Bizancio y la crisis iconoclasta - Maier

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Los partidos

La formación de los dos partidos, iconoclastas e iconódulos, se debió más a cuestiones políticas que a religiosas. Es probable que aquellas zonas fronterizas con riesgos de ataques se mostraran más dispuestas a aceptar la postura iconoclasta del poder central para contar con su ayuda ante las amenazas exteriores. A su vez, también áreas en las que la mentalidad judía y musulmana estaba vigente no se opusieron en lo más mínimo a la iconoclastía. Los seguidores de uno y otro partido no tenían una postura definida, ni tampoco correspondían a áreas geográficas concretas.

Constantino VI sólo gobernó dos años, debido a que el poder pasó a manos de su tío Nicéforo, el cual iniciaría una serie de reformas de importancia. Toda la acción de Nicéforo se orientó a fortalecer la defensa imperial a través del aumento de las recaudaciones. No se preocupó por inmiscuirse en los problemas religiosos de la época, sino más bien en políticos. Su obra dio resultado y mejoró el aparato defensivo para hacer frente a la amenaza musulmana y búlgara.

El ejército:

Nicéforo se preocupó por acrecentar las fuerzas del imperio. Para hacer frente, si fuera necesario, a los intentos de sedición de algunos gobernadores provinciales, el Emperador se dotó de un cuerpo imperial fiel. También, acrecentó el número de soldados haciendo que los pobres ingresen en el ejército. Nicéforo no estaba dispuesto a pagarle una soldad en tierras ni a equiparlos, por lo que hizo que esta función recaiga en los más ricos, quienes debían equipar al pobre y pagarle una soldada en dinero. También, creó nuevas jurisdicciones provinciales.

Las finanzas:

Nicéforo se encaminó hacia una nacionalización de los recursos e hizo que los más ricos se hicieran cargo de las responsabilidades que los más pobres no podían cubrir. Se confeccionaron catastros para tener una información detallada de la capacidad tributaria del imperio. Nicéforo introdujo impuestos sobre el exceso de riqueza y se obligó a los más ricos a comprar tierras desocupadas. También, los mercaderes más enriquecidos fueron obligados a tomar empréstitos del Estado. Se impuso la responsabilidad colectiva del impuesto, por lo que los habitantes de la aldea se tenían que hacer cargo tanto de su tributación como la de sus miembros más pobres en caso de que estos no pudieran pagar la renta. También la Iglesia fue sometida a tributación y se confiscaron bienes de los monasterios.

Hacía el siglo IX se retoma la iconoclastía, lo que significó un nuevo alejamiento con respecto al papado y a occidente. Quien la instaura es León V, basándose en la convicción de que los tranquilos reinados de León III y Constantino V se habían debido a su política iconoclasta. La decisión fue públicamente denunciada por Luis el Piadoso.

Otro emperador iconoclasta importante es Teófilo, quien continuaría con reformas capaces de acrecentar la renta. Seguiría defendiendo las fronteras, pese a que ya se habían perdido grandes extensiones de terreno. Uno obra importante es la expansión que realiza el control del poder central sobre áreas que anteriormente le eran inalcanzables, esto contribuyó a acrecentar en gran medida su renta. Fue visto cómo un buen emperador, que gobernó para el bien y la justicia del imperio.

El culto a las imágenes se restituiría definitivamente en el año 842. Estos cien años de iconoclastía no fueron negativos, como se suele creer para Bizancio. Es cierto que significó el alejamiento total con la Iglesia de Roma y que perdió cuantiosas posiciones en el occidente. Sin embargo, los emperadores iconoclastas llevaron a cabo reformas esenciales para la supervivencia del imperio, mejoraron la recaudación fiscal y dotaron a Bizancio de un ejército más leal y más fuerte.