Ensayo de que es un problema de filosofía?

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a ser excluido de un grupo determinado.

En esta época donde los viejos desean ser jóvenes, y tratan de fingir que lo son, porque de lo contario lo pueden relacionar con que está enfermo o acabado, lo que determinaría que lo excluyan de los grupos donde se siente cómodo.

Por lo tanto el viejo tiene que fingir hasta su muerte que está vigente y fuerte, que puede ser considerado. No toma conciencia que lo ya vivido, sino lo vivió de la mejor manera, tendrá que cargar con las consecuencias que le depare no haber disfrutado sus momentos en la sociedad.

Religión, Dios y muerte

El amor que pueda expresar las personas hacia otros seres humanos o seres vivos es algo que se puede sentir, que se puede transmitir hacia la persona que amas, la que te cautiva y capta tu atención, la que te importa en demasía y por la que haría lo posible para que siempre este a tu lado.

El amor es querer que alguien siga existiendo, por eso no se puede amar a un ser indestructible. Siguiendo esa premisa, es discutible la afirmación de “amar a Dios”, porque lo relacionan con el amor hacia lo maravilloso, lo eterno, pero algo que no se puede observar, que no se puede sentir, pero de la cual no se puede apartar, es un amor que no puede perder.

Por eso el amor hacia Dios siempre estará ahí, siempre existirá, así mueras, estará presente. Las personas relacionan este amor con “hechos” que la gente comenta o sucesos que han acontecido a lo largo de la existencia del hombre, magnificando su imagen y el amor que se siente hacia ese Dios.

Entender ese amor hacia Dios, un amor que nunca se acabará, que entienden que está dentro de ellos y que le dicta que esa relación existe desde que ellos tienen uso de conocimiento.

Por ello hablar sobre lo moral y la religión son cosas distintas. El problema es que hemos vivido durante años con la idea de que la moral está supeditada a la religión, como nos hacen creer los curas en las misas. Pero lo cierto es que desde el obispo hasta el párroco de lo que hablan es de religión, un asunto muy respetable para quien crea, pero sólo para quien crea. Mientras que la auténtica moral es algo que vale para los creyentes y los no creyentes, y apela a la capacidad de raciocinio de cualquier persona del mundo.

Si bien las religiones no son obligatorias para las personas, pero es un derecho muy personal que el ciudadano tiene y que no puede considerarse a criterio del autor en un deber. Hay que defenderlas como derecho individual siempre y cuando no perjudiquen a ninguna persona.

Los derechos de los animales

Cuando se habla de derechos, se cree que es algo propiamente del ser humano. Los animales adquieren derechos que el hombre le quiera otorgar. A pesar de que el hombre utiliza a la mayoría de animales ya sea para una actividad para su beneficio, o los utiliza como un alimento. Por ejemplo la vaca no tiene el deber ni la obligación de dar leche, la da y punto. El juego entre derechos y deberes está basado en la libertad humana, y, por tanto, no tiene aplicación sobre los animales porque éstos no disfrutan de capacidad de elección sobre su actividad, de la que nos aprovechamos o nos defendemos.

El trato con los animales debería estar regido por un concepto distinto al del derecho, porque en realidad ningún ser viviente merece ser torturado ni maltratado, y aunque los neurólogos dicen que los animales no sienten el dolor como nosotros, hay indicios suficientes para creer que a un perro también le duele si le das una patada, pero más son las funciones en algunos animales exclusivamente que son para beneficio del ser humano.

Si bien el individuo puede crear una relación de afecto con algunos tipos de animales. Ese trato podría basarse en las relaciones emotivas que sí se establecen con ellos. Pero esos miramientos, esa empatía, no surgen del derecho, sino de una preferencia o de una simpatía personales.

Pero en el caso de los seres humanos, existe el deber de asistirlo, así no los conozcas, por que eso es lo que dicta tu moral, no pasa lo mismo caso cuando vez un animal en peligro, ya sea por que está amenazado por un animal depredador, crees que es injusto que el depredador se coma al más débil, ya sea por su apariencia o por creer que es mas fuerte que su presa. Por ello es el hombre el que decide qué es lo moral, en qué momento tener piedad o que acto se debe señalar como cruel.

La polémica siempre estará, ya que existen diversas actividades donde los animales están expuestos por las mismas normas de los hombres a torturas y maltratos.

CONCLUSIONES

El ser humano desde su existencia siempre ha cuestionado las cosas y sucesos que acontecido a lo largo de su vida, sus interrogantes lo han llevado a querer determinar cual es el sentido de su vida y de su existencia en este mundo, el sentido de todo lo que lo rodea y del porqué está presente en su vida, que rol tiene y de qué manera influye en su vida.

En esas interrogantes del porqué de su existencia, también indaga en lo que debe hacer para sentirse a gusto, en cual es su función en esta vida, que misión tiene, qué función tiene que cumplir, qué tiene que hacer para que su vida tenga un fin, y que este individuo puede sentirse a gusto con lo que hace, sentirse feliz, o al menos llegar a tener momento donde pueda disfrutar de la vida, de lo que hace, sentirse al menos alegre por lo que hace, sentirse orgulloso y útil.

Dentro de esa búsqueda por sentirse bien, tiene la necesidad de tener la libertad de elegir, de seguir un camino que lo lleve a sentirse realizado por lo que hace, por lo que logra, sin tener la necesidad de imitar, de tener que tomar actividades mecánicas, respetando las normas, pero intentando elegir lo correcto para poder ser el mismo.

Dentro de su búsqueda y creencias, se le cuestiona el amor que puede expresar hacia sus semejantes, hacia el ser divino que llamamos Dios, la libertad de elegir una religión, sin necesidad de que se convierte en un deber.

Vivir de tal manera que pueda interactuar con los demás seres vivos, sin tratar de imponer leyes donde pueda existir el maltrato a los animales con los que convive, sino de saber aprovechar las bondades que ellos les brinden.