de un significado, se enlistan en el Capítulo V a partir del artículo 234 y hasta el 243, en los cuales se menciona la hoja de coca, la cocaína, heroína, morfina, opio, etcétera, destacando igualmente su composición química.

2.1.1.2 SUSTANCIAS PSICOTRÓPICAS

Son aquellas sustancias que provocan en el sujeto que las ingiere un cambio en la psique (mente) o una deformación de la misma. Al igual que los estupefacientes, los psicotrópicos pueden crear dependencia física o psicológica.

Son todas aquellas sustancias naturales o sintéticas cuyos efectos se generan, básicamente, en el sistema nervioso central, ya que por su acción farmacológica poseen la capacidad de crear estados de abuso o dependencia que llevan al sujeto a experimentar su uso continuado, generando así una adicción.

Estas sustancias pueden ser de utilidad en la terapéutica médica debido a sus propiedades analgésicas, sedantes (tranquilizantes, hipnóticas o aniolíticas), estimulantes, etcétera. “Las llamadas sustancias químicas o fármacos de uso no médico, son en su mayoría de producción ilegal y clandestina, su uso se limita por lo general a una forma de consumo con fines de intoxicación.”[7]

Continuando con las clases de drogas y conforme al citado artículo 193 del Código Penal Federal, que nos remite a la Ley General de Salud, en su Capítulo VI del artículo 244 al 256, se tiene una clasificación atendiendo a las medidas de control y vigilancia que deberán adoptar las autoridades sanitarias; por lo tanto las sustancias psicotrópicas se clasifican en cinco grupos (artículo 245):

I. Las que tienen valor terapéutico escaso o nulo y que, por ser susceptibles de uso indebido o abuso, constituyen un problema especialmente grave para la salud pública. Realizando un listado de sustancias que para mayor identificación cuenta con una denominación común internacional, otra denominación común o vulgar y una denominación química como DMA, DM, LSD, MDA, Hongos alucinantes, entro otros.

II. Las que tienen algún valor terapéutico, pero constituyen un problema grave para la salud pública, como son anfetaminas y sus derivados químicos y 13 substancias más.

III. Las que tienen algún valor terapéutico, pero constituyen un problema grave para la salud pública, como son benzodiazepinas, diazepam, efedrina, pseudroefedrina y sus derivados químicos y 60 substancias más.

IV. Las que tienen amplios usos terapéuticos y constituyen un problema menor para la salud pública, como son: barbital, cafeína, desipramina, vinibital y sus derivados químicos y 64 substancias más.

V. Las que carecen de valor terapéutico y se utilizan corrientemente en la industria, mismas que se determinarán en las disposiciones reglamentarias correspondientes.

Estas drogas son medicamentos que se prescriben en nuestro país con relativa facilidad o son vendidas sin control médico por farmacéuticos o médicos no especialistas para combatir el estrés (estado fuerte de tensión), la depresión, la ansiedad y como auxiliares para conciliar el sueño.

Muchos de estos medicamentos se utilizan de manera secundaria para el tratamiento de la epilepsia, como relajantes musculares, así como para el manejo de la abstinencia al alcohol y otras drogas adictivas. Son sustancias que deprimen el sistema nervioso central, provocando relajamiento e induciendo al sueño.

Los nombres más comunes de esta droga con lo que los jóvenes las adquieren son “pastas, roche, pastillas y rufis”, entre otros; los costos de estas pastillas son altamente accesibles para los jóvenes, ya que una pastilla de carbamazepina en un centro nocturno puede llegar a tener un precio hasta de 10 pesos.

Los efectos de estas drogas son: reducción de las reacciones emocionales, relajamiento muscular, tranquilidad, disminución de la tensión y la ansiedad, somnolencia, cansancio, pereza, aislamiento, lenguaje poco claro, escasa coordinación motora, confusión, alteraciones del juicio, visión doble y ocasionalmente pérdida de la memoria.

Estas drogas hoy en día representan un serio peligro a la sociedad. ya que son altamente utilizadas en bebidas en centros nocturnos para sedar a jóvenes, las cuales posteriormente son abusadas sexualmente, debido a que sus efectos de somnolencia tienen una duración de entre cuatro a ocho horas. O bien también son utilizadas para sedar a las personas para posteriormente ser despojadas de sus propiedades en centros nocturnos, hoteles y fiestas. Lo que conlleva a que el uso de estas drogas no sólo perjudica la salud del que las ingiere, si no que además provocan la comisión de otros delitos.

2.1.1.3 DROGAS SINTÉTICAS

Las drogas de síntesis son un amplio grupo de substancias, psicoactivas con ciertas características comunes. Estas drogas pertenecen al grupo de estimulantes, aunque también tienen efectos alucinógenos.

Se elaboran por síntesis química en laboratorios clandestinos, ya que se fabrican a partir de productos farmacéuticos que fueron relegados por falta de utilidad terapéutica y otras imitan la estructura química de sustancias de origen botánico.

La gran cantidad de derivados tanto por su producto activo como por sus adulterantes los hacen más peligrosos. Ejemplos de drogas sintéticas los son el éxtasis, el ice, la MDA, LSD, MDEA y las anfetaminas.

Las drogas de síntesis se distribuyen en forma de comprimidos, tabletas, cápsulas o polvos por lo que su vía normal de administración es la oral. Los comprimidos