LA ANTROPOLOGÍA Y SU RELACIÓN CON LAS PRÁCTICAS DE CUIDADO. ACTIVIDAD INTEGRADORA

...

Inicialmente los cuidados eran proporcionados hacia la misma familia es decir proporcionaban cuidados domésticos proporcionados en el mismo hogar dirigidos por la misma mujer, actualmente los cuidados brindados en casa mantienen activa a la mujer ya que es asignada para poder atender esta labor como una tarea más dentro del hogar.

Dentro de la historia del cuidado surgen los cuidados mágicos, donde antiguamente la sociedad consideraba las enfermedades tenían un origen divino, es decir que el causante de dichos males o enfermedades eran dados por un dios ya sea como castigo divino, por envidia, etc., de modo que las practicas del cuidado mágico pueden ser considerados tradicionales, es decir, las creencias de una persona acerca de la salud y de la enfermedad, sus causas y tratamientos forman parte de las creencias de la salud de la persona (Amezcua, 2000). Estos cuidados mágicos son llevados a cabo por curanderos o chamanes quienes cuentan con el conocimiento de tratar, promover o mantener la salud; por esta razón el proceso de cuidado de las enfermeras debe estar atenta a los cuidados de una persona cultural.

También surgieron los cuidados religiosos, que de acuerdo a Colliere (2005) son las acciones que realiza la enfermera con el objeto de centrarse en las fuerzas de la vida, la movilización de sus recursos vitales en el respeto de la persona y de la humanidad, para promover los cuidados y la vida, basados en la relación directa con una entidad divina capaz de controlar y manipular las enfermedades que se presentan. Por tal razón las enfermeras deben asumir una postura de respeto a la divinidad de creencias de las personas, pues tan, al amparo de dios y estas personas sienten un consuelo en la recuperación o bienestar en la salud.

Poco a poco los cuidados fueron tomando mayor importancia en el trascurso del tiempo, es decir desde Florence Nightingale hasta la época actual, ya que desde un inicio se afirmó para cubrir las necesidades de salud de la vida cotidiana de la persona sana o enferma, por lo que los cuidados ya eran autocuidados cotidianos, cuidados enfermeros o simplemente cuidados.

Browe (Medina 1986) mencionaba que cuidar es una actitud antropológica antes que una técnica, mientras para Colliere referia que cuidar es dar vida y Leininger afirmaba que el cuidado se ha dado durante millones de años lo que fue fundamental para el crecimiento, desarrollo y supervivencia de la especie humana. Por lo que podemos afirmar que el cuidado desde una perspectiva antropológica siempre está presente desde el origen de la humanidad y que ha ido evolucionado junto con el ser humano.

Al ser una acción constante durante muchos años, se intentó sistematizar la noción del cuidado, la cual comenzó este proceso con Florence Nightingale, la cual fue considerada la primera investigadora y pionera en la sistematización de los procedimientos, así como el registro de análisis y la representación gráfica de las estadísticas descriptivas; pero es gracias a Leininger quien diferencia y estudia los distintos niveles de cuidado, los cuales son el cuidado genérico, cuidados profesionales, y cuidados profesionales enfermeros.

Los cuidados genéricos son aquellos que realiza el grupo para la supervivencia, es decir son los cuidados domésticos que cada mujer realiza en su casa.

Los cuidados profesionales son aquellos que ejercen otros profesionales con el fin de mantener y desarrollar condiciones saludables de vida, estos son brindados por profesionales que no son enfermeros, es decir un profesor, psicólogo, etc.

Y los cuidados profesionales enfermeros son los cuidados humanísticos y científicos aprendidos cognitivamente para ayudar a la persona, familia o comunidad a mantener o desarrollar condiciones de vida saludable.

Como hemos visto en el paso de los años se ha investigado y se ha observado una evolución constante sobre los cuidados de enfermería, esto con la finalidad de tener más claro su enfoque y definición de tal manera esta sea operativa y que sea de un lenguaje más claro para la práctica de la enfermera.