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Trabajo: Disertación Filosófica acerca de la pregunta ¿Qué es lo que hace que llamemos al ser humano persona?

Enviado por   •  11 de Noviembre de 2018  •  2.060 Palabras (9 Páginas)  •  345 Visitas

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«Quizá solamente quien ha penetrado profundamente en Dios, es capaz de amar a todos los hombres en Dios (...) Yo no amo a la humanidad. No trabajo por la humanidad. Amo algunos hombres, y la experiencia me ha resultado tan fértil que por ella me siento ligado a cada prójimo que atraviesa mi camino».[6]

Cuando la visión personal del hombre “YO” trasciende hacia los demás “NOSOTROS” entonces se forja la visión comunitaria del bien común, del beneficio colectivo, del pensar en los demás, que se traduce en la producción de bienes y servicios que sirven para satisfacer las necesidades colectivas del grupo social al que pertenece y cuya sumatoria de todos los individuos que piensan y actúan en esa dirección se convierte en un proceso de producción social interactivo e interdependiente.

La utilidad de los bienes y servicios producidos hace que el hombre intensifique su labor productiva ya que aumenta su demanda, situación que lo obliga a intensificar la oferta para intercambiarla como mercancía a la que se le impone un valor agregado y por la cual la mercancía tiene precio y por cuyo intercambio se produce riqueza y plusvalía en los bienes de producción. Provocando desde este momento histórico las contradicciones sociales entre los que tienen y los que no poseen los bienes de la producción para generar riqueza, produciéndose una marcada lucha de clases y profundizándose las confrontaciones sociales, políticas y económicas que en todo momento están produciendo crisis de toda naturaleza, producto de esta lucha o exclusión.

Todo lo anterior ha obligado al hombre a crear reglas del juego, que se traducen en modelos económicos, sociales y políticos que orienten la producción y distribución de la riqueza y en donde cada día que pasa se profundizan las contradicciones entre los que tienen y los que no tienen.

Esa dialéctica conlleva al hombre a definir procesos que solucionen, palien, o eliminen las crisis o conflictos sociales a través de mecanismos sociales que busquen el consenso o la opinión mayoritaria de los diferentes grupos sociales en conflicto para la solución de las crisis.

El uso de la ciencia y la tecnología históricamente han impulsado el desarrollo y el bienestar de los pueblos, generando economías sociales que deben ponerse al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la economía, dado que todo el proceso histórico es producto del trabajo social del hombre y por consiguiente toda esta riqueza debe ponerse a su disfrute y disposición para la satisfacción de todas sus necesidades primarias, secundarias y terciarias.

Cuando las sociedades tienen acceso y participan en la distribución de la riqueza y sus necesidades son satisfechas, todo se traduce en paz, seguridad y bienestar y los indicadores de pobreza e inequidad desaparecen del contexto social.

La visión colectiva del hombre tiende a dejar en segundo orden el individualismo, el personalismo para colocar desde el punto de vista egocéntrico para luego construir una visión comunitaria del bienestar materializado en el bien común y que constituirá un posicionamiento consciente de esta actitud y de este pensamiento colectivista en procura del bienestar social y de la construcción de la sociedad que garantice su convivencia armónica y pacífica y ese pensamiento debe darse como una conversión del pensamiento y la acción para que pueda materializarse todo esfuerzo social colectivo y comunitario en donde el bienestar común debe tener la preferencia y el interés particular debe silenciarse.

En el primer número de ESPRIT (1933), Mounier proclamó: «la revolución será moral o no será». También la definirá como: «una técnica de los medios espirituales»;[7] en otras palabras: se trata de asumir que la sensibilidad y la personalidad de la persona representan una fuerza transformadora. Sin una “conversión” de la persona, la revolución sería sólo un cambio de gobierno, o un cambio en las condiciones de la opresión pero no su finalización. )

El pensamiento filosófico entonces debe contribuir significativamente en la aportación de soluciones, mecanismos e ideas que tiendan a la solución de estas contradicciones sociales y demás crisis que profundizan las divisiones, los antagonismos, la exclusión y la marginalidad sociales, generando modelos de desarrollo económico, político y social que produzcan cambios significativos en las estructuras macro y micro económicas, sociales y políticas del Estado y la sociedad mediante pactos sociales, modelos, acuerdos y estrategias consensuadas que impongan verdaderos cambios en las formas de distribución de las riquezas y del poder en las sociedades mismas y que sepulten de una vez por todas las crisis causadas por la pobreza, la miseria, la marginalidad y la exclusión social ( que se traducen en inseguridad social y ciudadana, corrupción, insalubridad, delincuencia, drogadicción, vagancia, prostitución, analfabetismo, desnutrición, desempleo, falta de vivienda, desintegración familiar , etc.)

La apropiación de este pensamiento en la acción debe ser asumida por todos en procura del bien común para la satisfacción de las necesidades colectivas de la sociedad, indistintamente de la estigmatización ideológica que los grupos dominantes siempre saben darle a estas corrientes de pensamiento, porque siempre están confundiendo mediáticamente la conciencia y el pensamiento colectivo, para mantener siempre su hegemonía y preservar sus privilegios económicos, políticos y sociales como grupos sociales dominantes.

Todo ello conlleva a implementar verdaderos planes de nación que la sociedad misma debe plantearse y proponerse en procura de la satisfacción de las necesidades de la persona humana que es el fin último del Estado y la sociedad.

Conclusión

En síntesis concluimos que desde la perspectiva espiritual al hombre le fue dada su dignidad de persona por un ser divino que lo hace único y especial.

Toda persona humana es capaz de pensar, razonar, reflexionar y producir ideas, bienes y servicios para satisfacer necesidades humanas y que con alma vida y corazón genera sentimientos que conmueven y elevan su espíritu en procura del bien común sin perder su libertad, su independencia e identidad, poniendo siempre su dignidad de persona humana por sobre todas las cosas como un don inherente a sí mismo y que le es intrínseco.

El ejercicio de acción y reflexión del hombre sobre el mundo para transformarlo produce cambios y desarrollo social económico y político que se traducen en bienestar colectivo como producto del ejercicio de la ciencia y del intelecto.

Por tanto, la ciencia, la

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