Apellidos de Pozoblanco. La historia de todos nosotros
Enviado por Mikki • 23 de Diciembre de 2018 • 7.686 Palabras (31 Páginas) • 391 Visitas
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La ley de Registro Civil de 8 de junio de 1957 confirmó la obligatoriedad de los apellidos paterno y materno, una particularidad únicamente española que ni siquiera en Hispanoamérica existe. De este modo concluía la tradicional libertad para elegir el apellido y se obligaba a los españoles a perpetuar un apellido concreto, el del padre, aunque permitía posibles cambios y excepciones. Con las últimas reformas y proyectos sobre este asunto la rigidez normativa se ha suavizado ligeramente.
III. CLASIFICACIÓN DE LOS APELLIDOS
Aunque el origen de los apellidos puede deberse a múltiples causas, es habitual clasificarlos según determinadas categorías:
- Los Patronímicos derivan de nombres propios, generalmente del nombre del padre. Es el tipo actualmente más abundante: García, González, Rodríguez, Fernández, López, Martínez, Sánchez, Pérez, Gómez, Muñoz, Ruiz, Díaz, Márquez, Jiménez, Benítez, Domínguez…
- Los Toponímicos y Gentilicios derivan del nombre del lugar de procedencia, que puede ser tan variado como una nación, una región, una comarca, una ciudad, un río, una construcción, una planta, un monte o cualquier accidente o elemento geográfico. Son también muy numerosos: Alameda, Álamo, Arévalo, Arroyo, Bejarano, Bernias, Carpio, Castilla, Castillo, Castro, Cerezo, Cobos, Encinas, Guijo, Hinojosa, Lopera, Madrid, Molina, Morales, Olmo, Parra, Plazuelo, Pozo, Pozuelo, Priego, Quirós, Romero, Salamanca, Santofimia, Sepúlveda, Serrano, Tormo, Torres, Torrico, Villarejo, Villarreal, Viso, Vizcaíno, Vizcarro, Yun…
- Los de Oficios, Profesiones y Cargos están asociados a la funciones ejercidas y entre ellos se encuentran algunos de los más característicos de Pozoblanco: Alcaide, Ballesteros, Caballero, Cabrera, Calero, Cardador, Conde, Dueñas, Escribano, Herrero, Jurado, Merchán, del Rey, Vaquero…
- Los Teonímicos o hagionímicos suelen estar relacionados con la religión o con hechos relativos al nacimiento. Abril, Alegre, Aparicio, Bautista, Bienvenida, Buendía, de Dios, de Gracia, Expósito, Monje, Pascual, Sanjuán, Santamaría, Santos, Tirado, Ventura…
- Apellidos varios y de origen desconocido o incierto, son aquellos que debido a la dificultad de la etimología, rareza, a su gran antigüedad o a otras varias causas no se han podido aún interpretar. El origen de García o Muñoz es confuso y de los pozoalbenses incluyo algunos como Fabios, Jaut, Llergo o Pedrajas.
- Los de Apodos se corresponden con alguna característica propia del carácter físico, moral o material de las personas. Como hemos expuesto éste es el criterio más antiguo utilizado para distinguir a cada individuo. Unas veces se convirtió en apellido, otras no, aunque se haya seguido utilizando de generación en generación en sus descendientes como linaje. Ejemplos de lo primero lo tenemos en Amor, Bajo, Rico, Bermejo, Blanco, Bravo, Cabello, Carrillo, Cejudo, Delgado, Dorado, Herruzo, Galán, Garrido, Lozano, Moreno, Palomo, Porras, Redondo, Rojas, Rubio, Valero, Zajón…
En el segundo caso, y sin ánimo alguno de ofender, incluimos a Alegrías, Apures, Arenales, Bordaores, Cachondos, Cagajones, Cagarrutos, Calderos, Canarios, Candelarios, Casquetes, Casterras, Castranos, Chairos, Chiquitos, Chocolateros, Chorros y Chorritos, Cintas, Ciriacones, Colilleros, Cotos, Cupidos, Hormigas, Jaboneros, Levauras, Macarenos, Malaguillas, Manchegos, Matagatos, Melojas, Minutos, Mocosos, Ochentas, Pajarones, Paletos, Panalos, Panderetes, Pañeros, Perindos, Periquetes, Pichones, Poleos, Retenes, Santóleos, Sietes, Valientes, Varas, Verduras, Vinagres, Virutas, Zorretes, Zúcaros y tantos otros que harían la lista interminable.
IV. ALGUNAS PARTICULARIDADES DE LOS APELLIDOS DE POZOBLANCO
# El sufijo –EZ y sus variantes ya hemos comprobado que parece estar relacionado con el patronímico y es la forma más distintiva de apellidar en España aunque desde la Edad Media quedó fosilizada y se ha perpetuado por herencia. Es el equivalente al sufijo portugués en –ES (Peres, Chaves, Rodrigues), el anglosajón –SON (Johnson, Jackson), el –OV ruso (Petrov, Sharapov) o el italiano –INI (Martini, Pellegrini, Sabatini, Mussolini). En Pozoblanco los más numerosos son actualmente Fernández, Sánchez, López y Muñoz. Históricamente este último ha sido el más frecuente.
# La elección por prestigio o categoría, vanidad o interés testamentario dentro de todos aquellos apellidos a los que podía optar. Por ejemplo, Marco Ponce, criado del cronista Juan Ginés y escribano público de la villa, tuvo que añadir el de Sepúlveda al suyo propio y al de sus hijos Juan y Luis Ponce para poder disfrutar y transmitir las prebendas recibidas. Estas ansias de grandeza al tomar el apellido fueron tan habituales que algún escritor del siglo de Oro hizo burla exagerada e ingeniosa de ello:
Yo conocí un tal por cual
que a cierto conde servía
y SOTILLO se decía.
Creció un poco su caudal
salió de mísero y roto,
hizo una ausencia de un mes,
conocíle yo después
y ya se llamaba SOTO.
Vino a fortuna mejor,
eran sus nombres de gonces,
llegó a ser rico y entonces
se llamó SOTOMAYOR.
No sé si conocen ustedes el magnífico lema que pregona: Después de Dios, la casa de Quirós. Y es que, al aludir al apellido propio, algunos enfatizan su pretendida grandeza indicando que pertenecen a la casa de tal o de cual. Aunque siempre pueden topar con alguien que les conteste con sorna: Yo soy Miguel Expósito, de la casa de expósitos.
# Apellidos más abundantes. Anteriormente los hemos relacionado con los patronímicos. De los aproximadamente cien mil existentes, los veinte primeros por frecuencia apellidan en España a casi la cuarta parte de los habitantes y en Pozoblanco a más del 40% del total de sus vecinos.
En ambos casos el más abundante es García y sobre él se cuenta una divertida anécdota: un monarca cristiano, durante la reconquista, comenzó a distribuir apellidos entre todos los soldados que le habían ayudado en la victoria, comenzando por los más destacados: tú te llamarás Mendoza, tú de Luna, tú Páez, tú Alvarado, y así durante
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