La Bestia: El peligroso viaje de los migrantes.

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Los asaltantes lo hacen para poder hacerse de dinero y las pertenencias que tienen los migrantes, varios casos han sido comentados acerca del secuestro que vivieron y como a punta de pistola se les amenazaba para revelar el teléfono de los familiares a quienes se les podía exigir un rescate, dinero a cambio de no matarlos, esto lo hacían con los familiares del país que habían dejado o con las personas con las que iban a encontrarse en Estados Unidos -si es que tenían alguna-, se les daban algunos días para hacer la transferencia de dinero para pagar, y varias de las personas que han sido entrevistadas describen como los torturaban y asesinaban si no llegaba el dinero.

En ocasiones los secuestradores son detenidos y las victimas prestan declaración ante la PGR (Procuraduría General de la Republica) a lo que les responden que investigaran el caso, pero en varias ocasiones no se les dice que pueden presentar una denuncia por el secuestro vivido o las amenazas a las que se vieron expuestos, comúnmente tampoco se les comenta que se les puede dar una visa temporal mientras se dan las investigaciones, y casi siempre al final los integrantes de las bandas no son acusados o encerrados en prisión.

Varios testimonios de las personas que han sido secuestradas, pero que han sobrevivido, relatan que estaban tan impactados y traumatizados por la experiencia que vivieron, que de ser posible ellos se hubieran entregado voluntariamente a las autoridades a pesar de que eso supusiera ser de vueltos a su lugar de origen, eso mejor antes de arriesgarse a nuevamente ser secuestrados y ver las situaciones que hubo a su alrededor. Otros más preferían volver a la frontera sur de México por el temor a que el INM (Instituto Nacional de Migración) los entregara a las bandas, ya que resultaba notorio que estas tenían cierta impunidad y era extraño que pudieran capturar cientos de inmigrantes que viajaban por el mismo medio y casi siempre estos pasaban desapercibidos, lo que da a pensar que se encuentran en complicidad junto con las autoridades. Es realmente alarmante la cantidad de gente que es secuestrada y pasa por esto. La inacción por parte de las autoridades se debe a que no se le da prioridad de protección a los migrantes, además de la posible complicidad que existe entre ellos y las bandas, esto ha hecho que cada día se vaya concretando más la situación. Desgraciadamente, todo esto no es más que un negocio, uno que lleva bastantes años funcionando.

Todos sufren, pero quienes son más vulnerables y expuestas en este viaje son las mujeres y niñas, son las que principalmente sufren violencia sexual a manos de los bandidos, de los traficantes de personas y también de los mismos migrantes con los que viajan. Este tipo de violencia y amenaza sexual es utilizado para poder aterrorizarlas a ellas y sus familias. Como comente, esto es un negocio…y muchas de las bandas de delincuentes usan el acto sexual como precio para que ellas puedan seguir su viaje. El problema es tan grande y lleva tanto tiempo, que antes de viajar varias veces se les da la recomendación de usar antes inyecciones anticonceptivas o ellas mismas llevar durante el viaje pastillas para poder evitar un embarazado provocado por una violación, pero siempre existirá el caso en que no tienen la posibilidad de hacerlo, de conseguir los recursos y prevenir. Estas mujeres casi nunca denuncian lo que les pasa, en mayor parte por la presión de que deben continuar su viaje, y además por la falta de acceso a un procedimiento efectivo para realizar su denuncia, pues no son fuentes fiables las que tendrían, además, si hacen la denuncia corren el riesgo de ser expulsadas del país y ser regresadas y con esto perder la oportunidad de llegar a Estados Unidos. Como he mencionado anteriormente se cree que las bandas están en colaboración con los conductores de los trenes y ha habido casos en que paran el tren en una zona en específico, en especial cuando se ven más mujeres arriba y se aprovecha ese momento para tomarlas, y en muchos casos se las llevan y jamás vuelven a ser encontradas. Nunca se sabe que pasara, si estarán seguras…o no.

“Todo el tiempo nos insultaron con groserías, además de que nos dieron de cachetadas, nos daban empujones y patadas en todo el cuerpo y nos pegaban con un látigo, nos taparon los ojos y nos amordazaron...a mi compañera la mataron porque ella no tenía quién le ayudara y no les dio ningún número, entonces le dispararon dos veces en la cabeza y la dejaron desangrándose como tres horas enfrente de mí para intimidarme…El lugar en donde me tuvieron secuestrada es una casa grande, obscura, sucia, que olía mal. Los dos días que estuve secuestrada dormía en el piso, no había cobijas y sólo me dieron una vez de comer un pan duro y poquita agua, además de que los individuos que me secuestraron me desnudaron y me violaron. En ese lugar todo el tiempo se escuchaban quejidos, gritos y lamentos de otras personas” Mujer salvadoreña. Informe especial publicado por la CNDH sobre los casos de secuestro en 2009.

Demasiados son los casos de mujeres que sufren por estas situaciones, más por su género son un blanco fácil y vulnerable, además de que muchas de ellas viajan solas, como se pudo apreciar en la obra, y en esta escenificación que representaba a “Paloma”, se vio como “Rómulo” la protegía y le hablaba con más confianza cuando pensaba que era un chico, pero al saber que era una mujer primero se vio enojado, pero aun así después la cuido y se sacrificó para poder protegerla.

Son muchos los que se aventuran a subir a “La bestia”, a pesar de todo lo que sucede ahí, desde robos, secuestros, hasta la muerte, pero ellos lo saben, saben a qué se arriesgan… si suben a este tren, no existe vuelta atrás. También existe el peligro de caerse y que el mismo tren los arrolle, pueden lastimarse, muchos sobrevivientes se quedan sin piernas…”Se las arranco la bestia”. Casi ningún migrante cruza el país sin haber sufrido algún tipo de maltrato, e incluso si así fuera siempre quedan los recuerdos de lo que vieron que les hacían a las demás personas, quedar traumados por haber vivido eso ellos mismos o haber sido testigos…muchas veces sin ser capaces de poder ayudar.

Toda esta aventura no acaba al llegar a la frontera con Estados Unidos, si no que empieza otra parte de este largo viaje: El peligro de atravesar el desierto, poder ser atrapados por los policías, no tener dinero para pagar a los polleros, ya sea porque no les alcanza o les robaron durante el viaje. Incluso cuando llegan a Estados Unidos todavía tienen que conseguir un empleo, luchar contra las dificultades de estar ilegalmente en otro país donde no conocen muchas cosas en especial el idioma, en especial este aspecto es causante de que solo