China antes de lao tse y confucio.
Enviado por Ninoka • 24 de Abril de 2018 • 9.996 Palabras (40 Páginas) • 290 Visitas
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Mazu es la diosa de los marineros y el más importante de los cultos en el sudeste de China, incluso Zheng He, el gran navegante del siglo XV, de familia musulmana y con afinidades budistas, le dedicó una gran estela conmemorativa.
LA ARTICULACIÓN DEL CULTO
Lo que sorprendió fue su extremo encuadramiento social y su disposición a obedecer en todo las órdenes de sus superiores: los eclesiásticos repiten esta observación conscientes de la importancia que ello tiene para los proyectos de conversión de China. Los religiosos se dieron cuenta que a la desordenada religión de base se superponía otra, cimentada en el culto al emperador, que los encuadraba a todos. Aunque nunca estuvieron en Pekín, portugueses y castellanos tenía plena conciencia del culto de estado al emperador, evidenciado tanto en la adoración en provincias de un simbólico trono vacío, como en las tabletas con el nombre del rey diseminadas por doquier y ante las que se prosternaban los dignatarios, como en las leyendas que acompañan la figura del emperador y en las noticias que les llegaban del protocolo imperial.
La supersposición de una religión popular que no entendían y de un culto de estado que no aprobaban, hizo que los misioneros se concentraran en un elemento que les resultaba más asimilable, el Cielo. La religiosidad de los chinos y en especial la ausencia de un Dios Creador y la falta de creencias en otra vida les inquietaba sobremanera y necesitaban estructurar de alguna forma el desestructurado panteón de los chinos. Tras asegurar primero que adoraban al sol, la luna y las estrellas, terminaron identificando al cielo como culto supremo, tras un contacto con las clases educadas del imperio. En algunos textos parece haber una cierta conexión entre el cielo y el dao de los taoistas, situado por encima del movimiento de las cosas.
Los nombres de los dioses no son idénticos porque tuvieron traductores distintos, pero lo esencial es idéntico y es una mezcla vivaz de taoismo y religión popular.
Por encima de todos los demás dioses está Thien, el cielo (Tian ), y justo por debajo, dos dioses que como él, son eternos y no corpóreos que forman la trilogía: Yocon Santey, Yuhuang.
Este último es el nombre colectivo de tres divinidades populares que fueron incorporadas como tres emperadores míticos al panteón de dioses emperadores. La versión del Shiji, Memorias históricas de Sima Qian, editada en la dinastía Song fue la que los incorporó, situándolos por delante de los Cinco Emperadores míticos que encabezaba Huangdi. Los Tres Augustos están también estrechamente vinculados a la religión taoísta. Por debajo de estos tres grandes dioses incorpóreos estan los tres servidores de Çancay, que en la religión china son conocidos como los Sanguan, los Tres Gobernadores: Tianguan (gobernador del cielo), Cuyquan (gobernador de la tierra) y Teyquan (gobernador de los hombres).
TEMPLOS Y MONJES[pic 2]
La expedición de Rada y Loarca se hizo a invitación de funcionarios chinos de la costa del Fujian, agradecidos por la participación de la pequeña Manila en la persecución del pirata Limahon. Fueron agasajados y tratados como huéspedes, con todos los regalos que ello comportaba, y fueron recibidos como invitados durante el mes en que estuvieron moviéndose entre Quanzhou, Xiamen y Fuzhou. Durmieron a veces en las mansiones reales que había diseminadas por todo el reino para poder acoger siempre que fuese necesario a los miembros de la familia real y a veces durmieron en monasterios. En Quanzhou se alojaron en el monasterio de Kaiyuan, identificable en los textos por las alusiones a las torres gemelas profusamente labradas, y estuvieron en dos grandes templos budistas de Fuzhou y Xiamen. Algunos de estos monasterios, como el de Kaiyuan, eran grandes templos budistas, con profunda influencia hindú, y por ello aparecían a veces tres cabezas de divinidades agrupadas, cosa que los frailes identificaban con un conocimiento previo del cristianismo y de la Santísima Trinidad. Otros, como el de Fuzhou parecen inequívocamente templos taoístas.
Lo que describieron fueron los cultos realizados en el interior de las casas, tanto en las de clase alta como baja, y dieron fe asimismo del culto a los antepasados en el interior del hogar, pero sin atribuirle una gran importancia a menudo son tratados como delincuentes . Aunque es indudable que la presencia de ermitaños taoístas es percibida por los misioneros con una cierta simpatía, es fácil entender que los jesuitas, cuando se plantearin incorporarse a la vida china acomodándose a ella, eligieran en primer lugar la vestimenta budista y no la taoísta.
LA ENTRADA DEL CONFUCIANISMO
En los textos primarios utilizados ni Confucio ni el confucianismo aparecen. La visión que proporcionan es la de una religión popular, altamente desarticulada, con una fuerte implantación social y familiar, en la que los matices budistas y taoistas destacan tanto como se entremezclan y funden con los cultos populares. Las figuras con las que los frailes, en especial Rada y Loarca, articulan esta algarabía religiosa, constituyen una jerarquía superficial. Se muestra por una enorme admiración ante el articulado estado chino,ante la justicia y la ética que presiden las actuaciones de los loitias, nombre con el que todos designan a los funcionarios.
Pero a finales del XVI empieza a producirse un cambio, que tiende a una visión más articulada en todos los campos. Empiezan a dividirse en tres sectas: budistas, taoistas y confucianos, mientras los ídolos y las idolatrías se desvanecen ahora ante una nueva denominación
Con ello estamos ya en las puertas de ver aparecer a Confucio una transcripción de Kongzi que introduce un tratamiento nobiliario, el fu de Kongfuzi totalmente desconocido en los clásicos chinos anteriores.
Será esta versión de la religión china la que los jesuitas transmitirán a una Ilustración europea entusiasta. El confucianismo y su santo patrón Confucio jugaron un papel importante en la evolución del pensamiento europeo en el siglo XVIII, pero cuando China volvió a llenarse de informadores en el siglo XIX, primero protestantes y después católicos, la nube confuciana se deshará en jirones y reaparecerá de nuevo una visión de la religión china mucho más acorde con las informaciones castellanas del siglo XVI que con la elaboración que tan cuidadosamente habían forjado los jesuitas.
CONFUCIANISMO
INTRODUCCIÓN
"La ética confuciana impulsa a la gente
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