La mirada inteligente

...

Ver, oír, escuchar, oler, no son operaciones pasivas, sino exploraciones activas para extraer información que nos interesa y el lenguaje reconoce este dinamismo. Estas elementales operaciones de ver, tocar, paladear, poseen otro carácter enigmático: gracias a ellas enlazamos con la realidad y con la existencia de las cosas, los sentidos corporales cumplen una doble función: nos proveen de sensaciones y nos proporcionan la irresistible convicción de la existencia del objeto y creación de la acción.

Actualmente el hombre sigue aprendiendo a ver qué es lo que ve cuando lo ve, ya que a primera vista ve las cosas de manera distinta de cómo se presentan, esto se debe a que la mirada se limitará a reflejar lo que hay y la cantidad de información es grande, confusa e incompleta, forjando un sentimiento de necesidad de conocer las cosas. Ante la mirada inteligente, las realidades físicas se muestran inagotables e inseguras y el ser humano necesita comprender, aprehender lo nuevo con lo ya conocido. Tanto los niños como el hombre cada día demandan más respuestas que contesten sus preguntas, siendo la naturaleza nuestra maestra estando siempre atenta la hora de responder nuestros experimentos.

La inteligencia del ser humano es difícil y compleja de entender, según Piaget (2009) es la adaptación mental más avanzada, es decir, el instrumento indispensable de los intercambios entre el sujeto y el universo, cuando sus circuitos sobrepasan los contactos inmediatos y momentáneos para alcanzar las relaciones extensas y estables (p. 17). Durante este proceso que anteriormente definimos, está estrechamente ligado con todo los movimientos que el hombre lleva a cabo uno de los más importantes es la mirada, ya que es esta la que nos da una perspectiva adecuada de cómo hacer las cosas, principalmente por la experiencias que vivimos durante el desarrollo de nuestra vida social.

La mirada inteligente es una gran herramienta que se debe desarrollar, es por medio de ella que el ser humano innova o crea nuevas ideas, que suelen llevarse a cabo a través de proyectos. Por esta razón debemos estar constantemente atentos ante los cambios y proyectos de nuestro entorno.

Referencias bibliográficas:

- Marina, J. (1993). Teoría de la inteligencia creadora. Edit. Anagrama, Barcelona, España.

- Piaget, J. (2009). La psicologia de la inteligencia (Vol. III). Barcelona: Editorial Critica. Obtenido de .

- Vera, A. (2006). Humanidad e Inteligencia: La órbita de la dignidad humana a partir de la noción de inteligencia en José Antonio Marina. (Trabajo de Grado para optar al título de Licenciado en Filosofía no publicado). Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, Venezuela.