EL NUEVO PENSAMIENTO: UNA FILOSOFÍA DE LA VIDA
Enviado por Eric • 9 de Enero de 2019 • 8.649 Palabras (35 Páginas) • 454 Visitas
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Por lo tanto, podríamos afirmar que el Nuevo Pensamiento, más que un sistema filosófico, es el modo propio de concebir y vivir la vida según Franz Rosenzweig. Así mismo, es una invitación a que cada quien viva y tenga su propia forma de encarar las angustias y los problemas del día a día, no dejando que la totalidad filosófica nos domine y nos transforme en un número más del sistema imperante.
Esta filosofía también es un saber que cree, porque es consciente que existen otras realidades que superan un plano meramente racional como la muerte, el dolor, la angustia, el milagro y el amor, mismas que siendo innegables, el hombre aprenda a no suprimirlas, ni silenciarlas sino a experimentarlas y vivirlas, permitiendo así recuperar una mirada sana que afirme la vida vinculada al prójimo y abierta a la posibilidad de relacionarse con el ser supremo.
3.1.2.- ¿Cuál es el Nuevo Pensamiento?
¿Por qué Rosenzweig fue incapaz de conformarse con el todo del que hasta ahora había formado parte? “Quizá el odio al todo no sea más que una angustia del alma a ser formada y poseída”[9]. Ante este viejo pensamiento Rosenzweig se resiste a verse oprimido o a formar parte de la totalidad totalizante cuestionándolo hasta la última consecuencia, llegando así a proponer su propio y Nuevo Pensamiento.
¿Cuál es ese Nuevo Pensamiento? Según Rosenzweig “Das neue Denken” es no dejarse atrapar, silenciar, por la unidad del pensamiento y del ser. Es “La evasión del Sí mismo”[10] (el hombre) respecto del sistema que lo esclaviza. Es el no dejarse tragar por la totalidad. Es gritar ante cualquier generalización. Es no dejarse someter ante las leyes del Estado que enajenan al hombre y no lo dejan vivir con libertad. Es reconocer la propia existencia como única, es reconocerse único.
En palabras de Rosenzweig el Nuevo pensamiento “Es la fe en la vida tal y como toma ésta a diario su aspecto más corriente, y, sobre todo, precisamente como limitada por el nacimiento y la muerte”[11].
Es un pensamiento que busca “recuperar la riqueza de la experiencia concreta de la vida”[12]. Ésta nueva y a la vez vieja filosofía de la experiencia, éste empirismo absoluto que se atreve a proponer Franz Rosenzweig es desvelar lo real, es cantarle a la vida, es decirle si a la vida, a pesar de la negrura que a veces le abruma. Amar la vida por encima de toda desgracia, de cualquier dolor inimaginable, es mirar cara a cara a la muerte y continuar viviendo, riendo, danzando.
Pensar de manera nueva es acompañar a la vida en su recorrido hacia la muerte, no dejarse esclavizar por la rigidez de las leyes inertes, tal y como las presentan las interpretaciones del mundo meramente racionales. Este pensamiento en comparación con la vieja forma de pensar es a posteriori, es decir, aquello que solo se puede saber viviéndolo. A posteriori es responder con libertad ante los acontecimientos que vive el ser humano en la vida diaria. Un pensamiento en donde “el ser es plural, y la frase todo es…”[13] no tiene ningún sentido.
3.1.2.1.- Concepción de Filosofía según Franz Rosenzweig
Para comprender mejor este Nuevo Pensamiento, que afirma la vida, es necesario saber qué entiende Rosenzweig por filosofía, ya que para él, filosofía y vida (existencia) están íntimamente unidas. Por lo tanto, su filosofar parte de sus vivencias y su forma de vivir, bebe de la forma de comprender la filosofía.
Y es que para Rosenzweig el hombre en general no hace filosofía, sino un hombre concreto, un hombre que vive, que sufre. Por eso, en sus palabras filosofía es “la idea con la que un espíritu individual reacciona a la impresión que el mundo hace en él”[14]. Para un espíritu individual, es decir, para el hombre en su singularidad (la vida).
Esta reacción ante la impresión del mundo en el Hombre, Franz la llama concepción de la vida[15]. Esta visión de la vida se opone radicalmente a la visión del mundo, es decir, a los sistemas filosóficos racionales que no permiten que nadie posea un punto de vista propio de la realidad, sino que dogmatizan el saber. Por el contrario, el Nuevo pensamiento es una perspectiva propia, un modo elegido de mirar la realidad, a partir de la experiencia concreta.
Por lo que la conexión de la filosofía con la propia existencia es uno de los rasgos característicos del Nuevo Pensamiento. Rosenzweig dice al respecto que la filosofía “no es unidimensional, es decir, no propone una única lectura de la realidad, sino multidimensional, múltiples caminos que cada vida traza en ella y hacia ella”[16] y vivir es ya elegir como hacerlo.
Rosenzweig introduce con el Nuevo Pensamiento, nociones como la creencia, el amor, la confianza, la experiencia. Se trata de conceptos que lejos de reducir la filosofía a mero sentimiento, superstición o a un saber ciego sientan las bases de una nueva concepción del conocimiento y de la reflexión filosófica. En resumen: Franz Rosenzweig ofrece una filosofía de la vida, puesto que la afirma en cada momento.
3.1.2.2.- El Nuevo Pensamiento: entre el saber y la creencia
Esta nueva filosofía también aporta una nueva forma de concebir la relación entre saber y creencia, que no tienen por qué aparecer desligados. Franz Rosenzweig introduce la posibilidad de elaborar un saber-creyente y una creencia-sapiencial. Se trata de una nueva forma de comprender tanto el saber cómo la creencia. Franz Rosenzweig lo explica de esta manera:
“El filósofo de la nueva filosofía (…). Para liberarse del aforismo, o sea, justamente por mor de su cientificidad, la filosofía exige hoy que filosofen teólogos. (…) Porque el teólogo que requiere la filosofía por mor de su propia cientificidad, es él mismo que exige filosofía por mor de su honradez. Lo que era para la filosofía exigencia en interés de objetividad, se mostrará que es para la teología exigencia en interés de subjetividad. Dependen una de la otra y, así, juntas producen un nuevo tipo de filósofo (y con ello una nueva filosofía), situado entre la teología y la filosofía”[17]
Por lo tanto, en el Nuevo Pensamiento la filosofía y la teología no son rivales que pretenden eliminarse la una a la otra, sino que pretende realizar un racionalismo teológico, en donde se introduzca el dialogo entre el saber y la creencia, evitando así la separación entre ambas.
Por lo tanto, la teología ha de sostenerse con la ayuda de la filosofía y viceversa, porque el hombre es ante todo, hombre “carne y sangre”[18]; pero no sólo eso. El hombre también reza como criatura
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