EL ECOSOCIALISMO, UNA SOLUCIÓN RADICAL A LA CRISIS CLIMÁTICA
Enviado por Rebecca • 25 de Septiembre de 2017 • 5.545 Palabras (23 Páginas) • 612 Visitas
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Contrario y distinto a estas limitadas, cuando no falsas soluciones inmersas en el marco capitalista, el Ecosocialismo propone atacar el modelo de producción para la acumulación; plantea la destrucción del régimen de propiedad capitalista y por el contrario, prioriza responder a las necesidades básicas de los pueblos. El Ecosocialismo es una propuesta que ataca de raíz la crisis ecológica y apunta a una transformación de las relaciones de producción, a la vez que propone un cambio del aparato productivo y del modelo capitalista de consumo, lo que llevará a crear un nuevo paradigma.
Estamos frente a una crisis de civilización que exige cambios radicales. Debemos partir de constatar la conexión intrínseca entre productivismo y capitalismo. El Ecosocialismo rompe con la idea productivista de progreso y se opone a la expansión infinita del modo capitalista de producción y de consumo que esencialmente es destructor de la naturaleza. El Ecosocialismo es una utopía que apunta al futuro, y a la vez propone objetivos concretos inmediatos. Para lograr sus objetivos requerirá de movilizaciones mundiales.
POR UN SOCILAISMO ECOLÓGICO
Un socialismo ecológico es una sociedad ecológicamente racional fundada sobre el control democrático, la igualdad social y la predominancia del valor de uso. Se plantea la propiedad colectiva de los medios de producción y una planificación democrática que haga que la sociedad defina los objetivos de la producción, las inversiones y parta de una nueva estructura tecnológica de las fuerzas productivas. Se trata de una transformación en el nivel social y económico, El Ecosocialismo plantea tomar en manos de la sociedad el control de los medios de producción y la toma de decisiones sobre la inversión; de ese modo será priorizado el interés general.
Se trata de una transición al socialismo que conducirá a un nuevo modo de producción y a una sociedad igualitaria y democrática; una civilización nueva, ecosocialista, más allá del reino del dinero, de los hábitos del consumismo artificialmente inducidos por la publicidad y por la producción al infinito de mercancías bajo procesos perjudiciales al medio ambiente.
El monopolio del capital se ha convertido en un obstáculo para el modelo de producción que creó, creció y prosperó con él. La socialización del trabajo y la centralización de sus resortes materiales ya no pueden mantenerse en el capitalismo. Lo que se cuestiona es la lógica destructiva inducida por la acumulación ilimitada del capital. La producción capitalista genera su propia negación; socava las dos fuentes de donde emana toda la riqueza: la tierra y el trabajador. La propiedad privada, entre otras cosas, es un límite para una agricultura nacional. Contra la dominación del capital deberá darse una articulación entre lucha de clases y defensa del medio ambiente.
El cuidado del medio ambiente corresponde a cada generación como condición de existencia para las generaciones futuras. Lo que han dado en llamar “progreso” capitalista es fuente de destrucción irreversible del medio ambiente. La máquina productiva capitalista debe ser cambiada radicalmente para reorientar el progreso y volverlo compatible para la preservación del equilibrio ecológico. No sólo se trata del remplazo de las formas de energía destructivas por fuentes de energía renovable y no contaminantes sino se trata de una profunda transformación del sistema, romper con el sistema capitalista.
El Ecosocialismo implica una ruptura radical con la civilización material capitalista; apunta no solamente a una nueva sociedad y a un nuevo modo de producción sino también a un nuevo paradigma de civilización.
LA PLANIFICACIÓN DEMOCRÁTICA
La concepción socialista de planificación no es más que la democratización radical de la economía. Es necesario priorizar la planificación democrática supervisada por la mayoría de la población. La toma de decisiones estará en manos de la mayoría de los productores-consumidores. La planificación democrática es el ejercicio de la libertad de decisión que debe darse en el conjunto de la sociedad. El socialismo se centra en la producción de los bienes de uso, o sea, los bienes necesarios para la satisfacción de las necesidades humanas.
La economía capitalista de mercado transforma en mercancías a la condición humana, a la naturaleza y los bienes comunes por medio de un mercado regulador que tiende a romper las relaciones humanas y a destruir el hábitat. El capital, por esencia, es no ético; somete a la economía, la sociedad y la vida humana a la dominación del valor de cambio de la mercancía y de su expresión más abstracta: el dinero. Destruye los valores cualitativos, en primer lugar los valores éticos. Los capitalistas y sus gobiernos lo único que han hecho son reformas que llaman ecológicas, inmersas y derivadas de la economía de mercado, donde el productivismo surge como la expansión ilimitada de la producción como objetivo en sí.
El sistema productivo debe ser transformado en su conjunto. Se requiere de una reorganización ecológica del sistema de producción. Tomar en cuenta la preservación de los equilibrios ecológicos como base de la transformación. La línea de producción y el nivel de recursos a invertir deberán ser tarea de toda la sociedad, de todos los seres humanos libres que trabajan con medios comunes de producción. El precio de los bienes ya no será fijado por las leyes de la oferta y la demanda sino que será determinado por la sociedad libre de elegir democráticamente de acuerdo a criterios sociales, políticos y ecológicos. La planificación democrática es el ejercicio de la libertad de decisión que se da en el conjunto de la sociedad.
Los movimientos por valores sociales y por necesidades de los pueblos y comunidades son más legítimos que el capital. Ya no debemos basar la producción sobre criterios de mercado y sus ganancias desmedidas, sino sobre la satisfacción de las necesidades sociales y el bien común, la justicia social. Se trata de valores cualitativos. Dar prioridad al “ser” de los individuos y no al “tener” (la posesión de bienes). El Ecosocialismo lucha contra la mercantilización del mundo y la defensa del medio ambiente. Es una propuesta radical para todos aquellos movimientos de resistencia contra las trasnacionales y sus proyectos de inversión; debemos romper con la ambición y las decisiones antidemocráticas de los capitalistas y sus gobiernos. Nuestra tarea es luchar por la ecología, por la defensa de los derechos sociales y contra la mundialización capitalista.
SOCIALISMO Y ECOLOGISMO
El
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