Ensayo filosofico ¿Por qué estamos aquí?
Enviado por Helena • 12 de Agosto de 2018 • 3.119 Palabras (13 Páginas) • 546 Visitas
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Ahora bien, la teoría de causalidad tiene una base inductiva mediante un cuestionamiento a la pregunta que no puede ser respondida, el cómo empezó todo.
David Humé es uno de los primeros filósofos en cuestionar esta postura acerca del principio de causalidad, en donde establece una falsedad en su base inductiva que lleva a responder la pregunta mediante un desacierto racional que nos descarta cualquier otra alternativa que este en nuestro pensamiento y por ende, solo nos permite llegar a una única respuesta deductiva, la que existe algo primero que todo.
Entendemos por relaciones causales a la capacidad de intervenir mediante una fuerza un objeto por otro, en donde tenemos causa y efecto. Si A es causa de B, existe una fuerza o intervención en A que genera vínculos necesarios de lo cual dado B, aparecerá A.
Del mismo modo, Si A es causa de B, entonces necesariamente en mundo debe existir B si aparece A, donde por ejemplo el hielo se vuelve agua si y solo si existe una aplicación de calor en su estructura que transforma sus partículas a estado líquido.
“He aquí una bola de billar inmóvil sobre una mesa y otra bola que se mueve hacia ella con rapidez. Las dos chocan y la bola que en un principio estaba en reposo ahora adquiere movimiento (...) Es evidente que las dos bolas entrarán en contacto antes de que les sea comunicado el movimiento y que no hay intervalo alguno entre el choque y el movimiento. La contigüidad en el tiempo y el espacio es, por tanto, una circunstancia indispensable para la atracción de todas las causas. Es evidente, asimismo, que el movimiento que fue la causa es anterior al movimiento que fue el efecto. La prioridad en el tiempo es, por tanto, otra circunstancia indispensable en cada causa. Pero esto no es todo. Intentemos con otras bolas de la misma clase una situación similar y siempre hallaremos que el impulso de la una produce el movimiento de la otra. Aquí hay por tanto una tercera circunstancia, a saber, la conjunción constante entre la causa y el efecto. Cada objeto similar a la causa produce siempre algún objeto similar al efecto. Fuera de estas tres circunstancias, contigüidad, prioridad y conjunción constante, nada más puedo descubrir en esta causa” (Tratado de la naturaleza humanda, D. Humé)
Por medio del razonamiento, interactuar con un objeto el cual no es completamente nuevo, desconocido y del que no hemos tenido experiencia alguna nunca podrá darnos la posibilidad descubrir sus causas y sus efectos ya que los vínculos causales entre las cosas no se pueden conocer por la simple comprensión de cada objeto por particular, sino que solo mediante una experimentación llevada a la experiencia podemos entender ese vínculo causal entre las cosas: hasta que no hayamos interactuado con el fuego, no podremos establecer la causa de quemarnos al poner nuestra mano sobre él, ya que el simple concepto o comprensión del fuego no nos entrega ninguna conexión con el concepto de dolor, convirtiendo estos vínculos causales en razonamientos empíricos que solo son llevados al conocimiento mediante hechos.
Mediante este análisis, Humé establece que la causalidad como una respuesta a la repetitiva experimentación entre los objetos, del cual inferimos un repetitivo efecto de las causas que nos llevan pensar que siempre es y será así (A produce habitualmente B, por tanto, b es causa de A). La costumbre de las experiencias nos provoca tener una predisposición mental que interpretamos como causalidad ya que en nuestra experiencia interactuamos con un sin número de hechos repetitivos que derivaban en el mismo efecto, atribuyéndole un principio de causa y catalogándolo como un hecho inexpugnable que no puede contra argumentarse.
Por lo tanto, dar como respuesta al principio causal de las cosas el descarte de toda alternativa que se encuentre dentro de nuestro razonamiento y por tanto, solo puede existir una única y real causa que es qué exista una primera razón de todo, no es objetivamente cierto, ya que en primera instancia, establece la idea de que para saber que existe esa primera causa deberíamos haber tenido al menos una interacción directa con esa causa, lo que lleva a que existe una experimentación de Dios, quitándole su divinidad absoluta e incorruptible. Y por segundo, aceptando la idea de que nos es imposible entender a Dios, dar una causa primera como respuesta a todas las demás es simplemente no tener conocimiento de esta respuesta y por tanto solo se trata de sacar una idea inductiva mediante un análisis metafórico filosófico.
Contra argumentación: Si bien, es entendible que en la actualidad se manejen conceptos y leyes físicas que demuestren que el movimiento no es estrictamente influenciado por otra fuerza o sustancia, la idea del primer motor inmóvil no radica en un hecho empírico entendible por medio de las leyes o de las ciencias, su idea radica más allá de lo tangible y de dirige más bien a lo inteligible de las cosas.
Aristóteles plantea que todo ser es acto y potencia, en donde acto viene a ser la sustancia tal como se nos presenta en un momento determinado, mientras que la potencia es la capacidad de ser algo distinto de lo que soy ahora, donde por ejemplo una semilla es en acto una semilla mientras que en potencia es un Roble.
Bajo estos conceptos, Aristóteles plantea el movimiento como el cambio de una sustancia para llegar a ser acto, una intervención constante en acto para llegar a ser potencia.
Y bajo esta visión filosófica de las cosas, Aristóteles plantea la idea de que toda sustancia requiere la intervención de otro para pasar de acto a potencia y generar así, en el tiempo y el espacio, una constante actualización.
San Anselmo, filosofo que da una prueba gnoseológica de la existencia de Dios y de la cual Rene Descartes utiliza para explicar su existencia.
Existen 3 tipos de procedencias de nuestras ideas, Las facticias, es decir, las producidas por mi propio razonamiento y entendimiento de las cosas, como la idea de centauro.
Las ideas adventicias, las que vienen dadas por las experiencias y provienen del mundo físico, como la idea de mesa y finalmente las ideas universales, que son innatas y que no son ni facticias ni adventicias, por ejemplo, la idea de cuadrado.
Dios es un ser perfecto y omnipotente mientras que los seres humanos son imperfectos y finitos.
La idea de Dios no es una idea adventicia, pues nada hay en la experiencia infinitamente perfecto. Y tampoco puede ser una idea facticia, construida a partir de la idea de lo finito por vía negativa (como había sostenido Tomás de Aquino). Según Descartes, es al revés:
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