Descubrimiento problematica antropologica.

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Además, vamos a tratar de entender cuál es el papel del ser hombre en el contexto de las relaciones con la realidad que lo rodea y, especialmente, cómo y por qué se ve tan delicado y dramático a la vez en la actualidad.

En segundo lugar, trataremos, como también dice Aristóteles, de encontrar una explicación a la pregunta fundamental: ¿por qué el ser humano es tan especial?

Se trata es de poner al ser humano como objeto de nuestra reflexión filosófica.

Es el ser humano un ser animal… si sí, ¿hay diferencia entre el animal y el ser humano… si sí…en qué consiste? ¿De dónde viene el ser humano…tiene familia en el mundo o es un ser que viene de otro planeta y no tiene aquí a nadie que le es familiar, a parte su especie? Es un ser solitario en la tierra? … ¿es un ser superior o es parte de la naturaleza? …cuál sería su relación con la naturaleza y los demás componentes de la tierra? … ¿puede haber evolución en el ser humano actual … en qué consiste el puesto del hombre en el cosmos?…

¿Es un ser libre o está rígidamente determinado por las leyes naturaleza, al igual que los demás animales?

¿Cómo le afecta al ser humano la ‘historia’, la sociedad, la cultura?

También nos preguntaremos, ¿cómo podemos definir al ser humano?

Pues bien, a este conjunto de preguntas sobre nosotros mismos y las respuestas que vamos a encontrar, se le denomina con una expresión concreta: “la problemática antropológica”.

Entre las innumerables preguntas que nos podemos hacer, hay una que es especialmente importante para iniciar nuestra reflexión:

¿De qué manera nos acercamos o cómo conocemos al ser humano?

No nos equivoquemos, lo que nos estamos preguntando es ¿cómo nos conocemos a nosotros mismos ‘filosóficamente’?

Lo más interesante es que muchas cuestiones del camino de descubrimiento de la problemática antropológica, llegará a resonar en nosotros mismos, puesto que es de nosotros mismos, sobre mí mismo y mi misma que estaremos hablando y sobre quien estaremos reflexionando en esta unidad.

Y de igual manera, mucho de lo que reflexionemos sobre nosotros debería de servirnos para aplicarlo a toda la humanidad. Más específicamente, vamos a ahondar en la descripción de la problemática antropológica, evidenciando cuales son las experiencias y las situaciones de nuestra vida que la generan. Lo hacemos orientados por el siguiente texto de Joaquín Aragó Mitjans.[4]

2. DESCRIPCION DE LA PROBLEMATICA ANTROPOLOGICA

El hombre es el único ser que se pregunta acerca de si mismo. ¿Quién soy yo? ¿Quién es el hombre? ¿Por qué me pregunto quién soy? ¿Por qué puedo preguntármelo? ¿Por qué los animales no se lo preguntan? La pregunta acerca de qué es el hombre no es una pregunta entre tantas, sino la pregunta clave que revela, ya de entrada, que para nosotros el modo de ser del hombre es muy diferente del modo de ser de una roca, de un pino, de un pez.

Si lo miramos con atención, advertiremos que la pregunta por el sentido de la existencia humana es inquietante, porque brota de una intuición-convicción básica, más o menos confesada: “Mi vida no es algo prefabricado, acabado, sino que es algo que estoy haciendo y quiero hacer, ya que me rebelo a la idea de dejarme deslizar por la vida como entidad impersonal. Estoy convencido de que mi vida no es un mero “estar ahí”, sino un “tener que ser”, “una tarea”, un quehacer cuyo actor responsable soy principalmente yo mismo. Es por esto que la pregunta por el ser del hombre asume una importancia dramática.

La problemática en torno al ser humano y su conducta ha estado presente en todos los pensadores y sistemas filosóficos a lo largo de la historia, y ha dinamizado, más o menos explícitamente, la demanda por el sentido de la existencia humana. Es indudable que la respuesta a esta interrogante condiciona fuertemente las decisiones que los hombres toman tanto individual como colectivamente.

3. SITUACIONES QUE GENERAN LA PROBL. ANTROPOLOGICA

La problemática antropológica se “asoma” a la vida concreta de maneras muy diversas.

a) Los griegos, Sófocles[5] por ejemplo, se admiraban antes las conquistas que el hombre iba haciendo sobre la naturaleza (escultura, música, poesía). La admiración ante el hechizo de la amistad, del amor. La maravilla de la bondad, inocencia… ¿Qué es el hombre?

b) Con más frecuencia no es el prodigio de lo estético, sino la dureza de la realidad, llámese frustración, fracaso, infortunio, muerte, sobre todo de personas queridas. San Agustín ante la muerte de un gran amigo, exclama: “Me convertí para mi mismo en un grave problema”. La distancia entre lo que uno es y lo que quisiera, lo que debería ser. Frustración y desilusión, pues impelen al hombre a preguntarse: ¿Quién soy? ¿Para qué he nacido? ¿Por qué estoy amenazado de muerte?

c) La pregunta por el sentido de la vida se produce con frecuencia en situaciones de alienación: el hombre como uno más, como numero, explotado sin atención a su ser personal. O bien corriendo tras unos valores ficticios creados por una propaganda egoísta y que no le dan ninguna satisfacción verdadera. Un paso más y viene lo que Camus[6] ha descrito magistralmente como el “hastio-vacio”:

“… Levantarse, colectivo, cuatro horas de oficina-taller, comida, colectivo, cuatro horas de trabajo, descanso, dormir, y lunes-martes-miércoles, jueves, sábado, siempre el mismo ritmo, siguiendo fácilmente el mismo camino, casi siempre. Pero un día surge el ¿por qué?”.

No es, por lo tanto, la mera curiosidad científica la que le impele al hombre a interrogarse sobre sí mismo; es el propio hombre que se hace problemático con su vida y el modo como la vive. La Antropología Filosófica[7] no crea los problemas y las preguntas en torno a ellos; no los inventa, los encuentra, los asume y los examina críticamente en orden a buscar o hallar una respuesta lo más coherente y más adecuada con la realidad total de la existencia humana.

4. EXPERIENCIAS QUE GENERAN LA PROBL. ANTROPOLOGICA

Ahondando un poco vemos fácilmente que detrás de estas tres situaciones que han inducido a los hombres a interrogarse sobre el sentido de su existencia, hay fundamentalmente