Aproximadamente en los años 1890 – 1950, dominada en las tierras de Santa Cruz, y todos sus Distritos donde prevalecía el más valiente

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Rodolfo más enfurecido levanto el gancho y saco el máuser de un solo plomazo hizo el cráneo en dos parte.

Genoveva, Genoveva vengan corriendo les diré algo ¿Qué paso Rodolfito? Ya no sufriremos más ¿Por qué? Pues lo mate al viejo coquero; ¿qué? Ahora nos mataran a todos no hermana ya se manejar esta arma que ha dejado mi papacito en el nombre del hare respetar a toda esta familia.

Davia llorando va a Elías Santa Cruz, para que lo udara a enterrar el muerto. Hay Elías vengo con malas noticias he pensado en ti como pariente, pero, ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? – tú tienes conocimiento de los bandoleros que siempre nos llevan muchas vacas – gallinas que abusan de mi hermano ¡ no es cierto!, si pero dime que pasaron con ellos no me digas que raptaron a Jeno – no Elías lo que pasa es que el viejo Grabiel metió su ganado al maizal del roble y mi niño Rodolfo lo mato ¡no! ¡No! Puede ser ¿y en qué quieres que te ayude? - a enterrar el muerto antes de que llegue la noche y lleguen a buscarlo – hoy todecito me matan si se enteran pero te voy ayudar, vamos vamos ¿tienes palana, pico en tu casa? Si tengo Elías si tengo la tarde ya cubría los nevados montañas de la jalca las aves iban rumbo a sus hogares, más el bandolero lleno de moscas colgado en un barranco y así junto al su perro recuerdo lamio la sangre que corría por el barranco. Con la ayuda de Elías enterraron cuerpo y regresaron a casa luego de sacar el ganado y cerrar la tranca no paso ni una hora que debatían lo sucedido Todia Jenitos y Elías; ya que Rodolfito se encontraba haciendo guardia a lado de su casa

Entre dos rocas justo por donde pasarían los viajeros. Los perros quita sueño y suriman empezaron a labrar.

Se estaba acercando una columna de hombres en aa de Grabiel.

Ss corriendo por detrás de la choza se escapó a su casa ndo solos los desdichados jóvenes. Tadea Tadea grito hombre de confianza de Grabiel. El traga bolar por do de quien nadie supo su nombre ni su destino hasta que Rodolfo nervioso esperaba la hoara de reventar otras zas, el trago ni se imaginaba de la muerte de su amo, o que esperaba por parte de él ya luchador Rodolfito e paso señorito? Contesto Tadea ¡dile a mi jefe que lo oy esperando para el rapto de tu hermana Jenoveva!, go el caballo que me pidió para llevarla a su futura er – no ha venido por acá señorito Don Gabriel – pero pero me dijo que después de dar de comer las vacas en el maizal del roble vendría por acá para llevar a Jenoveva - es pero no ha venido. ¡Entonces! La llevare a la joven arriba en la jalca lo espero. Jenoveva, Jenoveva alista tus cosas y vámonos; respondió bajándose del caballo – nnn por favor no me lleven! ¡Déjenme acompañarla a mi hermana por favor! Sube carajo al caballo, Rodolfito sin pensarlo dos veces abrió fuego y lleno de humo a toda la

ueña aldea donde fue herido el tragobola y muchos us hombres que no tuvieron tiempo para nadar pues ieron a la fuga botando los caballosquebarando palos aa rumbo, acurrucados de espanto y sorpresa corrieron a él, pues abrazandole fuerte lloraban de alegría de fin de tener un hombre que los protegiera ¡ que les hermano que esto es lo que querían estos demonios - s el tragabolas se fue herido y no se! Quizás muere – Jenoveva – pues haora que haremos con los caballos - elo que se larguen no nos hace falta tenemos un to; Jenoveva corriendo hecha perros a los caballos y hecha fuera de su territorio, noche entera lo pasaron elados alerta a lo podía suceder, pues la aurora y rino de los pájaros anunciaban el nuevo día, el dueño héroe lleno de municiones la alforja.

Arma recargada, su espada en la cintura aceitaba el on de su fiel amigo quien acompaño casi hasta sus mos días. Era ya víspera de Navidad veintitrés de Diciembre de 1901. Tadia, Jenoveva y el héroe se ban para el día navideño, matando los cuyes, gallinas, haciendo los buñuelos y la miel con leche para su cena

Del siguiente día. Una voz que llamaba desde una copa de un árbol era Elías con su mujer que recién lo había robado de la banda de la jalca de un pequeño pueblo de Pulan - ¡hola muchachos! ¿Cómo están? – Jenoveva , por acá esperando la noche buena - Elías – les presento a mi mujer – Tadea, que pues ya robaste mujer – sin parientes tal vez no me hagan problemas – no creo, más bien buscan a Don Américo es buenazo para padrino – Elías – si lo voy hacer hermano. Pues llego navidad todos contentos se servían la cena, Quita sueño alarmo a la gente. Rodolfito con una velocidad de un rayo ya estaba en su trinchero preferido – allí a de estar ese desgraciado gritaba un hombre, era el padre de la chica Maritza, que pasa señor dijo Tadea; su hijo lo ha traído a mi hija – no señor el no es mi hijo – entonces que es - Tadea un pariente, si no que estamos celebrando Navidad – a horita lo mato a este fatal. Jenoveva oh Dios que vuelta ra ser esta gente, corre Elías y dile a Don Américo que venga el lo convence, Maritza que se esconda en el poso de agua - Elías ya señita ya vengo - Tadia pase señor por el corredor mientras sirva la comida /

Rodolfo ven Rodolfo, ya vengo hermanita – el visitante mira asombrado y ¿este niño viene de los venados? – no señor solo que mucha gente mala han hecho que mi hijito se comporte si pero es muy chiquito para esas cosas – Rodolfo, señor buenas noches – buenas noches hijo – por señor mi papacito está muerto, no disculpa muchacho ese es mi trato.

¿Qué le tare por acá señor? – Me han robado a mi hija – pero el Elías en buena gente, pero así no son las cosas se hacen hablando – jovencito, claro señor y como se llama Usted – yo me llamo Fortunato. De pronto apareció Elías con Américo. Américo - buenas noches señor Fortunato, buena noches. Américo hola Rodolfo, buenas noches don Américo entre copa y copa se llegó a un acuerdo. Se armó la jarana al compás de bombo y de yaravíes de Américo y Elías. Todo fue armónico las muelas de don Fortunato. Amanecieron en el pasto, las visitas duro una semana luego Fortunato y sus peones partieron la pulón.

Paso dos años ya Rodolfo tenia catorce años ya se veía todo un hombre. El hacia respetar su familia y territorio a su edad era respetado en el pueblo donde la vida no

valía nada, cuando había cualquier problema Rodolfo era quien ayudaba a solucionar, más cuando ofendían a su familia su máuser era luchador, cuatro años después ya se escuchaban los rumores sobre la muerte del bandolero Grabiel, lo cual comentaban que un vecino lo vio entrar al maizal de doña Tadea y nunca lo vieron salir, al continuar con los comentarios su gente