El arte de la vida y la educación natural

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También existían zoológicos y jardines botánicos a cargo de las escuelas, que se encargaban del estudio sistemático de la flora y fauna; los médicos en el México prehispánico no se quedaban atrás en su área, pues ellos tenían cargos en la actualidad como internistas, enfermeros, cirujanos, parteras, herbolarios, etc así curándose de manera natural sobre sus recursos vegetales

La arquitectura, los símbolos, la economía, su moneda, sus geroglifos, la botánica, los juegos y los deportes eran parte de la antigua educación y todo esto se desempeñaba conforme a métodos (camino para llegar a un lugar determinado) para así alcanzarlas metas específicas, ¿pero cómo lo aprendían? Por medio del método memorístico, para ellos memorizar era vivir, aprender a vivir y conocer su mundo. Por eso podemos observar que los mexicas pudieron registrar todos los acontecimientos históricos, filosóficos, astronómicos y artísticos.

El autosacrificio escolarizado era ese dominio de si, autocontrol, valor, disciplina, resistencia al dolor físico, el mexicano prehispánico lo educaron escolarmente para valorar y respetar la naturaleza, personificados como dioses, en sus padres, abuelos y en sus sacerdotes, con tal disciplina que cualquier forma de sacrificio corporal o emocional por más doloroso que fuera siempre lo acataron voluntariamente con armonía e integración cósmica, con ello el pueblo se transformó en una estructura altamente disciplinada y obsesiva pero también sensible, creativa y paciente, esas eran las grandes virtudes prehispánicas.

El animismo de la naturaleza era esa fuente artística que denotaba cualquier tipo de expresión azteca, el sistema escolarizado consistía también en expresarse corporalmente a través de la música, la danza y el canto. La expresión corporal unía el cosmos con la tierra, era el arte prehispánico de la sensibilidad estética, expresiva y teatral y fue uno de los más importantes en la conservación de su cultura; el trabajo comunal no se podía dejar atrás y es que todos eran una comunidad con responsabilidades y obligaciones en el ámbito educativo, artístico en las tareas de mantenimiento y limpieza de sus recintos.

“ México Tenochtitlan era ciertamente un hormiguero en el que todos sus integrantes trabajaban incansablemente en el servicio de sus dioses y en favor de su pueblo “

Y bien ahora que ya explicamos el curriculum educativo ahora hablaremos sobre el cómo ingresaban, en cuantos niveles se dividía la educación y como podían alcanzar el máximo nivel jerárquico en la comunidad.

De los cinco hasta los quince años iban al calmecac, ahí se les enseñaba el hábito del dominio de sí mismo, autocontrol en pocas palabras, en esta etapa se les incorporaba paulatinamente en la sociedad, y se les habría camino a las profesiones destinadas a cada uno de ellos. (Todas las clases sociales tenían la misma educación , no importaba que fueran ricos o pobres, todos podían alcanzar el máximo esplendor prehispánico)

Más adelante después de los quince años los jóvenes y jovencitas lograban ingresar al tepuchcalli, era un régimen tipo internado escolarizado donde solo salían hasta especializarse en alguna actividad superior; después eran seleccionados los alumnos más brillantes y destacados para hacerlos aprendices adjuntos de los sacerdotes especializados en esa misma actividad en la que ellos eran dotados, los aspirantes debían contar con una trayectoria escolar brillante y esforzada especialmente en la rama y actividad de su pretensión vocacional. Cabe destacar que el alumno como aprendiz adjunto, siempre aspiraba el honor de convertirse en ayudante auxiliar de sacerdotes, militares, artistas y comerciantes.

El ser azteca era un privilegio desde mi perspectiva, era un don natural subdesarrollado, era esa sensibilidad y esa disciplina que tenían como cultura lo que los hacia destacar y hacer grandes maravillas, ahora las podemos admirar en nuestro México actual como grandes obras de arte… el México antiguo era como tener el cielo en la tierra, pues solo aquí se podía admirar la gran naturaleza de la que eran dichosos de contar y de cuidar.

“ Nunca debemos olvidar que estamos hechos de maíz…y ese era nuestro oro”

AFRICA CERVANTE PLIEGO

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