La Justicia.
Enviado por John0099 • 16 de Marzo de 2018 • 948 Palabras (4 Páginas) • 284 Visitas
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como virtud, busca siempre lo correcto, el bienestar del hombre, independientemente de la norma establecida. Uno de los errores de Trasímaco, es que parte de una premisa equivocada, supone que el ser humano es perverso, egoísta y está hambriento de poder por naturaleza, presumiendo que este, estando en el poder siempre querrá aprovecharse de sus subordinados, explotándolos mientras estos signifiquen una utilidad. A mi parecer este pensamiento está completamente errado, pues el hombre, creación de Dios que es bueno, nace bueno, y luego se corrompe debido al ambiente tóxico en el cual se desarrolla.
Sin embargo, ya lo he dicho e insisto, Trasímaco no se equivoca en todo lo que dice. Dedicándole a su teoría de la justicia el tiempo de reflexión que un sofista importante en la historia, como evidentemente lo fue Trasímaco se merece, podemos descubrir cosas muy interesantes si las comparamos con el mundo actual.
La teoría de trasímaco sugiere que el hombre injusto será siempre más feliz, mientras que el justo será desgraciado, y que el justo no es justo por elección, sino por necesidad, ser justo por necesidad no es un bien, pues al dejar de existir esa necesidad, el hombre no escogerá nunca el tedioso y poco provechoso camino de los actos justos, sino que se irá siempre por el lado injusto cuando crea poder hacerlo. ¿No suena esto conocido?, ¿no recordamos acaso a ningún hombre justo que al llegar al poder se corrompe?, o bien, ¿No somos capaces de darnos cuenta que muchas veces nuestro legisladores hacen las leyes en su beneficio propio?, seríamos insensatos al no hacerlo. Entonces, esta perversidad de trasímaco, ¿no es al menos en la práctica verdadera? Desafortunadamente es así irrefutablemente. Y es por esto que nace la teoría del derecho objetivo, descartando en parte la teoría ius naturalista convirtiendo en “justo” aquello que esté reglamentado, aunque ya explique por qué el asociar a ley con justicia está equivocado.
Para concluir, entiendo la justicia, primordialmente como un ideal supremo, ligado a la equidad y a la verdad, que inclina al hombre justo a obrar y juzgar dando a cada uno lo que le corresponde, sin mirar en la persona otra cosa que no sean sus actos, este ideal al que se debe aspirar, sin convertirlo en utopía, algo lejano y cercano a la vez. El principio que debe inspirar a los legisladores a elaborar las leyes, en beneficio de todos, pero mirando a cada uno, tomando en cuenta el precepto de igualdad en la diversidad.
Quiero cerrar con la reflexión, ¿Es más feliz el hombre justo que el hombre injusto? ¿No será que tiene razón Trasímaco al decir que el hombre injusto, rodeado de los bienes que sus actos injustos le han brindado, es más feliz que el justo, que ciertamente algunas veces no tiene más que eso, la cualidad de justo?
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