Resumen descartes 1era y 2da meditacion.

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Supondré que no soy una estructura del cuerpo humano, ni aire, ni fuego puesto que he considerado que estas cosas no son nada. Yo soy algo. Conozco que existo, que soy una cosa que piensa. ¿Qué significa? Una cosa que duda, que conoce, que afirma, que quiere, que niega que rechaza y que imagina y siente.

Pero, ¿no dudo acaso de casi todas las cosas; no conozco algo, sin embargo, y afirmo que esto es lo único cierto y niego lo demás; no deseo saber algo, aunque no quiero engañarme; no imagino muchas cosas aún sin querer y no advierto que muchas otras proceden de los sentidos? Tal manifiesto es que soy yo el que dudo, el que quiero, el que conozco que no se me acurre nada para explicarlo.

Pienso, advierto las cosas corpóreas por medio de los sentidos. Todo esto es falso, pero me parece que veo, que oigo y que siento, lo cual no puede ser falso. Sentir no es otra cosa que pensar.

Las cosas que según la opinión general son aprehendidas con mayor claridad → cuerpos que vemos y tocamos. Ejemplo: cera de miel. Su color, figura y magnitud son manifiestos: dura, fría, se toca fácilmente y al golpearla hará un sonido. Sin embargo, si se la coloca junto al fuego se desvanece la figura, su magnitud crece, se vuelve líquida y cálida, apenas puede tocarse y no emitirá sonido al tacto. Entonces ¿qué existía en esa cera que no aprehendía tan claramente? Nada de lo que aprecié con los sentidos, puesto que ha cambiado, pero indudablemente la cera permanece. 62