Principio del cambio.

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Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes [Albert Einstein]. Si continuamos aplicando los mismos pasos de siempre, no generamos un cambio.

Esto es como si tuviésemos un problema, y pasamos todo el día quejándonos de ese problema, y no solo ese día, también el siguiente y el que le sigue, y llegamos al año y todavía tenemos ese problema. Identificamos el problema, sabemos lo perjudicial que es para nosotros pero no hacemos nada para erradicarlo, y aún así nos quejamos de que todavía tenemos el problema. Así que al final del día, el problema no es el problema en sí, es el hecho que no hacemos nada para resolverlo.

Para obtener lo deseado, necesitamos cambiar lo que hemos estado haciendo, ir más allá de nuestros límites, y estar dispuestos a nuevos retos. Sentirse capaz de estar buscando siempre más de lo mejor, percibir el cambio como una oportunidad, en vez de verlo como una amenaza.

Si cambio queremos, debemos de saber que los cambios suceden cuando vamos contra todo lo que solíamos hacer [Paulo Coelho].

Otra cosa, si vamos a cambiar, hagámoslo bien. Comprometámonos que de ahora en adelante, todas nuestras acciones se harán bien, no habrá nada a medias; y en caso de fracaso, se intentará de nuevo, las veces que sean necesarias para conseguirlo; tener la mentalidad de que el fracaso forma parte de la experiencia y la experiencia viene de cómo superamos el fracaso. Pero qué es lo que ocurre en algunas ocasiones: Probamos el fracaso, pensamos que el cambio no es algo tan necesario y dejamos la lucha.

Pienso que en momentos así es bueno leer biografías de gente exitosa. Allí uno se da cuenta de que todos y cada uno de nosotros pasamos por las vacas flacas. Por ejemplo, J. K. Rowling, la autora de la saga de Harry Potter, fue rechazada por doce editoriales; hoy en día, se han vendido más de 450 millones de copias de la saga de Harry Potter. Otro ejemplo es el caso del Coronel Sanders, a quien rechazaron más de dos mil veces en la compra de la patente de la receta de pollo frito; este señor, gracias a su persistencia, tenía 600 establecimientos con su producto en los Estados Unidos y Canadá, a la edad de 74 años. Es en ejemplos así donde deducimos de que todos y cada uno de nosotros ha probado el fracaso y el rechazo, pero solo pocos lo han superado y obtenido aquella ansiada meta; todo esto debido a la perseverancia, el compromiso y la pasión que tiene la persona para con su objetivo.

Otra cosa, el camino del cambio está lleno variaciones, es decir, no todo saldrá a lo planeado. El cambio es un camino lleno de obstáculos, obstáculos que al momento de ser superados se volverán en experiencias que un día contaremos a alguien más y que posiblemente les sirva de motivación. Cada vez que superamos un obstáculo, nuestros límites se expanden, nuestra visión es diferente, nuestra mente se fortalece; además, es en momentos así donde llegamos conocer aspectos de nuestra persona que anteriormente eran totalmente desconocidos para nosotros.

En otras palabras, cada cambio es una pequeña muerte enfrentada, una batalla ganada al miedo y un nuevo paso hacia a nuestro verdadero autodescubrimiento [Rafael Vidac].

A veces, algunos de los cambios por los que pasamos son mediados por situaciones externas, y en otras ocasiones son planificados por nosotros. Sea cual sea la circunstancia que origine el cambio, lo importante es darnos cuenta de que la vida siempre nos está impulsando hacia nuevos y diversos desafíos.

Independientemente del caso, la realidad es que el cambio es voluntario, esencial y la vida misma. Si lo reprimimos, estaremos reprimiendo un sin números de experiencias que nos ayudarán en nuestro desarrollo, crecimiento y fortalecimiento como personas. El inicio de este es uno de los pasos más primordiales y difíciles para una persona, ya que se debe de enfrentar a sus miedos, desprenderse de sus dudas y dar el salto hacia el cambio, dejando a un lado lo que el resto diga u opine de su deseo de cambio. Y esto no se detiene con dar el salto, esto continua con el compromiso que hace la persona consigo misma de no alejarse del camino del cambio, independientemente de los obstáculos que se presenten, sean estos grandes o pequeños; tener la mentalidad de que el camino al cambio es similar a un videojuego, en el sentido que mientras más fuertes sean tus enemigos, más cerca estás de la meta.

El cambio es necesario. No me imagino un mundo con seres humanos cuya mentalidad no evoluciona, cuya mente no se expande y no ve al cielo como límite. Probablemente todavía creeriamos que la tierra es plana y es el centro del universo. Hay que tomar nota, las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo, del miedo al cambio [Octavio Paz Lozano].

Rehusarse al cambio es cerrar nuestra mente ante la evolución de nuestro alrededor y como futuros mentores de aquellos que seguirán en la construcción de una mejor sociedad, eso no es gratificante.

Cierto, el cambio suena como un tipo de juego de azar, no sabes cuál será el resultado y esto puede alimentar nuestros miedos haciendo que huyamos de los retos, pero el miedo nos retiene de experimentar y conocer nuevos mundos, y la única manera de escapar del miedo, es pisotearlo con los pies [Nadia Comaneci], así que debemos ir por esos retos, correr hacia al cambio porque el cambio es el motivador del progreso que todo ser humano desea.

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