Reflexión sobre el papel de la ética en el desempeño de la profesión

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También hay otros factores que vienen con el correcto ejercicio de la profesión, como el reconocimiento público, el estatus, el honor, la reputación o hasta poder y liderazgo, y si bien estos factores no se contraponen con la ética por sí mismos, no debemos dejar que nuestro trabajo se rija por la obtención de ellos.

En la lectura dicen que un profesional de excelencia, es alguien técnicamente capaz y moralmente integro, y estoy de acuerdo con ello aunque yo le haría una corrección, a mi parecer “profesional de excelencia” es una expresión redundante. Ser profesional implica estar capacitado para desenvolverte en tu función, estar comprometido en entregar siempre lo máximo y en tener la inteligencia emocional que implica tratar con otros seres humanos. De lo contrario una persona que a lo mejor tiene los conocimientos pero que abusa de su situación o no ofrece la mejor solución obtenido así un beneficioso, no se puede llamar profesional.

Quisiera concluir con una opción en concreto de la ética en la arquitectura y que ya compartí anteriormente en video. Y es que en este gremio de la arquitectura uno termina muchas veces haciendo proyectos para personas que te buscan con la esperanza de edificar su patrimonio. Personas que posiblemente han ahorrado como esfuerzo y trabajo para poder construirse una casa, y al buscarte a ti como profesional, no solo ponen en tus manos sus sueños, su trabajo y su patrimonio sino que también confían en tu su vida. Y todo esto es algo con lo que definitivamente no se puede jugar.

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