ARQUITECTURA MESOAMERICANA “Nueva Arquitectura Mexicana”
Enviado por John0099 • 14 de Enero de 2019 • 1.576 Palabras (7 Páginas) • 523 Visitas
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Chichen Itzá
Aproximadamente en el año 925 d.C. se introduce una oleada de toltecas en el territorio de los mayas (Gendrop, Quince Ciudades Mayas, 1984) Esta aparición coincide con el ocaso del periodo cultural clásico. Esto da origen a un nuevo periodo histórico y artístico denominado “mexicano”, Chichén Itzá pasa a ser ocupada por los toltecas y es convertida en el nuevo foco de irradiación del modelo de vida del altiplano (Gendrop, Historia del Arte Mexicano, 1982).
La ciudad ya había sido fundada cuando el pueblo de la serpiente emplumada hace su aparición como lo puede probar la sección conocida como Chichén Viejo, donde subsiste arquitectura característica de los pueblos Puuc y Chenes. (Gendrop, Quince Ciudades Mayas, 1984).
La visión cósmica de los toltecas moldea plásticamente al nuevo Chichén, con características que elevan el espíritu de guerra (característica muy particular de los toltecas, que eran un pueblo guerrero) y dejando para la eternidad dos elementos que resultarán fundamentales para el sitio: el misterio de la muerte y el mito de Quetzalcóatl.
Sobre la plaza central, que es limitada por el Templo de los Guerreros y el juego de pelota, fueron erigidos basamentos de distintas dimensiones, siendo el mas sobresaliente el Templo de Kukulcán. Esta pirámide es sin duda uno de los monumentos más conocidos de toda la arquitectura mesoamericana ya que debido a sus dimensiones resulta ser el de mayor presencia, visualmente hablando, en el paisaje de Chichén Itzá.
De esta edificación hay que resaltar una contraposición a lo que usualmente nos brindan las edificaciones toltecas, que es el hecho de menospreciar la altura de las mismas. En este caso, al ser la cima de forma cuadrada, disminuye su dimensión y respeta la jerarquía que impone el basamento y que caracteriza a los edificios tradicionales de Tikal. Además, brinda una sensación de perfección geométrica por la finura en que está labrado. “Los arquitectos maya-toltecas lograron en la pirámide de Kukulcán resumir la esencia matemática de su visión cósmica…, una visión que tiende a materializar los conceptos divinos, y que impone al hombre la tarea de ser protagonista del sostenimiento del supremo equilibrio de la naturaleza”. (Guerrero, 2006).[pic 12][pic 13]
Monte Albán
Fue construida a lo largo de casi un milenio por el pueblo zapoteca. Está situado sobre una plataforma artificial y dominando tres valles situados a cuatrocientos metros por debajo. (Paul, 1942)
En Monte Albán predomina una gran condición plástica que es la línea horizontal, dada posiblemente por la situación geográfica en que se encuentra, ya que es una meseta de 180 por 300 metros con orientación norte-sur. A oriente y poniente encontramos una serie de basamentos que fungen cono límite entre el gran vacío que representan las laderas de la mesta y las explanadas interiores que se forman por los elementos que conforman la urbe del centro ceremonial. En el norte y el sur se encuentran un par de elementos desligados del nivel predominante, dándoles jerarquía sobre los demás elementos. La zona habitacional surge en las laderas adyacentes como pequeños núcleos y que dan la sensación de autonomía respecto del resto del conjunto. [pic 14][pic 15]
Monte Albán resulta una genialidad arquitectónica ya que en ningún punto contradice la horizontalidad que su topografía le brinda.
Tajín
El nombre alude a la deidad más importante del Totonacapán, dios del trueno, cuya presencia representaba dos elementos fundamentales: el agua que preñaba la tierra y proveía el alimento y el trueno como testimonio, presencia magnífica y terrible de los dioses en la bóveda celeste. (Marquina, 1964).
Existe en Tajín una condición plástica vital omnipresente en la mayoría de sus edificios: el ritmo generado por la sucesión y el contrapunto. El ritmo se enriquece con la presencia de diversos elementos de distinta naturaleza formal, contrario a las características primordiales de Teotihuacán, para dar lugar a soluciones un tanto más caprichosas, como lo son sus dos elementos principales: el nicho y la greca.
La greca totonaca deviene en representación simbólica de la energía desatada por el trueno y que, convertida en remolino y huracán, provoca la fuerza del viento y del agua, convirtiendo a la naturaleza en escenario de la violencia de los dioses. (Gendrop, Historia del Arte Mexicano, 1982).
La pirámide de los Nichos es un edificio que concilia en una sola obra dos propósitos fundamentales. La voluntad plástica que organiza a la geometría de acuerdo a conceptos religiosos y el régimen de la cuenta del tiempo, asociado al movimiento estelar y a los registros calendáricos. (Marquina, 1964)[pic 16]
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Lista de Referencias
De Anda Alanis, E. (2013). Historia de la Arquitectura Mexicana . Barcelona: Gustavo Gili.
Gendrop, P. (1982). Historia del Arte Mexicano (Vol. Arquitectura Maya). México: Salvat Mex.
Gendrop, P. (1984). Quince Ciudades Mayas. México: UNAM.
Guerrero, R. F. (2006). La visión cósmica de los toltecas.
Marquina, I. (1964). Arquitectura Prehispánica. México: SEP-INAH.
Padilla, G. L. (2011). Nueva Arquitectura Mexicana. México: Designio.
Paul, K. (1942). Distribución geográfica de elementos culturales atribuidos a los olmecas de las tradiciones. México, DF: Latin American Center Publications.
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