Proyecto: Reporte “Ética para Amador”

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He aquí donde se empieza a tomar la relevancia de la ética en la vida, si bien se sabe que mentir está mal pero esto tiene su pro y su contra. Por lo cual hace que definir el término de ética sea difícil. En este ejemplo está más que claro el por qué se vuelve confuso dicho termino. Realmente mentir está mal porque no se es sincero, cuando uno ya quiere salir de esta cadena lamentablemente es difícil porque ésta se puede irse alargando según las circunstancias, por otro lado puede ser benefactora, es decir, se puede sacar diversas facilidades ante las circunstancias.

Supongamos que una persona se le olvido que tenía su consulta en el centro de salud y tiene un familiar en estado de salud crítico, llega un par de horas después ya que se le paso su tiempo establecido para ser atendido por el doctor. Desesperada la persona por ser atendida le cuenta dicha situación al asistente y éste a la doctora por lo cual deciden darle prioridad por la situación en la que se encuentra, sin saber el verdadero motivo de la falta a su cita y confianza a la persona. Este es un pequeño ejemplo en el cual se puede observar que una mentira puede llegar a tener ventajas sobre ciertas circunstancias de la vida, de cierta manera si dicha persona hubiese hablado con la verdad no hubiese tenido ese beneficio. Por lo cual se demuestra que en la ética hay cosas malas que parecen buenas y buenas que parecen malas, es por eso que se dificulta definir con exactitud lo que es la ética y lo que conlleva.

El autor del libro declara que para él la libertad es aquella en la cual podemos decidir si queremos algo o no, aunque en algunas ocasiones no se puede elegir si queremos o no ya que no solo es decisión propia si no que a veces las circunstancias nos orillan a elegir una de dos sin tener otro camino. Posteriormente se aclaran sus puntos de ver la libertad que son tres: uno en el cual menciona que las algunas situaciones en la vida se dan sin darnos a elegir opciones, es decir, solo se dan y ya no hay vuelta atrás (donde nacimos, en qué país, con qué familia, etc.); dos que no es lo mismo elegir dentro de las cosas posibles a conseguir cosas que parecen imposibles pero que se pueden conseguir a través de ciertos méritos y la ultima en la cual señala que no todo depende de voluntad propia si no que hay voluntades y necesidades que por más que queramos no se pueden controlar. En este punto van de la mano la libertad con la ética.

A finales de este capítulo es donde también se expresa la forma particular del autor de ver la libertad mediante una cita.

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Haciendo la énfasis de que el ser humano es el único ser libre, mediante pensamientos, actos y decisiones, cabe destacar que no siempre ya que suele pasar que se vivan situaciones que solo nos dan opciones determinadas en las que se puede elegir entre ellas aunque uno no haya tenido predeterminado la situación.

Capítulo II: “Órdenes, costumbres y caprichos”

Retoma ciertas enseñanzas del capítulo anterior, aunque más adelante vuelve a demostrar de manera impresionante (ya que muchos no solemos darnos cuenta de las pequeñas acciones van transformándose poco a poco sin darnos cuenta) de las tres fases que los motivos van a travesando.

Claramente nos demuestra que los motivos se convierten en órdenes y éstas tienden a ser costumbres y en algunos casos llegando al caprichos. Lo que más sorprende es la manera en la que la definición de motivo toma otro rumbo según el punto de vista del escritor:

Es la razón que tienes o al menos crees tener para hacer algo, la explicación más aceptable de tu conducta cuando reflexionas un poco sobre ella.[4]

De los puntos ya mencionados antes, veremos las diferencias que van teniendo:

- Orden: regla que hay que seguir para hacer las cosas, es decir, método o sistema.

- Costumbre: habito adquirido por repetir muchas veces una cosa

- Capricho: deseo repentino e innecesario de algo

En un punto de vista particular, la orden se lleva acabo para realizar una acción mediante la cual se pueda obtener beneficio alguno, aunque es más sencillo si analizamos el tema de un punto de vista muy diferente al que comúnmente se ve; es decir, siempre el orden y la costumbre se acatan porque nuestro subconsciente ya está programado para eso, sin embargo hacemos nuestros caprichos realidad ya sea por llevar la contraria y porque lo placentero que experimenta nuestro hipotálamo es lo que no se olvida fácilmente, por ende cuando realizamos un capricho, al sentir esa sensación agradable buscamos repetirla cuantas ocasiones se presenten para cumplirlas.

He aquí una desventaja en cuanto el capricho, este no siempre resulta benefactor ya que por diversos motivos este nos puede llevar a tomar malas decisiones y en algunas ocasiones afectar a terceras personas.

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Capítulo III: “Haz lo que quieras”

En cualquier ámbito siempre se es bueno saber cuándo rendirse o seguir, pensar en el bienestar común y no propio, en la libertad entra la ética que diferencia los extremos: el bien del mal y lo neutral (que resulta ser lo ideal).

Aquí aclara el punto que, nosotros como personas libres tenemos la capacidad de elegir lo que nos conviene y lo que no, aunque a través de los años se ha quedado la ideología de las personas mayores, uno siempre les debe de obedecer por la trayectoria ya obtenida a lo largo de su vida, esto se ha estado llevando acabo porque es una costumbre que de cierta manera nos quita parte de nuestra libertad por el simple hecho de estar atenidos a lo que se nos dice, con frecuencia sin saber si estará bien o solo se hacen por acatar las órdenes que se nos dictan.

Nadie puede ser libre en mi lugar, es decir: nadie puede dispensarme de elegir y de buscar por mí mismo. Cuando se es un niño pequeño, inmaduro, con poco conocimiento de la vida y de la realidad, basta con la obediencia, la rutina o el caprichito. Pero es porque todavía se está dependiendo de alguien, en manos de otro que vela por nosotros. Luego hay que hacerse adulto, es decir, capaz de inventar en cierto modo la propia vida y no simplemente de vivir la que otros han inventado para uno.[6]

Hasta cierto punto se puede ser dependiente de las personas por la falta de conocimientos y orientación pero esto deja de estar correcto cuando uno crece y aun se le imponen la autoridad de la gente que le ha guiado hasta