Texto Franz Hinkelammert: explique, de acuerdo con el texto, en qué consiste el criterio de demarcación propuesto por Popper.

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4.- Texto Andreski: explique las críticas que hace Stanislav Andreski al uso que se le da al método científico en Ciencias Sociales.

El desarrollo de los métodos de experimentación y medición han jugado un papel crucial en la historia de las ciencias exactas. Estos nacieron para la resolución de problemas sustantivos y el autor no conoce ninguna metodología que haya sido inventada en el vacío o importada totalmente de otro campo y luego empleada con éxito para producir descubrimientos importantes. Cuando la gente habla de metodología no se refiere a principios básicos de la inferencia inductiva, sino a los métodos más específicos para recoger y analizar datos estadísticos. La metodología en su esencia es profiláctica, ya que nos previene de ciertos peligros, pero no ayuda a concebir nuevas ideas. Los métodos denominados de inducción en verdad son métodos de verificación, ya que solo explican como ensayar la hipótesis, pero no como el llegar a ella.

El énfasis excesivo sobre la metodología y las técnicas, como también el elogio de las formulas y los términos de aspecto científico, dan el ejemplo de la tendencia común de desplazar el valor del fin hacia los medios, el valor excesivo a lo que es el medio llega a valorarse por sí mismo y se deja de lado el fin original. Aquí se da un ejemplo de un psicólogo o sociólogo que se obsesiona con lo que son los sistemas, la jerigonza (lenguaje especializado del grupo) y las técnicas, aquí la obsesión es por los medios, y se deja de lado el fin, como se dijo anteriormente. Esto se da por el desvalimiento frente a lo complejo que son los fenómenos sociales y el temor de ocuparse de temas peligrosos, se olvida que el más esencial de los métodos de investigación es el pensamiento libre de prejuicios.

La ventaja principal de la aplicación mecánica de técnicas rutinarias estriba en que permite una producción masiva de material impreso sin demasiado esfuerzo mental. Con esto se refiere a que la persona se enfocara en hacer lo que “corresponde” básicamente y mínimamente ya que con eso podría bastar, no irá más allá de lo que baste. Aquí el autor ejemplifica con el caso de un hombre que era empleado para realizar entrevistas en diversas partes de Inglaterra que, en vez de viajar, componía la mayoría de ellas en su bar local favorito, el antes había ayudado a otro sociólogo en un trabajo de investigación gracias al cual este consiguió un puesto de profesor en una universidad y no sufrió ninguna crisis de conciencia al descubrir los verdaderos hábitos de su antiguo asistente. Todo esto ya que realzan la metodología exacta, es decir se enfocan más en los medios que en el producto que tendrá lo que hacen.

En las ciencias experimentales como lo dice su nombre se hacen experimentos, los cuales son comprobadas un montón de veces y si alguien aún desconfía puede volver a experimentar y comprobar siguiendo los mismos pasos, pero si se sospecha de la producción de estadísticas de China, solo se puede formular estimaciones sobre la base de evidencias indirectas, no se puede verificar en al amplio sentido de la palabra, ni siquiera se puede saber el número de habitantes y si se llegase a desconfiar de la cifra dada a conocer solo se puede formular una conjetura aproximada.

Los adoradores de la metodología no toleran para nada a los impresionistas, en particular cuando escriben bien y logran que sus libros tomen interés, ya que los científicos sociales tienen un interés particular en inflar el volumen de sus escritos con material superfluo, consideran a todo aquel capaz de resumir una gran cantidad de información en un breve espacio como transgresor pernicioso que socava su medio de vida. Los sociólogos acostumbran a criticar a todo aquel texto que trate de las sociedades y que no utilicen la metodología científica.

Ferdinand Zweig ofrece libros sobre los trabajadores manuales ingleses, que sin duda son textos muy buenos, pero es criticado ya que sin duda la sociología que presenta es insuficiente, ya que se necesitan investigaciones estadísticas, análisis comparativos, estudios históricos y también razonamientos deductivos abstractos, pero esto no hace que sea malo, sino que esto viene del dogma de que todo lo no cuantificable carece de valor, y si no es cuantificable, no es científica, y por esto es que hay una gran escasez de libros con observación cuidadosa y exhaustiva, con aspectos de la realidad social que escapan a los cuestionarios y estadísticas. El autor encuentra que el decir que si no es cuantificable no es ciencia y por lo cual no tiene gran valor es una de las supersticiones más torpes de nuestro tiempo, cuya boga se explica solo por el hecho de que permite a una gran cantidad de gente ganarse la vida practicando cualquier especie de seudociencia pueril.

Bajo la idolatría metodológica yacen varias distorsiones curiosas, la primera es un inductivismo ingenuo, es decir, la creencia de que si reunimos bastantes “hechos” las teorías explicativas y predictivas emergerán espontáneamente, actitud que sigue encontrando una amplia audiencia, a pesar de las numerosas advertencias de toda clase de pensadores ilustres. El segundo defecto grave en la metodología de las ciencias sociales es la concentración exclusiva sobre los aspectos cuantificables, junto con una despreocupación total acerca de la significación de las palabras, así se encuentran textos con los resultados de la jerigonza, también puede censurarse en gran medida la separación de las ciencias sociales y la filosofía, lo que no debería ser así, ya que un cultivador de las ciencias sociales necesita valerse de recursos de la filosofía analítica para no caer en las trampas lógicas y semánticas.

Como la mayoría, si no la totalidad, del trabajo en las ciencias sociales, aparte de la economía, consiste en descripción no cuantificada, podría pensarse que la cuestión de los criterios para juzgar la calidad tendría que estar ya totalmente resuelta, pero no es así en absoluto. Los volúmenes de metodología que contienen elaboradas disposiciones sobre la forma de determinar los “hechos” nada dicen acerca de los medios para juzgar cuáles debieran ser registrados; lo cual quiere decir que dejan completamente de lado la cuestión fundamental de los criterios para evaluar el valor de una descripción.

Los métodos cuantitativos de investigación social, inventados por Paul Lazarsfeld y sus seguidores americanos y europeos, comprenden una gran elaboración e inventiva, pero sin embargo a los ojos del autor los exponentes de los métodos cuantitativos de investigación social excesivamente refinados le recuerdan hechos como cocineros que solo lucen sus utensilios pero jamás cocinan,