Walden II y 1984, Ensayo Temático

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Desde 1984 la noción de felicidad se destruye al igual que un espejo al someterse al miedo que infundan los mismos articuladores de la sociedad, la felicidad les es negada o disfrazada por un odio hacia los partidos opositores, pero los sujetos como Winston que creen en un lugar que puede dirigir la felicidad le es arrebatada por la Policía del Pensamiento, al tener deseos individuales que no son coherentes con los impuestos por la INGSOC, por tanto: ¿A qué podríamos llamar felicidad? ¿Al comportamiento desenfrenado lleno de deseos propios pudiendo ser satisfechos uno por uno a costa de la lucha con otros? O ¿La plenitud interior y cognitiva de las personas al vivir en un mundo creado por sí mismo en la que puedo sentirme libre de pensar lo que esté a mi gusto?

Para dar respuestas a estas preguntas tal vez se deba recurrir a recursos personales al pensar en la felicidad, remitirnos a nuestra propia experiencia subjetiva, y como pasamos de ver la palabra felicidad como un concepto abstracto a que la vida propia venga y le dé una acepción subjetiva y la cargue semánticamente. Pero ¿será necesario remontarnos al sentido de la vida para dar significado a la felicidad, a la libertad y a los fines últimos de la existencia humana? Para graficar esto y contextualizarlo para poder argumentar las ideas de la carencia de sentido que se pudo inferir en 1984 y la vida de Winston, es revisando el antiguo mito griego de Sísifo en la cual debía en su condición levantar una roca de manera incesante hasta la cima de una montaña para que esta pereciera nuevamente hasta la base y repetir el proceso, esto lleva a entender los intentos del ser humano de llegar a la cumbre y poder encontrar el sentido último de la vida y lograr los propósitos personales que no se hayan podido alcanzar. En 1984 el propósito de la vida y su sentido era el hecho de generar un trabajo que contribuyera a la sociedad “Industrial” en la cual se vivía y servir al partido con todos los medios que se tuvieran, por lo que Winston si bien lograba hacer su trabajo, su óptica iba más allá de estas maneras productivas de conllevar una vida, sino más bien, el querer salir de esa esfera autoritaria y controladora e ir más allá, dentro de su ideológica (Palabra viéndola en su acepción Marxista como una Falsa Conciencia, en una realidad que no es, pero que la vemos como queremos) vida de plenitud que se encontraba en los verdes prados de la habitación 101, tergiversando toda forma de vida de sumisión y apelando a la libertad.

Para corroborar la noción de Sentido en la vida humana, es necesario apelar a las palabras de Nietzsche (1888) en la que considera a los seres humanos como dioses y deben generar sentido desde el interior: “En último término, el hombre sólo se encuentra en las cosas la importancia que él mismo les ha dado: los hallazgos que llamamos ciencia, arte, religión, amor, orgullo” (p. 207).

Libertad

Un aspecto que es fundamental y restringido totalmente dentro de la sociedad de las personas de la novela es la “Libertad” que se ven condicionados a restringir, en este caso una libertad política que se ven completamente obligados, por el contexto a deshacerse de ella. Nadie me puede obligar a ser feliz a su modo, sino que es lícito a cada uno buscar su felicidad por el camino que mejor le parezca, siempre y cuando no cause perjuicio a la libertad de los demás para pretender un fin semejante, libertad que puede coexistir con la libertad de todos según una posible ley universal. (Kant, AK. VIII 290)

Esta definición refleja la libertad que se le corrompe a los ciudadanos de la novela, remitiendo el derecho de cada individuo, de procurar y bienestar del modo que cada persona considere más conveniente. Esta libertad de la cual hablamos y reflejamos, se ve totalmente opuesta ya que la libertad que se refleja es el condicionamiento que se les hace a las personas al creer que amando y obedeciendo al gran hermano, serán completamente felices y estarán llenos de satisfacción. Otro aspecto de libertad que se mencionaba bastante es la libertad de conciencia, la cual es entendida como el derecho que poseen los individuos a creer lo que les plazca, está interpretación está sujeta a numerosos matices que implican el derecho a actuar a lo que dicta esta conciencia. (Nussbaum, 2012)

El Sujeto y el Conductismo Radical.

Si bien las nociones que se conocen de la posición del sujeto en el universo se centran principalmente en los aspectos del libre albedrío, el ente que se mueve en el universo de manera deliberada, construye su mundo de manera subjetiva y se recrea en la indagación de su medio llegando a experiencias metafísicas que lo ponderan en un podio como un Dios en su existencia dentro de la nada. Ahora bien, si queremos enfocar el ojo en los planificadores y el arduo trabajo que hicieron dentro de Walden II, debemos sostener el análisis en las tesis más radicales de los Conductistas del Siglo XX, como menciona Watson la psicología sólo debe remitirse al sometimiento de los sujetos a estímulos y observar la conducta que se manifiesta tras esta aplicación generando control sobre los individuos, o en el caso de sus experimentos, con animales.

En el terreno argumentativo de Walden II es imperativo recordar el plano conductista en el que los planificadores tras la gestión de la comunidad utilizaban métodos psicológicos para trazar líneas de conducta y vida libre de imprevistos en los miembros de esta comunidad, llevando a la comunidad a costa de los trabajos de superiores, un ejemplo clave relatado es el hecho de que las formas de cierto modo “Democráticas” de elegir a los planificadores y la rotación de estos determinará el carácter voluntario de las personas y la libre elección generadas por ellos en su misma situación Social, vinculando también las actividades condicionantes del mismo ambiente donde ellos gobernaban fuera de la sociedad misma norteamericana. Aquí el hombre queda expuesto a la arquitectura de una civilización moldeada por ellos mismos, pero que a la vez fue impuesta por los Psicólogos encargados de manipular al pueblo, sintiéndose así un sujeto libre (Cognitivamente) de todo yugo controlador y diferente de otras sociedades. De ese mismo modo Skinner lo menciona dando espacio al ambiente como condicionante:

“…La evidencia en favor de un ambientalismo rudimentario queda suficientemente clara. Las personas son extraordinariamente diferentes en diferentes lugares y, con toda posibilidad, justamente por causa de los lugares. El nómada a caballo en la Mongolia Exterior y el astronauta en el espacio, son personas diferentes, pero, que sepamos, si hubieran sido permutados en el momento de nacer, hubiera