Uno de los fundamentos del libro escrito por Nietzsche es el del preguntarse por los orígenes de la moral.

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Nietzsche en este punto plantea al “superhombre”, como al individuo que logra superarse siempre a sí mismo, el que tiene el poder de voluntad, como el bueno, pero para la moral cristiana el fuerte tiene la capacidad de mostrar o no su poder, y si lo hace, es malo. Es así como la moral cristiana toma al fuerte y lo obliga a convertirse en alguien débil., diciéndole que moralmente es malo ser fuerte, obligándolo a la mediocridad imponiéndose frente a él. Frente a la debilidad y la opresión, al hombre lo termina consumiendo el resentimiento frente al fuerte sin que le surja un sentimiento de superación. Frente a las conclusiones que da Nietzsche respecto a la iglesia son, en muchas ocasiones, extremistas. No se puede afirmar que la iglesia oprime del todo al hombre, pero si nos dice que no podemos vivir tal cual nosotros queremos, lo cual ya nos pone limitaciones en nuestro vivir. Uno de los problemas que presenta la moral, es el disgusto hacia ella, aunque sea la misma gente la que ponga estas reglas para vivir en armonía, les disgusta tener que seguir reglas, pero si es que llega a ser beneficioso o perjudicial la moral, va mas allá de si a la población le agrada o no. Al hombre nunca le ha gustado vivir oprimido, y tampoco tener que rendirle cuenta a los demás, pero en el caso de la iglesia es distinto, el hombre vive a obediencia de un Dios perfecto e inalcanzable, por lo que no es posible compararse con él ni envidiarlo.

La aparición de la envidia puede deducirse a partir de los puntos planteados por Nietzsche, el resentimiento del débil contra el fuerte nace por la sociedad en el que los individuos están inmersa, aparece la competitividad, empiezan a compararse y en algunas ocasiones, mirar por sobre el hombro. La impotencia del inferior genera la envidia, el odio, el dolor y la culpa. De aquí mismo nosotros decimos que es donde parte la moral de los débiles, el que acepta la debilidad, para ocultar le resentimiento en una máscara de humildad y buenas intenciones.

En conclusión, tomando muchos de los puntos que plantaba Nietzsche para cuestionar y criticar la moral se puede notar que eran algo extremistas. No se puede hablar de forma general de la iglesia como algo negativo; si bien su moral es en parte “negadora de la vida”, por otra parte tampoco se puede vivir en una sociedad sin moral. Nietzsche plantea un nuevo punto de vista, una nueva moral que libera al hombre y le permite superarse para desarrollar al hombre, pero no se puede negar la necesidad de entender el concepto de lo bueno y lo malo, como el no matar, no romper las leyes, etc., ya que si no tuviéramos esos aspectos, actuaríamos instintivamente, cosa contraria a la de vivir en sociedad.