Quien te impide ser feliz
Enviado por monto2435 • 13 de Julio de 2018 • 2.329 Palabras (10 Páginas) • 266 Visitas
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Ahora bien, hablamos de las principales limitaciones para nuestra realización, para vivir en plenitud y hasta para llegar a la perfección, a la que vemos tan lejana. Para alcanzarla no sólo hace falta desprendernos de todos los límites puestos o no, por nosotros mismos o la sociedad, también necesitamos perseverancia para lo que sea que vayamos a hacer, cualquier objetivo que tengamos: Porque si la primera vez que lo intentamos no lo logramos y nos resignamos, estamos lejos de poder alcanzar cualquier meta que se nos proponga, porque sí, hay que intentarlo dos, tres, cuatro… todas las veces que podamos hasta que no logremos siquiera contar los intentos, sin parar hasta alcanzar el objetivo, no sirve frustrarnos en el intento porque cada vez que no podamos estamos aprendiendo algo nuevo, no sirve enojarnos ni enfrentarnos con nadie porque esto no va a hacer que podamos lograrlo, al contrario, nos va a alejar más de nuestra meta.
Entonces tenemos que intentarlo una y otra vez hasta que nos salga, como Juan Salvador Gaviota intentando un vuelo diferente hasta que lo lograba y seguía intentando otro, capaz que hasta más complicado, y eso es lo importante también, seguir proponiéndonos todos los días un objetivo nuevo, una meta o un sueño, porque de eso se trata, de soñar y de hacerlo realidad.
Otro aspecto tan importante como el anterior, es reconocer que alguien sabe más que nosotros, que puede ser nuestro “instructor”, que puede transmitirnos su sabiduría obtenida a través de experiencias o de momentos presenciados. Lo relevante es reconocer a esas personas y valorarlas como tal, porque Juan no cuestionó a la Gaviota Mayor por lo que le decía y capaz ni entendía, lo que debemos hacer es tomar esos consejos y si no los entendemos, guardarlos y atesorarlos, porque seguro en algún momento, los vamos a necesitar y tal vez, en ese momento nos acordemos de la gran persona que nos brindó ese consejo. A su vez, también tenemos que ser capaces de reconocernos como “instructores” en la vida de los demás, porque no hace falta ningún requisito, ni edad, ni género ni nacionalidad para poder dar un buen consejo a quien en algún momento lo va a necesitar, y no nos tenemos que privar de esto porque va más allá de lo que yo necesite, porque la otra persona como nosotros espera en este mundo tan agresivo, una ayuda, en algún momento y en algún lugar.
Por último y no por eso menos importante, relacionado a lo hablado anteriormente de soñar constantemente, es el saber cuándo retirarse de algún lugar o de alguna situación, no por darla por perdida, al contrario, en el momento en el cual nos sentimos más cómodos es en el que tenemos que salir, de esa zona de confort, no porque no lo tengamos merecido, al contrario, cuando en alguna meta u objetivo nos sentimos cómodos, es decir, realizados y satisfechos es el momento de salir a descubrir nuevos horizontes, de buscar nuevas metas, nuevos objetivos por cumplir. De dejar “nuestro lugar” para que otro también tenga la posibilidad de llegar a aquello que nosotros logramos, tal como lo hizo Juan dejando a Pedro como instructor, porque sólo así, valorando a lo que llegamos pero nunca dejando de avanzar es la única forma de no estancarnos y seguir en la búsqueda de la perfección.
En conclusión, para poder llegar a ser felices, aquello tan deseado por muchos pero ideado con miles de formas diferentes, tenemos que despojarnos de todos los límites impuestos, ya sea por el pensamiento, por el espacio y el tiempo, por el cuerpo, y sobre todo, por las “etiquetas” que muchas veces nosotros mismos nos colocamos o que los demás lo hacen y terminamos creyéndolas. Debemos tener perseverancia en aquello que queramos lograr, tener la inteligencia suficiente para poder aceptar que hay otros que saben más que nosotros y valorarlos, entender que podemos ser importantes para la vida de los demás, y también, debemos soñar constantemente, todos los días poder plantarnos un nuevo objetivo, lograrlo y seguir con otro, debemos saber cuál es el momento perfecto para retirarnos y continuar por senderos todavía desconocidos, siendo capaces de ceder nuestro lugar.
Pero lo más importante de todo que todavía no dije, es disfrutar, no sólo de lo que aprendemos todos los días sino también de quienes tenemos a nuestro alrededor, porque de eso se trata la vida, de vivirla, y hacerlo lo más satisfactorio que cada uno pueda es nuestro objetivo, si bien buscamos llegar a la felicidad, también debemos disfrutar de cada momento , situación o pedacito “feliz” con nuestra familia, nuestros amigos y con todos aquellos que tenemos a nuestro alrededor, lo importante es poder compartirlo e ir aprendiendo todos los días un poco, ya que como dice la frase: “ no aprendas nada, y el próximo mundo será igual que este con las mismas limitaciones y pesos de plomo que superar”, porque sí, cada día es un mundo nuevo por conocer y descubrir, en el que podemos usar todo lo que aprendimos en el anterior y así, cada día saber y conocer un poco más, aportando aunque sea un granito de arena, para poder disfrutar más a pleno cada día que Dios nos regala, porque nadie puede comprar la vida ni mucho menos saber cuándo esta se termina, por eso lo importante es vivir cada instante al máximo, tratando de ver las cosas positivas, el vaso medio lleno, porque la vida no es color de rosas y es como una bicicleta, hay que seguir adelante para mantener el equilibrio, dando gracias de, que si el día no fue bueno o como nosotros esperábamos, hay otro día para empezar de nuevo, desde cero si quisiéramos, porque después de todo, como dice el libro nombrado durante todo el escrito, que tanto me gusto y tantas enseñanzas me dejó: “ la vida es lo desconocido y lo irreconocible” y no te olvides que “tienes la libertad ser tú mismo, tu verdadero ser Aquí y Ahora, y o hay nada que te lo pueda impedir”
Florencia Zalazar
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