Consigna: ¿En qué sentido la técnica no es neutral? Explíquelo a partir de tres ejes: el económico, el lenguaje y el temporal.
Enviado por Stella • 5 de Marzo de 2018 • 2.447 Palabras (10 Páginas) • 469 Visitas
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Para abordar la temática, el historiador británico-irlandés, analiza el génesis y desarrollo histórico comenzando desde la Antigua Grecia, donde algunas ideas acerca del avance y progreso fueron desarrollados por algunos pensadores, el rechazo en la sociedad hacia el cambio era rotundo. Para empezar, la parte de la historia que conocían no se extendía hacia un prolongado pasado ni se habían registrado ninguna serie de descubrimientos que pudieran sugerir avances indefinidos del saber. Por otro lado, la visión del futuro no era esperanzadora, si bien daban cuenta de algunos nuevos conocimientos, estaban limitados por su creencia en un final apocalíptico y el comienzo de una nueva era. Lo mismo ocurrió en la Edad Media, donde la vista estaba puesta en la próxima vida extraterrenal. También en esta época aparecen pensadores como Bacon y Bruno que adecúan el progreso científico a la visión eclesiástica de su época. En el Renacimiento se restaura la razón humana y se reconoce el valor independiente de cualquier creencia que tiene, pero al reemprender los valores de la Grecia Antigua recaen en una solidificación de la historia. Sin embargo se fue preparando el terreno adecuado para recibir las ideas de progreso general gracias a la evolución continua del conocimiento humano en la modernidad llegada en el siglo XVII. Es en esta época donde el futuro está lleno de promesas y esperanzas que depositan las sociedades y los individuos, cuando comienza a tomar importancia ya no vivir lisa y llanamente, sino obtener ganancias, donde también empieza a germinar la semilla del espíritu del capitalismo desarrollado por Franklin.
Posturas frente a la técnica moderna
En el pensamiento moderno las ideas se limitan perdiendo sus diferentes matrices. La tecnología es considerada una maravilla que permite el desarrollo social que no puede pensarse sin el positivismo, o en contraste, ocasiona desconfianza y sensación de peligro, como Mitcham clasifica. Define también una tercer postura que se caracteriza por el rechazo pero fascinación a la vez que se frente a la técnica.
Murray Bookchin plantea la promesa del futuro que aparece como pilar fundamental para la sensibilidad técnica. La técnica crea y moldea el mundo y a las sociedades pero nunca de forma neutral. Para abordar el tema desarrolla la clasificación de la técnica en autoritarias y, por otro lado, libertarias, contenida en una matriz social (un modo de ser en el mundo). Es un entramado en estrecha relación con las formas de accionar y modos de operar sobre el mundo.
Los desarrollos tecnológicos no son indiferentes a la política y la ideología de los contextos sociohistóricos. En “Introducción. El Parlamento de las cosas” de 1991 Andrew Feenberg plantea:
“Por lo tanto el diseño de la tecnología se constituye como una decisión ontológica plagada de consecuencias políticas. La exclusión de la vasta mayoría de la población de la participación en ésta decisión resulta en la causa subyacente de muchos de nuestros problemas.” P. 14 [2]
Relacionado con esta idea, Langdon Winner sobre la política de los artefactos, ejemplifica la carencia de neutralidad en la creación y el uso de la tecnología. Una de ellas era la construcción de los pasos elevados sobre las autopistas de Nueva York, en Long Island, en el cual los autobuses no podían circular debido a su baja altura. Esto puede ser considerado como arbitrario, pero fue deliberadamente construido para evitar el transporte de los individuos de tez oscura. Los que poseen poder adquisitivo suelen ser propietarios de automóviles, por lo tanto no les afecta esta decisión arquitectónica que, lejos de ser azarosa, tiene un efecto social.
El tiempo moderno
Antes de la llegada del siglo XVII las sociedades se caracterizaban por la desconfianza y el miedo respecto a la técnica y los cambios tecnológicos. Con los procesos que llevaron a cabo las distintas revoluciones, la técnica pasó a tomarse como algo natural y óptimo. Según Lewis Mumford, esta percepción de la técnica es producto de la combinación de los nuevos conocimientos científicos que tienden a generalizar la proyección de un mundo calculable y cuantificable y la conversión del tiempo en algo abstracto, en el contexto capitalista. Para llegar a la consideración instrumental de la técnica, el sociólogo de la tecnociencia estadounidense, da cuenta de una serie de cambios que son necesarios desde el siglo XIII. La invención del reloj mecánico, utilizado para coordinar acciones por ejemplo en las iglesias, fue crucial para gestar las transformaciones que aparejaron el siglo XVII con la llegada de la Revolución Industrial. El cambio ocurrió en la concepción del tiempo, abstracto y disociado de secuencias orgánicas, regulado y contabilizado, y en el espacio, los hábitos de abstracción que caracterizan al capitalismo. La utilidad del tiempo (como ganancia) es la novedad que se resalta en la modernidad. En la Teoría Crítica de la modernidad, que surge con el desencanto con la tecnología post guerras mundiales, el tiempo libre es el tiempo en el cual no se trabaja y no es una decisión que toman los individuos. Se piensa en términos de productividad y eficiencia. La utilidad es lo que vale. George Bataille desarrolla el concepto de “gasto improductivo”, los gastos que no tienen por objeto la conservación ni la reproducción de la vida. Las tradiciones y sentimientos se excluyen de cualquier tipo de pensamiento. El hombre y la naturaleza son cosificados. Tanto la técnica como experiencia de la existencia y la esencia, el sentido que conduce al ser humano, que plantea Heiddeger, y la megamáquina que plantea Mumford (intimidad de la técnica con el hombre) no son tomados en cuenta en el pensamiento moderno. La premisa no hay hombre sin técnica ni técnica sin hombre que habla de la íntima relación que los caracteriza es marginada.
Conclusión
La técnica no es sólo un despliegue de procesos y fuerzas a lo largo de la historia reducido a lo material; concierne también los sistemas de valores y creencias culturales, la identificación del ser, y formas de hacer, pensar, imaginar y experimentar la vida, que a su vez genera perceptibilidades acordes a este entramado. La técnica es práctica social y es esencia del hombre.
El concepto de técnica se desarrolla tanto en lo mental como en lo emocional en el accionar humano. No es algo fijo ni con un sentido único y aplicable en cualquiera sea el caso.
Para Pascal no hay principios válidos, generales e independientes que crucen las diversas disciplinas. Para el verdadero conocimiento y perfección del hombre
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