UN PSICÓLOGO EN UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN
Enviado por monto2435 • 29 de Enero de 2018 • 2.738 Palabras (11 Páginas) • 324 Visitas
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• Las primeras reacciones
Como es lógico, después de pasar todos los momento arriba descritos, los prisioneros, se sentían desgraciado y sumamente humillados, perdían en la totalidad el sentido de vida, sin embargo muchos de los prisioneros decidieron tomarlo con cierto humor, bromear con sus compañeros, y tratar de amenizar aunque fuera un poco la terrorífica situación por la estaban pasando.
• ¿"Lanzarse contra las alambradas"?
Había en cada uno de ellos un terrible miedo de lo que venia después, pero más que nada el miedo a la muerte y la manera de cómo iban a morir. Era este mismo miedo el que traía a ellos el constante pensamiento de suicidio, y una manera de hacerlo era el “lanzarse contra la alambrada” según se describe.
3. FASE DOS. "LA VIDA EN EL CAMPO"
Cada vez era mas difícil soportar los días dentro de los campos, las sensaciones de los prisioneros eran prevalecientemente de apatía, desilusión y un depresión generalizada, una especie de somnolencia en todos, en la cual ya no les interesaba nada.
Esa ilusión o esperanza que habían generado en la fase uno, poco a poco se iba desvaneciendo, y se iba transformando en amargura y en una especie de muerte emocional.
Así mismo poco a poco se iban deshumanizando, ya las cosas horribles que veían de manera diaria, no les causaba horror, mas bien eran cosas habituales o incluso naturales a las cuales se iban acostumbrando.
De cierta forma era algo necesario para ellos, ya que de ese modo podían olvidarse un poco de su realidad y únicamente enfocarse en su único objetivo de salvar su propia vida por un día más.
• Los sueños de los prisioneros
Sus mas anhelados sueños se resumían únicamente a un plato de sopa, una cajetilla de cigarro, un baño caliente, un corto momento con alguno de sus seres amados.
• El hambre
El hambre era lo más perecido por los prisioneros, era muy común que se escuchara hablar de comida entre ellos, lo cual por un lado era un alivio al imaginarse platillos añorados pero por otro lado era peligroso ya que se provocaba esa sensación de hambre que genera una desesperación y frustración por su situación.
• Sexualidad
Las mismas circunstancias por las que estaban pasando, tanto de salud física como mental, hacían que el deseo sexual que pudiesen tener se volviera nulo en su totalidad. Sus deseos sexuales únicamente podían manifestarse en sus sueños.
• Ausencia de sentimentalismo
Había un inminente ausentismo de sentimentalismo ante las situaciones que veían suceder día a día. Se habían convertido en cierta forma en maquinas que no sentían y lo único que les interesaba era hacer lo necesario para salvar sus vidas.
• La huida hacia el interior
Algo que si se podía destacar entre los prisioneros era la profunda espiritualidad que tenían algunos de ellos, los cuales por lo mismo tenían un fortaleza superior a aquellos que no, esto debido a que su fortaleza venia desde el interior, que es mucho mas poderosa que la simplemente física.
• Juguetes del destino
Frankl fue trasladado a un campo de reposo, en donde pudo disfruta una de las cosas que más anhelaban los prisioneros, la soledad, ya que al vivir en esa especie de celdas que compartían con un grupo grande de compañeros era muy difícil que se lograra estar solo por unos instantes.
Frankl menciona que los prisioneros eran una especie de juguete del destino. Lo que les hacía más inhumanos de lo que las circunstancias habrían hecho presumir.
• Planes de fuga
Era constante que entre los mismo prisioneros conspiraran para crear planes de fuga, sin embargo el miedo los aterraba y muchas veces optaban por preferir dejarse llevar por lo que el destino les deparara.
Frankl junto con otro compañero tuvo oportunidad de escapar en un momento, pero por algunas dificultades no pudo.
• Irritabilidad
La irritabilidad era un sentimiento común entre los prisioneros, la falta de sueño , el hambre, el dolor, la depresión, provocaban esta irritabilidad que provocaba constantes riñas entre ellos mismos.
• La libertad interior
Tras explicar la psicopatología de los prisioneros del campo se puede sonsacar que el ser humano es una raza completamente influida por su entorno, que en este caso es el campo de concentración. Sin embargo había una única cosa que no se le podía arrebatar a un recluso de un campo de concentración, su libertad interior, su yo más íntimo. A pesar de las condiciones a las que se veían expuestos los prisioneros cada uno decidía que tipo de persona deseaba ser, y en esta decisión no influya ni el entorno del campo.
Lo que más preocupaba a los prisioneros era si sobrevivirían en el campo de concentración. Porque si no se preguntaban aquello, sus sufrimientos no tendrían sentido puesto que era una vida cuyo único fin era superarla.
La observación psicológica de los prisioneros demuestra que solo aquellos a los que no le derribaba su sostén moral y espiritual caían víctimas de las influencias degenerantes del campo. Todos los prisioneros que han sobrevivido coinciden en que lo más angustioso de todo era el no saber cuándo iba a durar su encarcelamiento. Nadie les dio una fecha de liberación, es más, no tenía sentido hablar de ello. La vida en el campo podía denominarse "existencia provisional". Los prisioneros sufrían una extraña deformación del tiempo. Para ellos una unidad de tiempo menor como un día (lleno de torturas y de infamias) parecía tener mayor duración que una semana.
• El destino, un regalo
El hombre tiene la peculiaridad de no poder vivir sin mirar al futuro. Esto a veces le salva en los momentos más dificultosos de su existencia. Cuando uno sufre se crea una fortaleza pensando que vendrán tiempos mejores y se imagina a uno mismo realizando cosas que satisfacen su psique. También suele refugiarse en cosas triviales del día a día. Decía Spinoza en su Ética: La emoción, que constituye sufrimiento, deja de serlo tan pronto como nos formamos
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