Reflexión metatéorica de la muerte
Enviado por tolero • 7 de Noviembre de 2018 • 720 Palabras (3 Páginas) • 287 Visitas
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No escucharás esas palabras de tu papa con autoridad sobre tu rebeldía, ese consejo maduro y firme, esos comentarios moralistas y escrupulosos, su vago intento por querer entrar en onda y esas veces que los esperaste y no llegó; Jamás se repetirán.
Medita, sobre esos momentos de silencio tan importantes en tu vida, esos gritos de emoción y alegría, esos instantes de indignación, de rabia y coraje, de duda y desconcierto.
Ese esperar la luz verde del semáforo en la esquina poco transitada, esos días ajetreados de estrés y tráfico, caer en lo baches que sacudían estrepitosamente tu cuerpo, los momentos en la ruta y esos raites o aventones.
Esos favores de las personas amables, los niños que te contagiaron con sus risas y alegría.
Esas peleas con los hermanos y la búsqueda del perdón, las travesuras, los juegos y los consejos, los instantes de discusión y los momentos de alegre convivencia.
Esos ancianos que te aconsejaron y te cuestionaron con sus pasos lentos, que te instruyeron con su silencio y te alentaron con su fortaleza.
Esos instantes de compras a veces irracionales y desmesuradas, llenando el carrito y vaciando la cartera.
Ese ayudar con la bolsa a la señora, cruzar al cieguito por la calle, ese mandado a la señora y ceder el asiento a los adultos mayores,
Esas salidas al jardín, a los helados, al cine, las tardes de caminata, paseos y aventuras.
Esa sonrisa discretamente revelada a través del rostro bello de la muchacha que pasa o despacha en su negocio.
Esos aromas fruto del combate amoroso entre sabanas, esa mano en el “sexo complacido” como decía el maestro Jaime Sabines;
Todo se queda atrás, jamás lo volverás a sentir de nuevo.
Algo cierto es saber que la vida sigue y que el mundo rueda a pesar de que no estés, de que la vida de los demás continúa sin ti, ¿hasta cuándo? no sabemos, pero continúa.
Tal vez esta sea la gran nostalgia que nos produce la muerte, tal vez este sea el gran precio por haber existido. El no volver a sentir jamás.
Antes se decía: algún día te irás y no volverás,
Hoy decimos: algún día te irás y no sentirás jamás.
Colima, Col. a 28 de Octubre de 2014
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