TEORÍAS DE LA DEMOCRACIA Y REPRESENTACIÓN: ADAM PRZEWORSKI
Enviado por Ensa05 • 22 de Mayo de 2018 • 24.160 Palabras (97 Páginas) • 326 Visitas
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Son posibles situaciones en las que ya sea que los políticos se desvían de sus promesas de velar por el interés de los votantes o que se mantengan aferrados a las mismas, aunque puedan ir en contra de los intereses de los votantes.
Las condiciones pueden cambiar en tal forma que la implementación del mandato no es ya lo mejor para los electores, por ejemplo, cuando el candidato electo toma conocimiento de algo que los electores ni él sabían en el momento de las elecciones y le obligan a cambiar esas políticas.
Los cambios endógenos de las políticas gubernamentales no previstos por los políticos antes de llegar al cargo pueden ser razones para cambiar el curso de acción en defensa del bienestar de los ciudadanos.
Para ser elegido, el candidato debe ofrecer la plataforma preferida por los votantes decisivos. Si el mandatario cree que la política menos popular es suficientemente más efectiva que las que los votantes prefieren, podrá suponer que los votantes se convencerán de que escogió la política correcta y apostarán por su reelección.
Dos situaciones:
- Harrington (1993 a, Sección IV): Los dos candidatos tienen las mismas opiniones acerca de las preferencias de los votantes, pero difieren de sus opiniones acerca de la eficacia de las políticas, porque uno de ellos piensa que los votantes están equivocados. Ambos proponen la misma plataforma en el sistema electoral, pero una vez elegidos pueden implementar diferentes políticas.
- Stockes (1997, en prensa): Los dos candidatos tienen las mismas los dos candidatos tienen las mismas opiniones acerca de la efectividad de las políticas, pero difieren en sus opiniones concernientes a las preferencias del electorado.
En ambas situaciones los candidatos pueden adaptarse de sus plataformas una vez electos, pero lo hacen pensando que están actuando de acuerdo con el interés del electorado.
Si toda la situación es idéntica a la anterior, pero que el candidato no cree que los electores hayan de convencerse de la mejor política, el candidato propone la plataforma que los electores prefieren y la respetará en contra de lo él cree que es el interés de los ciudadanos.
La impunidad es mitigada por consideraciones vinculadas con la reputación (Downs 1957, Ferejohn 1995). Los políticos pueden estar preocupados por mantener sus promesas como una inversión en credibilidad. Si los candidatos prevén que los votantes mirarán tanto a las nuevas promesas como a las políticas del pasado se preocuparán tanto por informar, como por convencer, lo que modera su tentación de apartarse de las viejas promesas. Los votantes pueden castigar a los políticos que reniegan de sus promesas de invertir en información, ya que quieren que sus escogencias tengan consecuencias, y, por lo tanto, quieren ser capaces de predecir el comportamiento de los políticos a partir de sus plataformas de campaña, su retórica y su identidad.
Tales mecanismos de reputación pueden estimular a los mandatarios a mantener sus promesas electorales, pero un rasgo importante de las instituciones democráticas destacado por Manin (1995) es que los políticos no están legalmente compelidos a atenderse a su plataforma electoral en ningún sistema democrático. Por consiguiente, una vez que los ciudadanos han elegido a los representantes, no cuentan con mecanismos institucionales para obligarlos a mantener sus promesas, solo pueden sancionar las desviaciones del mandato después de que han experimentado sus efectos.
El argumento principal por el que estos mecanismos no existen, es que se debe permitir que los legisladores deliberen y que los votantes no pueden confiar en su propio juicio.
Las instituciones deben permitir las condiciones para el cambio, y ninguna plataforma electoral puede especificar de antemano lo que el gobierno debería hacer en cada situación de contingencia, es decir, los gobiernos deben tener cierta flexibilidad para manejarse en situaciones cambiantes.
Existen buenas razones por las cuales las instituciones democráticas no cuentan con mecanismos que obliguen a los gobernantes a cumplir con el mandato pre-electoral, como que los ciudadanos quieren gobiernos con capacidad de gobernar.
- La concepción de la representación como responsabilidad (“accountability”)
Los políticos no pueden querer hace nada que los ciudadanos bien informados no quisieran que hiciesen, pero también pueden mostrar un espíritu público y consagrarse lleno a la satisfacción del interés público. Aunque también pueden querer algo diferente a lo que quieren los ciudadanos que implique un coste para éstos, así como tener la obtención de ganancias privadas.
Existen diferentes formas mediante las cuales los políticos pueden “hacer trampa”, como si hacen cosas que los ciudadanos no quisieran que hiciesen, si gastan tiempo conspirando contra sus rivales, si actúan para incrementar su propia riqueza, si otorgan favores clientelistas etc. Pero la forma más importante en que pueden actuar contra los intereses de sus electores es escogiendo políticas que satisfacen sus propios intereses o los intereses de algunos grupos particulares con los que ellos se encuentran comprometidos.
Entonces, los ciudadanos tienen que establecer un marco de transacciones para los políticos que podrían inducirlos a mantener la obtención de rentas en un nivel bajo. El punto de vista standard acerca de cómo opera el mecanismo de responsabilidad se basa en el “voto retrospectivo”. Los ciudadanos establecen determinados parámetros de desempeño para evaluar a los gobiernos y a menos que el gobernante satisfaga estos criterios, votarán en contra.
Los modelos de responsabilidad relativos a las elecciones asumen típicamente que mientras los votantes no conocen lo que deberían saber para evaluar a los gobiernos, los gobernantes saben lo que tienen que hacer para ser reelectos.
Sin embargo, aun siendo soberanos los votantes a menudo no conocen cuáles son las condiciones que los políticos sí conocen y pueden incluir la posición de los gobiernos extranjeros para la negociación o de instituciones financieras internacionales, por lo que los electores se encuentran ante un dilema.
- Matando dos pájaros de un tiro
En un modelo puro de responsabilidad, los votantes utilizan el voto con la intención de sancionar al gobernante, mientras que en un modelo puro de mandato los electores comparan las promesas que hacen los candidatos para el futuro y solamente usan el voto para escoger al mejor candidato.
Sin embargo, los
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